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Mostrando entradas de mayo, 2013

La baja laboral española, el peor enemigo de la LM.

Con mi mayor me incorporé al trabajo cuando él tenía 6 meses y no me fue complicado lo de la LM exclusiva que promueve y aconseja la OMS hasta esa edad. Ahora con mi segundo hijo que me ha tocado volver a las 16 semanas justas a mi puesto de trabajo ya me veo que lo de la LM exclusiva se complicará. Y os prometo que no me rendiré pero ya empiezo a tener mis primeros handicaps. Mientras estoy en la oficina, cuatro horas de momento, mi peque se queda al cargo de su abuela, y yo le he dejado un congelador repleto de botecitos de leche mía congelada de retén. A parte cada mañana la menda se muñe para que mi retoño tome su leche lo más fresca posible. Cada día mi bebé en esas horas en las que estoy fuera de casa suele consumir un bote congelado más el fresco que dejo. Y aún así mi suegra dice que va justa la cosa. Yo le digo que coja otro bote más del congelador y que por la tarde me aplicaré para hacer acopio de más reservas. Pero ella no se queda convencida. O no quiere quedarse convenci

La reentré por la puerta grandeé.

La tonta de mí pensaba que al pringar toda la baja maternal la recompensa la tendría al volver a la oficina. Claro total no había desconectado nada, de hecho había resulto muchos temas via teletrabajo, tanto pringue debía valer para algo. Sería un leve impass, un juego de niños. Así que el viernes llegué relajada a mis aposentos laborales, como si el lugar al que me dirigiera fuera un spa o similar, al tiempo que me daba de bruces con la cruda realidad. Y fueron varios los indicadores, pero ennumeraré sólo tres: 1- una mesa colgadísima de carpetas y papeles 2- un jefe que me invitó a una reunión nada más llegar 3- unas compañeras que me miraban con cara condescendiente como pensando la vas a flipar colega. Y así fue el viernes flipé un poco, ayer un poquito más y hoy me he agobiado directamente. La verdad es que en la fauna de la oficina hay que andarse con pies de plomo y hoy ha sido el día en el que he caído directamente en la cuenta de que no voy a tener el regreso fácil. Si a

El gatito invisible.

La culpa es mía. Totalmente. Que jugué con fuego una vez y me estoy quemando viva. A los tiernos dos años y medio mi retoño abandono el chupete previa maquinación "maquiavélica" mía. Una noche un misterioso gatito se llevó su chupete y nunca jamás se supo de él. No fue muy traumático, ya lo conté aquí . Pero a partir de ahí y a modo de venganza se me acabó la tregua que la siesta del peque me proporcionaba porque ya no volvió a echar siestas nunca "mais". Este fue motivo suficiente para jurar y perjurar que si volvía a parir otra vez mi nuevo retoño no dejaría de llevar chupete hasta que se fuera de botellón porque aquí la menda no se lo quitaría ni con aceite hirviendo. Pero la historia del gatito no acabó aquí. La verdad es que desde hace mucho tiempo cada vez que mi adorado tesoro comete una tropelía con nocturnidad/diurnidad y alevosía la culpa se la echa al gatito misterioso y se queda tan pancho. La última, esta semana, el urinario del baño pequeño apareci

La mujer impasible.

En el colegio de mi mayor, en concreto en su clase, la mayoría son hijos únicos, es curioso, son de la quinta del 2008, la del inicio de la crisis, y muchas madres, sobre todo desde que me vieron el bombo del segundo embarazo, me han espetado que ahora no es momento. Y lo sentencian firmes y yo callo y otorgo porque no voy a iniciar allí un debate de calado intelectual sobre la conveniencia de tener uno, dos, tres o quince hijos ahora o en otro momento cuando yo he tenido mil dudas siempre y además no tengo porque dar lecciones a nadie, ni alimentar bocas ajenas. Así que permanezco impasible. Ayer al final fuimos a la comunión de la ahijada de mi socio en Barcelona, Murphy se debió liar en otra cosa este fin de semana y nos dejó tranquilos. El evento era en un colegio religioso muy pijo del Opus Dei para más señas en una buena zona de la capital catalana y los monovolumenes familiares cargados con mínimo tres hijos iban y venían con una frecuencia estrepitosa. No sé qué habrían pensad

Hacer planes con niños, o lo que es lo mismo, misión imposible.

En la reunión del cole su profe lo dijo, el nene nunca se pone enfermo, tiene las mejores estadísticas en eso de su clase, en eso y en altura, porque también es el pino de su clase. Y yo orgullosa, no orgullosísima de tener un machote sanote en casa, para que os voy a engañar. Pero claro si hay que ponerse malo uno se pone cuando la familia tiene planes.  Un año hace que sabemos que el 5 de mayo de este 2013 íbamos de comunión, y no una cualquiera, la ahijada de mi socio es la comulgante, no podíamos fallar al evento, claro, bueno no podíamos pero puede que fallemos porque claro el sanote machote de mi hijo ha decidido coger la varicela justo esta semana, pobrete no es que lo haya hecho aposta pero siendo que la varicela rondaba desde hace casi un mes por su colegio también ha sido mala pata que haya ido a topar a nuestra puerta justo ahora. Y aunque la ha pillado muy leve, con poca erupción y nada de fiebre, dado que esta vacunado, ésta ha venido acompañada de un simpático resfriado