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Mostrando entradas de agosto, 2010

¿Y en qué punto se perdió todo?

Vamos que ya he vuelto, que ya estoy aquí otra vez. Volví a casa, al trabajo, a las comidas equilibradas, a los horarios estables de sueño, a la normalidad en definitiva. Sé que medio país está en depre post-vacacional pero yo sinceramente o septiembre llegaba pronto o me daba algo. Y no me malentedáis, me lo he pasado genial estas vacaciones, he aprovechado el tiempo muchísimo y he disfrutado de 15 días magníficos en compañía de mis dos chicos, de mi familia y de mis amigos. Primero con las fiestas del pueblo y toda la diversión que conllevan, sobre todo por ver a mi hijo como las ha disfrutado este año, y después por los días de buen tiempo que ha hecho y que hemos aprovechado para estar en la piscina, salir a cenar por ahí con amigos en las terracitas de verano, hacer alguna que otra excursión, incluso en yate por el mar, echar largas siestas, jugar con mi hijo en el parque, en la calle (sí en mi pueblo los niños aún pueden jugar por la calle, un lujo hoy en día), etc. etc. Pero ent

Hasta pronto!

I'll be waiting for you...

Mañana es mi último día de trabajo antes de las vacaciones, vacaciones que este año como casi todos he partido en varias fases entre julio, agosto, Semana Santa y Navidad. Cuando tienes niños tienes que priorizar las fechas más festivas. Ahora me quedan por delante 15 días en los que mi propósito es sobre todo desconectar. Y para ello me serviré primero de unos días de fiestas patronales de pueblo, mi pueblo, el mejor pueblo del mundo. Donde compartiré cenas con amigos, tardes de vaquillas (sí, sí, en mi pueblo somos tan "malos" que tenemos vaquillas en nuestro programa de fiestas), chupinazos, juegos infantiles, vermuts a la salida de misa, tournés de peñas, y baile, que no falte el baile. Y después probablemente seguirá algunos días en la playa con amigos, y tal vez alguna que otra excursión adaptada a nuestra categoría de padres de niños pequeños. Y relax, mucho relax, en la piscina del pueblo por las tardes, en las terracitas de la plaza mayor por la noches, y suma y sigu

Abrumada.

Estoy fatal, negativa, agobiada, la palabra exacta es abrumada. Y no tengo motivos aparentes para estarlo. En el trabajo stress cero, es agosto. El viernes pillo vacaciones. Mi marido ya las disfruta con lo que comparto por las tardes mi tiempo con él y con mi hijo, y lo pasamos genial jugando con nuestro peque, refrescándonos en la piscina de la urbanización o yendo de paseo hasta el parque más cercano o a tomar algo en alguna terracita. Además todo está bien, no hay nada por lo que tenga que preocuparme en exceso estos días y sin embargo estoy mal. Repito abrumada. Y lo estoy por culpa de un sentimiento que me embarga últimamente y que me tiene desconcertada. Me siento la peor de las madres del mundo y con muchas ganas de llorar. La maternidad es sin duda el trabajo más difícil que existe. Ser madre es complejo y ser buena madre es un grado superior. Desde que nació mi hijo tuve dudas, como no, pero la felicidad por conseguir serlo tras casi dos años de intentos frustrados y de un ab

Agradables reencuentros.

Ayer por la tarde me encontraba fatal, un inoportuno resfriado me estaba acechando, congestión nasal, dolor de cabeza, sudores impropios. Así que al llegar del trabajo y aprovechando que sigo sin mi hijo (hoy por fin podré verle ya que esta noche viajo al pueblo para reencontrarme con él, ya cuento las horas que faltan) decidí echarme la siesta. Me tomé un ibuprofeno y me tumbé en el infinito sofá de piel marrón chocolate que gobierna mi salón. Desde que estoy en mi nuevo hogar no había podido de disfrutar de aquella maravillosa pieza de la que me encapriché nada más entrar en la tienda de muebles el mes de diciembre pasado. Bueno lo he compartido algun que otro momento con mi marido, claro está, es fabuloso porque los dos cabemos largos uno en cada punta, tumbados y sólo nos rozamos los pies. Pero la verdad es que una siesta así en plan premeditado tan larga y relajada no había tenido todavía cabida en mi apretada agenda de madre trabajadora. Tenía puesta la tele, creo que AXN, con CS

¿Entretenimiento? vs ENTRETENIMIENTO.

Vamos a ver si yo twitteara hoy mi mensaje sería uno: "Quien vea a James Cameron que le corte la cabeza de mi parte". Así de simple, claro y conciso. Pero yo no twitteo y de hecho no conozco a nadie que lo haga. Todo el mundo está con el Farmville y el Facebook a saco pero esto de Twitter creo que es algo que sólo hacen los famosos, que debe ser más chic y más pijo, digo yo. Y a qué viene esta divagación tan profunda a estas horas de la mañana pues muy sencillo, viene a que anoche vi esa cosa/pseudofilm/pseudovideojuego/pseudogeneradordedolordecabeza llamada AVATAR. Y vosotros diréis qué narices haces viendo eso. Pues otra vez la respuesta es también fácil, mi marido la quería ver, y como nunca tenemos tiempo de ver pelis con el peque en casa o estamos tan cansados que nos dormimos a los cinco minutos, anoche con dos mimitos y dos arrumacos me convenció, y claro como estamos solitos, y en plan muy ñoño toda la semana accedí, la débil de mí. Y vamos todos tenemos un pasado y h

Empty nest.

No chicos, mi hijo no se ha independizado, todavía, que el nene es muy espabilado e igual a los 18 se me va de casa ya o puede que suceda todo lo contrario y hasta los 40 no ahueque el ala, vete a saber. Pero bueno esta semana mi nido sí está vacio. La guarderia acabó el 30 de julio y ni su padre ni yo podíamos coger vacaciones aún así que bueno como tantas y tantas veces hicieron mis padres conmigo he mandado al niño al pueblo con los abuelos de vacaciones toda la semana. Y os preguntaréis cómo estoy. Pues bueno el domingo lo dejé con el corazón encogido, y eso que él se quedó más feliz que una perdiz y sólo un beso, una sonrisa y un adiós fueron sus "penas" cuando su mami y su papi le dejaron. Ayer llamé cinco veces a casa de mis padres, mi madre se cansó de decirme que el niño estaba perfecto, cosa que yo sé y que no dudo, si a eso le añadimos que el prenda ni quiso hablar conmigo y que sólo reía sus risas y sus jugueteos de fondo, pues una puede atreverse a afirmar sin ri