Mi paciencia tiene límites, sí, aunque parezca mentira los tiene y lo he comprobado personalmente en muchas ocasiones de mi vida. Esta mañana ha sido la última. Mis adorables vecinos han vuelto a poner su estridente y horrible música a todo volumen por enésima vez y yo, en lugar de dirigirme amablemente a su portal, tocar su timbre y pedirles con mis mejores palabras que hicieran el favor de bajarlo (táctica que evidentemente no ha funcionado en los meses que llevo de convivencia con ellos desde que se trasladaron a vivir a mi comunidad), he caminado con paso firme hacia mi colección de CD's, he seleccionado el recopilatorio de Grandes Éxitos de INXS, y me he dicho a mi misma: "Si no puedes con ellos, únete a ellos". Y han probado su propia medicina, eso sí, con buena música....
El mundo visto con humor, amor y mucha tolerancia.