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Mostrando entradas de febrero, 2014

Cómo ser un gurú seriéfilo sin tener idea de series en siete cómodos pasos.

Lo que me llegué a reír anoche con este artículo  no está escrito. Lo compartió una amiga en Facebook y creedme que casi lloraba. Cómo ser un gurú indie sin tener ni idea de música en diez cómodos pasos es lo que reza el título. Incluso te aseguran poder morir antes de los 40 con una vida loca a tus espaldas y habiendo tenido una cola de chicas desnudas cada noche en tu cama. Suena bien, suena muy alternativo, suena muy guay, suena el colmo del postureo, eh? Y es que ser un gurú indie mola, pero tampoco vamos a despreciar algo que podía estar a nuestro abasto y mola mucho también. Aunque no sé si ya asegura tantas noches de sexo loco y desenfrenado. Ahí es donde tengo mis dudas. Soy una respetable mujer casada jejeje!!! Pues al lío, de lo que estoy hablando es nada más y nada menos que de ser un gurú seriéfilo. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Yo no lo soy, claro está, pero reconozco que a veces peco en uno de estos cómodos pasos que me aventuro a exponer aquí, y por eso voy a contarl

Pinterest, Divinity y otros inventos infernales...

No voy a perder jamás a la freaky que llevo dentro, a Dios pongo por testigo, como Escarlata O'Hara. Disfruto como una enana viendo semanalmente mi dosis de zombies en The Walking Dead, sueño con disfrazarme de Darth Vader cada Carnaval, e inculco a mis hijos mi amor por el cine, con los títulos que en los ochenta a mí me hicieron amar tanto el séptimo arte, poniéndolos delante de la tele por ejemplo cada vez que emiten Los Goonies o cualquier parte de la trilogía de Regreso al Futuro. Esto es así. Pero un buen día ya hace unos cuantos meses descubrí una red social muy femenina y coqueta que me cautivó ipso facto, me refiero a Pinterest. Empecé a montar mis tableros de decoración, moda y DIY, y a soñar con tener un salón muy nórdico y un armario perfectamente ordenado por colores. Pensé que tenía fiebre pero se ve que no. Lo que me sucedía era que literalmente me estaba convirtiendo en adicta a este invento del demonio. De repente me di cuenta que cada vez que zappineaba en la

La reunión anual con la tutora.

Lo bueno de tener un blog es que nos ayuda a refrescar la memoria a aquellos que la tenemos un poco parca. Hace un año escribí este post . Acababa de tener la reunión anual con la tutora de mi hijo y salí contenta de la misma, muy contenta, para qué engañarnos. Hoy he sonreído al releerlo porque ayer volví a tener la reunión de turno otra vez con su tutora y he podido constatar lo que sospechaba. La tremenda evolución positiva de mi hijo mayor. Su madurez personal, lo a gusto que está en el colegio, la seguridad atesorada ante las situaciones, su notable evolución en lectoescriptura, su afición a las matemáticas, etc. etc. ... También ha mejorado la relación que tiene con respecto a su hermano, en el colegio habla mucho de él, se nota que le adora, aunque también se ve que cuenta que no le deja dormir de noche, y lo usa como excusa para explicar que está cansado y escaquearse un poco. Se las sabe todas. Y doy fe que es una mentira y de las gordas, porque el peque da guerra de noc

No hay dos iguales...

Mis dos hijos son de la misma madre, evidentemente, y del mismo padre, doy fe, pero son tan distintos que me alucinan. Y no sólo en el plano físico, en el que por cierto no tienen nada en común: uno ojos claros, el otro oscuros, uno pelo liso, el otro rizado, bla, bla, bla...., sino también en su carácter, en su forma de ser, de crecer, de todo. Eso sí son los dos guapos a rabiar, qué voy a decir!!! Así que como madre lo que he hecho y tengo que hacer en la crianza del mayor, poco me sirve para extrapolarlo al pequeño. Uno me salió muy dormilón, y el otro no duerme una noche de tirón ni que lo maten, xddd!!! Uno es muy tranquilo y el otro es puro nervio. El mayor siempre iba pasado de peso y de altura sobre todo los primeros meses de vida, ahora ya no tanto, sólo de altura, y el peque es un palo, sopla el viento y se lo lleva. En fin que son tan antagónicos que a veces me pregunto si es que no tuve un affaire secreto y me quede encinta y no me acuerdo de nada. Sino fuera porque físic

El dolor emocional de nuestros hijos.

Por muy malo que tengas el día tener un hijo de 5 años en casa es garantía de que en algún momento u otro éste te arrancará una sonrisa y se te pasarán todos los males de golpe. Mi hijo mayor, como todos los de su edad imagino, tiene unas ideas de bombero que me hacen llorar de risa. Disfruto de verdad con sus observaciones y comentarios, llenos de sentido común, por otro lado, y de inocencia deliciosa. Uno de mis momentos favoritos sigue siendo el de acostarme con él en su cama cada noche y hablar, leer cuentos, comentar el día. No lo hago todos los días porque nos turnamos con el padre pero el día que me toca, lo adoro! Pero lo que más me sorprende no son los momentos en los que me hace reír, sino los que me deja traspuesta por su madurez precoz. En casa llevamos una temporada complicada por culpa del trabajo de mi socio. Las cosas van muy mal y en breve su empresa va a cerrar. Él lo intenta disimular pero está nervioso y llega a casa con mal aire. Y contrariamente a lo que debe h

Vuelta al blog, vuelta a viejas costumbres....

Estamos en la mejor época del año para ir al cine, esto es así desde que yo tengo memoria cinéfila. Cuando no tenía hijos, y por tanto tenía tiempo libre y dinero disponible para ocio, en estos meses no daba abasto a ver todo lo que había en la cartelera de cara a llegar la noche de los Oscar al menos con un buen porcentaje de las películas nominadas vistas. Era estresante pero muy divertido. Así luego podía hacer quinielas y fallarlas de pleno. Pero disfrutaba con ello. Ahora como digo mis circunstancias personales me impiden algo tan simple como ver una película en una sala de cine al año, con palomitas y todo el protocolo, que no sea de animación infantil, y últimamente ni eso, porque el petardillo de mi hijo si no va con su grupo de amigos se ha estado negando a ir al cine. Y en casa no veo casi películas porque es rozar el sofá durante más de 45 minutos, que es el metraje de un capítulo de serie, y caer dormida, fulminantemente, tal y como lo cuento. Y como una es tozuda, como b

Tenía mariposas en el estómago.

Tenía mariposas en el estómago y no sabía a qué se debían. Han sido meses intensos como mama de dos y como trabajadora dentro y fuera de casa. Necesitaba tomarme mi tiempo, reflexionar, y sobre todo dormir. No tener más obligaciones que las que mi día a día me imponía, que no eran pocas. Pero en mi cabeza de vez en cuando redactaba posts, a ratos me apetecía volver a escribir, otros en cambio me agobiaba con la idea. En fin que de un modo u otro me daba cuenta de que tenía mariposas en el estómago y no se debían a otra cosa que a las ganas de volver a darle vida a este blog. Lo echaba de menos. Pues aquí estoy. Aru volvió!