Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2007

El diario de la abuela.

Mi abuela ya me lo decía constantemente cuando era una niña: “La curiosidad mató al gato”… y así fue. Había sido un día agotador, las mudanzas suelen serlo. Yo para la mía había contado con la inestimable colaboración de mis amigos Javier y Lucía y de su magnífica monovolumen siete plazas con asientos abatibles y/o removibles. Aún así nos costó toda una jornada empaquetar y trasladar los millones de trastos que una servidora había acumulado en los tres años en los que viví en mi adorable estudio de alquiler de 50 metros cuadrados. La ministra de la Vivienda estaría orgullosa de ver lo organizada que soy para hacer caber tantas cosas en uno de sus apartamentos modelo para las jóvenes generaciones. Lo peor era pensar en lo que sería capaz de almacenar en mi nuevo hogar, la vieja propiedad heredada de mis abuelos, una preciosidad de casona antigua de tres plantas con 200 metros cuadrados en pleno centro histórico, todo un sueño hecho realidad. Eran las diez de la noche de aquel sábado cua

Dos historias de África.

En los últimos días he tenido la oportunidad de ver en el cine dos películas que transcurren en el continente africano. Dos historias que, aunque suceden en diferentes momentos, una a principios de los noventa y otra en los primeros años de la década de los setenta, me llaman la atención porque apenas tienen diferencias estéticas, y es que realmente éste es un síntoma claro de que en África el tiempo transcurre de otro modo. Además ambas se sirven de un hilo conductor muy similar, la historia de un personaje principal, un chico joven e impetuoso (en un caso un traficante de diamantes y en el otro un médico) que a través de su evolución personal impulsada por los dramáticos hechos que se narran, dará un cambio a su vida, siendo al final una persona con unos valores y una visión sobre África también muy distintos, al modo y manera de otras historias de enriquecimiento y cambio personal que ya se han contado en el cine y que a mí particularmente me agradan mucho, pongamos el ejemplo de la

Recuperando la confianza.

- Tengo que contarte algo. - ¿Sí? Cuéntame anda. - ¿Puedo? - Por favor, hace tanto que no me explicas nada, hace mucho que no hablamos, no sé que sientes por él, no sé nada, sólo callas, sólo te ries, ya no soy tu confidente favorita, ¿qué te pasa? - Nada. No es nada sobre él. Pero soy feliz con él - Sonríe abiertamente - Es una duda. - Tú y tus dudas. Dudar es totalmente lícito, vale suéltala, me gusta resolverlas, si puedo claro, porque ya estoy perdiendo la práctica. - Tú jamás perderás la práctica, tú siempre sabes qué decir en el momento exacto. - Que va, yo la pifio constantemente, lo que pasa es que contigo me siento más responsable, a ti te conozco más, he buceado muchas veces por tus pensamientos, me es más fácil ayudarte, imagino que es un don innato. - No busques explicación, no intentes hallar raciocinio a tus aciertos conmigo, déjate llevar, dime tu primera impresión, esa siempre es la buena, te lo digo de verdad. - Venga pues, cuéntame, me gustar notar que vuelves a confi

En el 24.

A las seis y media en punto como cada miércoles Elena sale de su clase de inglés. Lo hace con prisas porque para ella es muy importante llegar a tiempo a la parada de autobuses y coger el 24 que pasa a les siete menos cuarto. Cierra el cuaderno con decisión en el momento exacto en el que la aguja larga de su reloj se estaciona sobre el seis y recoge todas las pertenencias en su gran bolso, se pone el abrigo y sale como alma que lleva el diablo. Cuando gira la última esquina observa como la gran silueta del vehículo se asoma al principio de la avenida, respira hondo y se relaja, una vez más lo ha conseguido, no perderá el autobús, así que busca el bono en el bolsillo y se dispone a esperar aquellos breves instantes con una amplia sonrisa en la cara. Y tiene motivos para alegrarse en aquel momento porque sentado en la parte trasera del 24 está Adrián, como cada semana, a la hora exacta, regresando hacia su hogar. Adrián es el vecino de Elena y su amor platónico. Vive en el mismo edificio

Hôichi's game.

"-¿Quiénes eran? - preguntó Alex cuando volvieron al campamento. - Deben ser la "gente de la neblina", los invisibles, los habitantes más remotos y misteriosos del Amazonas. Se sabe que existen pero nadie en verdad ha hablado con ellos." (Las cinco primeras líneas de la página 123 del libro que estoy leyendo ahora de Isabel Allende LA CIUDAD DE LAS BESTIAS) Admiro a las gentes de la neblina, desde que empecé a leer este libro he sentido una gran fascinación por ellos, por su modo de vida, por su respeto y su amor incondicional a la naturaleza, me gustaría pensar que existen en realidad, que son ciertos y no un sencillo producto de la mente prodigiosa de una gran escritora. Tal vez estén, sólo tal vez. Quiero creer que sí. Quiero soñar que sí. El juego que inició Hôichi en su blog ha permitido que Mari bajo mi petición expresa me incluya en este curioso meme y que a mí se me haya ocurrido hablaros por casualidad, la que dictan aleatoriamente las cinco primeras líneas

Martes de carnaval.

Hoy acaba el Carnaval, esa fiesta en la que nada es lo que parece. Tal vez esa sea la razón por la que no es una de mis predilectas. A mi me gusta mostrarme tal como soy, y soy transparente, desconozco si eso es una virtud o un defecto, pero soy así y me gusta. Así que si valoro este evento es sencillamente porque es uno de aquellas ocasiones en las que nos reunimos todos los amigos de la pandilla habitual para hacer algo juntos, normalmente siempre falla alguien, pero hay cuatro o cinco veces al año en que estamos todos y ésta es una de ellas. Pensar el disfraz, organizar la cena, buscar los accesorios de última hora, vestirnos en la bodega de C. y P., salir en tropa, pasar la noche juntos, reirnos, bailar, beber, disfrutar en definitiva. Llevamos muchos años haciéndolo y siempre acabamos coleccionando historias y aventuras que recordamos tiempo después. Y luego están las fotos, esas sí que no tienen desperdicio. En fin que aunque en si el Carnaval no me entusiasma, celebrarlo con mis

Redondo.

Este fin de semana podríamos decir que ha sido redondo para mí, como uno de esos apetitosos donuts de la foto. Es curioso porque el donut es mi pastelillo favorito. Jamás he tenido predilección por el dulce. Soy más de salado, como se suele decir. Pero con los donuts todo cambia, nunca puedo negarme cuando me ofrecen uno y si estoy en un momento de bajón anímico y/o alimentario me salva la vida, qué cosas eh, es una inyección de energía directa en vena con efecto inmediato en mí. El único problema es su agujero, sí los hay sin él, pero aún así esa es su característica principal y su pequeño problema también, a pesar de su redondez, de su perfección, le falta algo, le falta su corazón, y por eso mi fin de semana puedo asemejarlo a él. Me parece un símil perfecto para cómo me he sentido. En apariencia ha ido todo genial: buenos momentos en família, buenos ratos con los amigos, una buena fiesta, buenas conexiones, buenos momentos en pareja, que me inyectaban positividad y fuerza, como el

Motivos por los que amo el cine V.

Pasando de comercialismos y ñoñerías varias, voy a homenajear hoy como creo que se merece al amor, y lo haré con un post dedicado a otro de los motivos por los que adorar el cine. Dejo pues aquí un pequeño pedazo de una de mis películas románticas predilectas, CARTA DE UNA DESCONOCIDA de Max Ophüls, una historia de amor no correspondido, pero absolutamente fuerte e inmenso, un amor que no afloja con el paso de los años, que pervive a pesar de las dificultades, un amor imposible pero infinitamente sincero, con una maravillosa Joan Fontaine como protagonista que jamás se rinde, que lucha sin tregua. Cierro pues los ojos y me dejo cautivar por esas melodías que noche tras noche la enamoran, al otro lado de aquel patio vienés, como una espectadora privilegiada de una vida en la que al parecer no puede tener cabida, aunque ella no se da cuenta, porque esté completamente ciega y no ve, no puede ver....

Absolutamente nosotros.

"Sé que lo haces, sé que habitualmente no puedes seguir durmiendo a partir de las diez los fines de semana, sé que al despertarte te desperezas, das media vuelta y te quedas agazapado a mi lado, a veces me abrazas, a veces simplemente te quedas mirándome, sé que no subes la persiana porque no quieres desvelarme, soy una dormilona incansable sin remedio alguno. Al cabo de un rato sales de la cama y cierras suavemente la puerta de nuestro dormitorio. Yo lo oigo de fondo en mi sueños, mientras batallo en alguna de mis contiendas diarias, ya sabes, tú las conoces todas, que si A., que si J., que si JM y la mayoría de las veces C. Al cabo de un rato abro los ojos y aún despeinada, con mis rizos revueltos, esos que a ti te gusta tanto enredar con tus dedos, aparezco en el salón, y ahí estás tú, desayunando y viendo la tele, sí uno de esos infinitos canales que siempre tienen lucha o motor en su programación, barro, sudor, rugidos de motor, volteretas imposibles en el aire, cascos multic

"Els Ports"

Un rincón para perderse, un lugar para recorrer, admirar y descubrir las maravillas que la naturaleza brinda tan cerca de casa y sin embargo tan ajenas a la rutina de la ciudad, que mira las montañas expectante desde la cuenca del río cada mañana cuando el sol lo ilumina ensalzando su majestuosidad. Aquí dejo las instantáneas captadas ayer en una excursión magnífica al corazón de "Els Ports", el otro día mostré las cumbres nevadas a lo lejos, desde mi casa, hoy toca ver el interior primero y al final la vista inversa, la ciudad desde las montañas. Pasen y vean...

Contradicción.

Esta imagen es la foto del año 2006 según los premios WORLD PRESS PHOTO. Muestra las dos caras de la moneda, la contradicción, el sufrimiento del pueblo y la indiferencia de los que creen que todo aquello no va con ellos. Una vez más nos tenemos que hacer eco de la desigualdad, con una contundente imagen que desde luego como siempre vale más que mil palabras. Sólo diré que fue tomada por el fotógrafo estadounidense Spencer Platt el 15 de agosto del pasado año durante la invasión israelí en el Líbano. Nada más. Sencillamente no puedo decir nada más.

Historia de un antivirus.

Qué dura la vida del antivirus! Ahí sufriendo día a día mientras nosotros no paramos de darle trabajo: navegando por la red, descargando archivos peligrosos, recibiendo mensajes sin parar, chateando y dale que te pego todo el tiempo. Si es que no tenemos perdón, ahí sin piedad, y en cambio él, no falla, bueno si falla si no lo llevamos a las revisiones "médicas" de actualización anuales, que es lo menos que podemos hacer, porque él nos protege ahí gratuítamente, bueno no, pero por un módico precio, no me digáis, y por ello, en honor a todos aquellos antivirus que sufren en silencio, sin protestar, las tremendas cargas de trabajo de los que les dotamos, les homenajeo colgando en mi blog este corto tan interesante. Se lo merecen por proteger mis archivos valiosos de los ataques despiadados de los malvados virus informáticos, va por vosotros!!!

Love of my life.

Esta mañana mientras tomaba tranquilamente mi café Nespresso de media mañana en la oficina he abierto la web de Terra para entretenerme ese ratito libre leyendo noticias y me he sorprendido al encontrar la que os enlazo a continuación: http://actualidad.terra.es/ciencia/articulo/hallada_pareja_abrazada_hace_anos_1376804.htm ¿Qué os parece? ¿No es realmente romántico? En medio de la barbarie a la que estamos acostumbrados cada día al ver los informativos, leer los períodicos o consultar noticias en la web, una primicia emotiva y bonita como ésta se me ha antojado una pequeña joya para la rutina cotidiana. De repente mi imaginación ha volado y he dibujado en mi mente la escena de los dos amantes muriendo juntos en un incendio o en una catástrofe natural, pensando que todo se acaba, que su vida expira, pero siguen juntos, se abrazan fuerte, porque ya no queda esperanza, ya no queda futuro para ellos, salvo pasar el último trance unidos. Al escribir esto me emociono y es que la realidad si

El secreto de la caverna.

Todos tenemos secretos, historias, mundos, detalles, palabras o hechos que deben ocultarse para no causar dolor a otros, incluso a veces, a nosotros mismos. Y es que hay ocasiones en las que obviamos hasta nuestros propios secretos, intentamos vivir como si no existieran, pero están ahí, y por mucho que tratamos de olvidarlos, siguen acechándonos siempre. Éste no era el caso de la bestia, ella escondía su secreto al mundo, no a sí misma, lo guardaba como un tesoro, encerrado, invisible a los ojos ajenos, protegido con sumo cuidado, porque aquel era un secreto tan maravilloso, que si alguien osaba descubrirlo rompería el mágico hechizo creado causándole un gran daño, así que sin duda alguna su resguardo era la máxima prioridad para aquella criatura. Las noches de luna llena, cuando todos descansaban y el silencio inundaba el bosque, la bestia salía a recolectar frutos, no cazaba ni peleaba por otras presas porque había descubierto que podía vivir sin alimentarse de otros animales. Su fa

Motivos por los que amo el cine IV

"Llovía fuera, era temprano y yo aún estaba entre las sabanas. Qué sensación tan agradable es la de saber que no hace falta madrugar y que simplemente estás ahí y podrás permanecer acostada hasta que tu cuerpo te lo pida. Entonces, empezó a sonar una melodía en mi cabeza, era repetitiva pero simpática, y yo no lograba recordar de qué canción se trataba. Di media vuelta en la cama y la melodía continuaba sonando. Me levanté y entonces mi pies quisieron acompañar el ritmo, pero no lo hicieron… no soy de las que baila por las mañanas, me dije a mí misma. Me dirigí a la cocina, y mientras calentaba la leche en el microondas, me vino a la memoria esta tan mala que tengo el título de la canción. Se trataba de “I love to boogie” de los T-Rex. Estaba claro, cómo podía haber olvidado ese nombre, con la de veces que he tarareado y he disfrutado con esas notas musicales al mismo tiempo que lo hacía en pantalla ese niño angelical que tanto me fascina. Y entonces comprendí, en aquel preciso in