Una semana he tardado en volver a escribir en mi blog, así que de hoy no pasa que le quito las telarañas que en estos días se han ido acumulando.
La verdad es que no he tenido ganas o tiempo o una mezcla de ambas cosas, hay veces que sientes el impulso irrefrenable de escribir cosas y otras no.
Y no será porque no haya cosas sobre las que escribir.
En primer lugar la noticia de la semana: la muerte del gran violinista ruso Rostropóvich, que no tenía ni idea de quien era (disculpad mi incultura musical) hasta que supe por las noticias que fue en vida amigo íntimo de nuestra reina, y motivo por el cual Su Majestad se perdió el segundo acontecimiento de la semana cuyo impacto mediático no fue el esperado, gracias a Dios: el nacimiento de la segunda hija de los príncipes de Asturias. Yo como bien sabéis no bebo los vientos por nuestra Familia Real, así que si he de ser sincera el primer pensamiento que me vino a la cabeza al conocer la buena nueva fue el hecho de tener que alimentar desde ese momento, y llevar a cuerpo de "infanta", por supuesto, a una nueva boca real entre todos los españolitos de a pie, en fin, positiva que es una, y un pelín republicana también, como no.
Más eventos sucedieron este largo fin de semana: mi Barça ganó al Levante tan sólo con un gol (xdddd esta liga la vamos a sufrir más que un parto); ayer fue el día del trabajador, es decir, el día de muchos, sino decir de casi todos, porque son muy pocos los que pueden pasar por esta vida sin tener que ejecutar algún tipo de trabajo, y no quiero mirar unas líneas para arriba, no; revisé esa maravilla cinéfila de mi Clint, MEDIANOCHE EN EL JARDÍN DEL BIEN Y EL MAL, genial John Cusack y genial Kevin Spacey; y bueno mi chico cumplió años y como ya es arraigada tradición, a parte de la habitual celebración del evento, él se deprimió.
Y esto merece punto y aparte y comentario específico, sí porque mi chico odia cumplir años, pero lo odia desde siempre, lo odiaba a los veintitantos y ahora a los treintaitantos sigue igual, miedo me da pensar en cómo se va a poner a los ochentaitantos, en serio.
Así que estimado J. que sé que me lees, ya lo hemos hablado pero o te animas o te....., mejor, o cumplo esa fea promesa que te hice sobre largarme sola de vacaciones a la otra punta de mundo para evitar oir tus lamentos cumpleañeros el año que viene, palabrita del niño Jesús.
Y hasta aquí mi post de hoy. Feliz semana corta, más para los madrileños suertudos!!!
La verdad es que no he tenido ganas o tiempo o una mezcla de ambas cosas, hay veces que sientes el impulso irrefrenable de escribir cosas y otras no.
Y no será porque no haya cosas sobre las que escribir.
En primer lugar la noticia de la semana: la muerte del gran violinista ruso Rostropóvich, que no tenía ni idea de quien era (disculpad mi incultura musical) hasta que supe por las noticias que fue en vida amigo íntimo de nuestra reina, y motivo por el cual Su Majestad se perdió el segundo acontecimiento de la semana cuyo impacto mediático no fue el esperado, gracias a Dios: el nacimiento de la segunda hija de los príncipes de Asturias. Yo como bien sabéis no bebo los vientos por nuestra Familia Real, así que si he de ser sincera el primer pensamiento que me vino a la cabeza al conocer la buena nueva fue el hecho de tener que alimentar desde ese momento, y llevar a cuerpo de "infanta", por supuesto, a una nueva boca real entre todos los españolitos de a pie, en fin, positiva que es una, y un pelín republicana también, como no.
Más eventos sucedieron este largo fin de semana: mi Barça ganó al Levante tan sólo con un gol (xdddd esta liga la vamos a sufrir más que un parto); ayer fue el día del trabajador, es decir, el día de muchos, sino decir de casi todos, porque son muy pocos los que pueden pasar por esta vida sin tener que ejecutar algún tipo de trabajo, y no quiero mirar unas líneas para arriba, no; revisé esa maravilla cinéfila de mi Clint, MEDIANOCHE EN EL JARDÍN DEL BIEN Y EL MAL, genial John Cusack y genial Kevin Spacey; y bueno mi chico cumplió años y como ya es arraigada tradición, a parte de la habitual celebración del evento, él se deprimió.
Y esto merece punto y aparte y comentario específico, sí porque mi chico odia cumplir años, pero lo odia desde siempre, lo odiaba a los veintitantos y ahora a los treintaitantos sigue igual, miedo me da pensar en cómo se va a poner a los ochentaitantos, en serio.
Así que estimado J. que sé que me lees, ya lo hemos hablado pero o te animas o te....., mejor, o cumplo esa fea promesa que te hice sobre largarme sola de vacaciones a la otra punta de mundo para evitar oir tus lamentos cumpleañeros el año que viene, palabrita del niño Jesús.
Y hasta aquí mi post de hoy. Feliz semana corta, más para los madrileños suertudos!!!
Comentarios
besitos y feliz semana
Rebienvenida!