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Mostrando entradas de marzo, 2014

La mala prensa de la lactancia materna.

He llegado a la triste conclusión de que la campaña de descrédito contra la lactancia materna es totalmente exitosa. Imagino que el poder oscuro de las marcas es muy potente y su red de influencia demasiado poderosa. Pero es que está tan normalizado el uso del biberón en un recién nacido que lo contrario, o sea, lo natural, lo bueno, lo sensato, es decir la lactancia materna, es lo que se considera extraño y alocado. Una pena vamos. Yo respeto a las personas que deciden dar biberón porque es una decisión personal pero es que tener ideas tan equivocadas sobre la lactancia materna y exponerlas así sin más hace que muchas madres decidan no apostar por ella por simple desinformación o por mala información recibida. Y ahí es donde me indigno. Además yo ando sensible con el tema desde que mi bebé hace dos meses decidió unilateralmente rechazar el pecho y me tocó darle la leche sólo con biberón, aunque ahora ciertamente prefiere comerse un bistec o un yogur que no beber leche de fórmula del

Al mal tiempo buena cara.

En casa las cosas no andan bien, mi socio está a punto de quedarse en paro porque su empresa va a cerrar después de 14 años de actividad. Ya es oficial. La dichosa crisis que tanto daño está haciendo ha tocado la puerta en nuestro hogar al fin. Era la crónica de una muerte anunciada porque desde que empezó la crisis las cosas iban de mal en peor. Lo he comentado mil veces en este blog. Mi socio lo ha pasado mal francamente y ha tenido episodios de stress y ansiedad importantes. Después de lo que pasamos con mi hijo pequeño el año pasado , mi socio cambió de actitud bastante. Una angustia como la que nos provocó el pensar que nuestro bebé podía tener una enfermedad tan terrible como es la fibrosis quística nos hizo pensar mucho y valorar la suerte que tenemos. Aún con todo quedaban meses de preocupaciones por el trabajo y aunque no tanto, muchos días mi marido llegaba a casa de mal humor con lo que eso conlleva para la convivencia familiar. Pero la verdad es que me he cansado de tan

Tener un niño de cinco años en casa.

Mi mayor ya no es un bebé, para nada, hace tiempo que dejó de serlo. Es un niño de cinco años maravilloso que en junio cumplirá seis. Y digo maravilloso porque me encanta la edad que tiene y lo bonito que resulta convivir con alguien así en el día a día. Esta edad es fantástica, conversar con mi mayor es uno de los placeres más grandes que tengo en mi vida. Su imaginación desbordante me fascina, y yo que sigo siendo una niña soñadora aún ahora con casi cuarenta años, no me canso de escuchar sus historias, sus inventos, sus ideas, qué grande es la mente de los niños, y cómo la echamos a perder la mayoría de las veces en la edad adulta. Jugar con los Playmobil es su actividad favorita mientras está en casa, de hecho es su prioridad, y allí se monta sus películas y sus historias y si me pongo a jugar con él, ahí ya no tenemos fin. No sé cual de los dos se lo pasa mejor. Pero también nos encanta ver mis películas de la infancia (sobre todo las ochenteras, la trilogía de Regreso al Futuro

Lo que he de destacar de True Detective.

Ya vi el final de True Detective, han pasado más de cuatro días y sigo en shock. Realmente pocos finales de temporada, ni tan solo de serie, me han dejado tan flasheada como éste. No soy analista especializada de televisión y por tanto no busquéis aquí una rigurosa disquisición de los 50 minutos finales de la primera temporada de esta nueva joya de la HBO porque eso lo han hecho los bloggeros profesionales en su momento. Lo que sí que intentaré es desgranar lo que más me ha cautivado de esta serie ahora que ya la he finiquitado y he disfrutado intensamente. Advierto que no hay spoilers. En primer lugar diré que pocas series me han abierto tantos interrogantes y me han hecho "googlear" tanta información como ésta . Y lo digo porque a mí me encanta que la televisión, el cine, o los libros, me hagan pensar, buscar respuestas, datos, odio que se me de todo hecho, mala costumbre que suelen tener en las series españolas por ejemplo. Esta historia en cambio es una historia de crím

Maternidad, embarazo y miedo.

En mi departamento hay una compañera embarazada. Me lo contó en plan super secreto sólo a mí porque soy su inmediata superior esta misma semana. Está de dos meses. Es su primer embarazo. Yo me alegré mucho por ella e incluso sentí cierta envidia. Sí, estoy premenstrual y las hormonas me juegan esas malas pasadas. Yo no soy nada observadora. Más bien soy despistada en estas cosas. Pero desde hace unos días la notaba distinta, más alicaída, con menos ánimo. Lo entendí enseguida cuando me contó que ha tenido algunos problemillas físicos iniciales y es normal sentirse un poco plof. Pero ahora parece que las molestias están remitiendo y ella sigue agobiada. Recuerdo en mi segundo embarazo, en el primero lo perdí tan rápido que no tuve tiempo a muchas sensaciones, que yo también andaba muy agobiada y asustada. Es un paso tan grande saber que vas a ser madre y que tu vida va a dar un giro radica, y eso que en ese punto una ni se imagina de verdad la magnitud del cambio, que recuerdo perfe

Mi regalo del Día del Padre.

Breve post hoy por que no tengo tiempo de mucho. Hoy es el día del padre y por supuesto hemos empezado felicitando a mi socio mi mayor y yo en la cama con un detallito y colmándolo de besos porque le adoramos y queremos que lo sepa. También he tenido mi pequeño momento de recuerdo para mi progenitor que allá donde esté sabe bien que lo añoro y le quiero muchísimo. Pero lo mejor de todo ha sido el gran regalo que como padres hemos recibido mi chico y yo hoy. En la revisión de cadera de mi pequeño en el hospital todo ha salido a pedir de boca y nos han dado el alta definitiva en traumatología. La radiografía ha salido perfecta. Hoy pues tengo mucho que celebrar. Así que sin tiempo voy pero no quería dejar de contar por aquí lo feliz que me siento.

Educación vs enseñanza.

Esta mañana en una conversación sin más de pasillo café en mano en la oficina, una compañera me comenta que le han dicho que el colegio al que va mi hijo tiene muy mala reputación. Se lo ha comentado en una distendida conversación de sábado tarde una amiga suya que estudia magisterio y otra que tiene una academia de idiomas a la que por cierto va mi hijo y otros compañeros suyos del mismo centro un par de horas a la semana. Para poneros en antecedentes os contaré que en la ciudad en la que vivo, que tiene 21.000 habitantes, el colegio al que va mi hijo es el único colegio que usa la metodología por proyectos, de ahí que lo eligiera para mi chaval. De hecho la elección fue concienzuda y me dio muchos quebraderos de cabeza justo ahora hará 3 años como podéis comprobar en mi archivo de blog. Que en una ciudad con cinco colegios, éste sea el único que opte por esta metodología concreta demuestra claramente que va contracorriente de lo que es "normal" por estos lares. Así que no

La enfermiza atracción que me provoca True Detective.

OJO SPOILERS! Cuando ya media humanidad ha visto el final de la primera y exitosa temporada de True Detective la menda que aquí escribe aún vio anoche el quinto episodio. No por falta de ganas estoy tan atrasada con la serie, sino por falta de sueño más bien, el que no duermo de noche cuando toca y que me hace ir arrastrada día sí día también, y tener que acostarme a ritmo infantil muchos días. Pero esta falta de ritmo en el visionado de la serie revelación del año no me impide disfrutarla menos. Para nada. Que yo cuando vibro con una serie, vibro, aunque lo haga desacompasada al resto del mundo mundial. Ya hice lo propio con Breaking Bad. Y es que prometo que sobre todo en estos dos últimos capítulos vistos, el cuatro y el cinco, ni he respirado apenas, vamos que ni pestañear siquiera ante la pantalla. Que el ambiente lúgubre de la producción de esta serie, tensa a cualquiera pero leñes, lo que va aconteciendo, el devenir de cada uno de los personajes, las caídas y posterior

Los segundos se crían solos y los terceros más... imagino!

Tengo una amiga que tiene tres hijos y entre ellos no hay una diferencia superior a dos años. Como imaginaréis los primero tiempos fueron de locura pero ella siempre cuenta satisfecha que sobrevivió, mientras pone cara de superhéroe y mira al horizonte. Eso sí también narra que al primero le contaba hasta los pelos de la cabeza, el segundo tuvo que aprender precozmente a tomar sólo el biberón y al tercero, pobre, casi que le dio el pañal para que se lo cambiara solo. Con números superiores de hijos, cuatros, cincos, y siga sumando, me imagino que si se quiere tener un poco de orden y concierto, ya no digo en casa que es mucho pedir, pero sí mental, hay que funcionar con disciplina militar digo yo. Nótese la ironía por favor. No seré tan osada en comprobarlo. Seguro que alguna de las valientes madres de familia numerosa de la blogsfera pueden aportar gustosamente su opinión. En mi caso, con dos retoños, uno de cinco años camino de seis, y otro de un añito recién cumplido, mi salud m

El patito feo.

Durante muchos años me he sentido fuera de lugar en muchas ocasiones. Creo que mi forma de ser no encaja en muchas situaciones y a veces ir tan a contracorriente de todo es cansado. Y no quiero parecer altanera y soberbia con este comentario, nada más lejos, soy cosa simple, más que un mueble de Ikea vamos. De pequeña no me divertía mucho jugando a muñecas, ni poniéndome tacones, ni maquillaje, ya lo decía mi abuela, qué rarita es la nena, al tiempo que me miraba de soslayo y rebufaba. A mí lo que realmente me gustaba era jugar a crear mis propios cuentos con ilustraciones propias y "encuadernaciones" personalizadas. La de broncas que me llevé de mi padre por birlarle las grapas y los rotuladores. Aunque eso lo hacía en la soledad de mi hogar, y delante de mis amigas me acoplaba a sus juegos con cierto pesar y me las intentaba dar de guay, agotador la verdad. En mi adolescencia empecé a ir a mi bola, mis gustos musicales, cinéfilos, incluso mi concepto de pasar un fin de

El making off de un futuro freaky.

Probablemente fracasaré en mi intento y me frustraré un poquito, dado que soy muy insistente en mi objetivo, y las expectativas son elevadas, pero al menos sabré que lo que he intentado, que por mí no habrá sido, y además habré disfrutado en el camino. Soy una madre freaky, me gusta Star Wars y Tolkien por encima de todas las cosas y vibro un lunes por la mañana con vídeos de promociones de la cuarta temporada de Game of Thrones como éste: Así que no os sorprenda que ayer aprovechando que mi hijo mayor estaba muy pochito le hiciera una clase introductoria de Star Wars mientras descansábamos en el sofá proyectando el episodio I. Como ya hace días que le voy contando quienes son personajes como Luke Skywalker, Darth Vader o el Maestro Yoda, él se quedó absolutamente enganchado. Y no ve la hora de que sea finde y de ver el episodio II. Y yo feliz!!!

Colechando y a las ojeras espantando.

En mi trabajo hay un montón de mamas jóvenes con niños pequeños y bebés. Día sí día también se comenta en las pausas café o en la comida lo mal que muchas descansan por las noches. El agotamiento que tienen por estar días y días sin lograr conciliar una noche entera de tirón. Y siempre hay un patrón. Todas buscan qué narices les pasa a sus bebés. Quieren tener un motivo con el que justificar que sus hijos lloran durante la noche. Que si les crecen los dientes, que si tienen tos, que si les molesta el pañal, que si tienen frío, calor, etc. etc. Pues están equivocadas. Yo tengo la solución y es más que evidente, exceptuando cuando los niños están enfermos claro, y es que esos niños lloran porque no quieren estar solos en su cuna, separados en otra habitación, lejos de sus padres. No hay más. Evidentemente este razonamiento lo hago aquí y me lo callo ante ellas. Me muerdo la lengua porque sé que no puedo compartir esta opinión sin que me abucheen y me digan que eso son tonterías, que si

Cinema Paradiso, más que una película.

Hace seis años escribí esta entrada  en mi blog sobre Cinema Paradiso. Perfectamente la podría volver a escribir hoy. Tal cual, exacta, idéntica, porque lo que sentía entonces lo sigo sintiendo ahora. Si amo el cine tanto es sin duda porque existen películas como ésta. El domingo la volví a ver en La Sexta 3. Era la enésima vez. No me canso. Cada visionado es como el primero. Emocionante. Único. Intenso. Maravilloso. Escucho las primeras notas de la melodía que para este film compuso Ennio Morricone y se me eriza el vello de todo el cuerpo. Adoro todos y cada uno de los personajes pero sin duda Toto es el que más me conmueve. Y os contaré por qué. Mi padre que fue la persona que me enseñó a amar el séptimo arte y la persona que me descubrió también esta película siempre decía que en Toto había mucho de él. Él también había crecido en la posguerra en un pequeño pueblo con miseria y penurias. Había sido un fanático del cine y se había colado mil y una veces en la sala del operador de