Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2014

El asunto catalán.

Yo no suelo hablar de política en mi blog, simplemente porque hace tiempo que este asunto dejó de interesarme. Como la gran mayoría de la población española he perdido el interés por este tema y por los políticos. Estoy desengañada casi todo el tiempo y a partir de ahí algunos ratos reconozco que me siento enfadada por la situación de abuso de poder en general que se evidencia en cada "piedra" que levantamos en el camino. Para colmo y viendo lo mal que todo va resulta que tengo la suerte de además estar en el meollo del conflicto catalán. Éramos pocos y parió la abuela sí. Yo por si alguien no lo tiene claro soy aragonesa pero vivo y trabajo en Cataluña. Así que puedo comprobar a diario lo que piensa mi entorno respecto a esta cuestión. Cuando voy a mi tierra noto como muchos de mis paisanos desprecian a los catalanes, y me pongo triste, cuando estoy aquí noto como muchos catalanes se sienten ofendidos y enfadados con todo lo que denota acento español, y me pongo t

Adaptación a primaria.

La semana pasada hablábamos por aquí de la dura cuesta de septiembre. El reencuentro con la rutina y la vida escolar no estaba siendo igual que otros años, y así lo percibía en el ambiente de mi casa. La intuición de una madre no falla, y el viernes me di cuenta de que realmente algo estaba fallando. Mi mayor al que se le había escapado el pipí dos veces en clase durante la semana había vuelto a salir del colegio con ropa cambiada. Signo evidente de que se había vuelto a mear encima. Al darme cuenta perdí los nervios, me obnubilé y en contra de todos mis preceptos y sentimientos le grité y amenacé con castigarle. Sí hice lo que nunca debe hacerse. Hasta mi socio se quedó a cuadros ante mi reacción. Al pasar unos minutos me serené y vi cuánto me había equivocado al perder los estribos de aquella manera. Mi hijo si estaba asustado al salir de clase, ahora aún lo estaba más. Por la noche ya en la cama, en nuestro espacio de confidencias, intenté preguntar qué tal había ido en el col

La cuesta de septiembre.

El septiembre da para tocar mil temas, pasan tantas cosas en septiembre, todo pasa en septiembre. Vamos para mí la verdadera cuesta es la de septiembre: nuevo curso escolar, mucho curro y marrones en la oficina y muchos gastos. Si el año natural pasara a ser el curso escolar no lo vería ni raro ni nada, la verdad. Este año la vuelta está siendo especialmente complicada, mi mayor ha empezado primaria muy revolucionado y asalvajado, no entiendo donde está mi dócil y adorable niño de ojos verdes, pero bueno, y mi peque lleva mal la vuelta a la guardería, llora y llora cada mañana, como si lo dejaras en el matadero y yo me voy con el corazón encogido a trabajar y con ganas de llorar hasta quedarme seca. La verdad es que podría quedarse en casa, mi socio sigue sin trabajo y podría cuidarlo, pero aprovechando el paro este año se ha matriculado de más asignaturas en la facultad, a ver si así avanza y se saca pronto el título. Así que el pobre necesita un ratito para estudiar porque con el

Nuestro verano.

Definitivamente y aunque los termómetros traten de demostrar todo lo contrario la verdad es que este verano de 2014 ya empieza a tocar su fin. Ha sido un verano distinto a los demás por una simple y llana razón, mi socio al estar en paro ha estado en casa con los niños, y por ende, más tiempo conmigo. Estar en esta situación no es fácil, no os voy a engañar, y más si pensamos que pasan los meses y no se atisba ni una oferta de trabajo. Pero como yo soy de las que trato de ver el lado bueno de las cosas siempre he de reconocer que este verano ha sido maravilloso. Hemos hecho esas cosas que aunque en la vida de otras familias es normal nosotros nunca podíamos hacer. El horario y las vacaciones de mi socio en su trabajo anterior eran de locos. Jornadas largas, y fiestas las rojas del calendario sólo. Así que la conciliación familiar y laboral me la chupaba entera yo. No había paseos en bici al atardecer, o un chapuzón rápido en la piscina a media tarde, ni opción de disfrutar como