Ir al contenido principal

Tres éramos tres.

Hoy me ha pillado el puntito nostálgico y me ha dado por recordar, hoy justo cuando mi amiga M cumple 31 años, ella que vive tan lejos y tan a parte de mí, de mi mundo, de todo lo que fuimos alguna vez, allá a lo lejos, a orillas del lago Michigan. Y justo cuando se inicia la cuenta atrás de la última semana de gestación para mi amiga P., cuando queda nada para que sea mamá por primera vez, ella que está tan cerca de mí, a tan sólo 50 kilómetros, ella que aún sigue siendo parte fundamental de mi mundo y con la que sigo compartiendo tantísimas cosas, incluso los nuevos amigos que hemos ido ganando en este tiempo.
Tres éramos tres, inseparables tres, siempre tres. Empezamos a serlo a la tierna edad de 14 años, en el momento preciso en que perdí por culpa de un despiadado cáncer a mi hasta entonces íntima amiga O, en el instante en que comprendí que la vida a veces podía ser cruelmente corta, que no todo era tan maravilloso como había creído hasta entonces, y que no debía perder mi tiempo en nada que no valiera la pena, porque era demasiado importante, y ahí entraron ellas en juego, en una fase de cambios y convulsiones en mi vida que me transformaron para siempre.
Mucho tiempo ha pasado y ahora nuestros caminos se han separado: M por un lado, y P y yo, por otro. Supongo que siempre queda algo de lo que hubo en aquellos días, aunque en las últimas ocasiones en las que hemos compartido tiempo con M, tanto P como yo, nos hemos sentido ya muy ajenas a sus inquietudes: sus masters en prestigiosas universidades, su cosmopolita marido, su ritmo frenético de vida, sus noticias intermitentes en lapsos de tiempo gigantes, siempre viajando por todo el mundo, ahora todo es tan diferente. La noto feliz y me alegro por ella, pero ya no tengo nada que ver con lo que es.
Hoy le he mandado un escueto e-mail para felicitarla, seguramente hace unos años habría sido impensable que mi mensaje de felicitación fuese tan frío y tan seco como el que hace un rato he tecleado desde mi ordenador, pensando en la diferencia horaria. Pero la vida es así, cruces de caminos infinitos que dejan de serlo el día en que uno se va de este mundo. Las personas forman parte de pequeños retazos de nuestras vidas, siempre valoro encontrarlas, no importa por cuanto tiempo, todos tenemos algo que ofrecer y algo que recibir, pero sólo aquellos que permanecen constantes a lo largo de mucho tiempo, aquellos a los que te aferras y de los que sientes que no puedes soltarte, son los que dejarán las huellas más profundas e imborrables en el alma. Aún así he de reconocer que todo aquel con el que he conectado en algún momento de mi vida, ha sido un tesoro valioso para mí, y M lo fue, no me cabe duda, tal vez uno de los grandes. Hoy desde este pequeño rinconcito que ella desconoce, le envío otra felicitación, ésta menos escueta que la de antes, pero es que como tantas otras cosas, también necesitaba escribirla.

NOTA ADICIONAL: Esta es la canción que escuchaba los días en que empezó a romperse todo aquello...

Comentarios

Sett ha dicho que…
que complicada es la vida...la amistad es valiosisima,y existe siempre y resiste al paso de tiempo...pero a veces la felicidad de alguien es a costa de la amistad,al tener que estar lejos.

Un gran post,te has superado...y muy triste,muy muy triste.
Unknown ha dicho que…
Muy humano, Arual, algo que no es sencillo de encontrar en estos tiempos. Las pérdidas nos enseñan a valorar, pero no todo el mundo aprende, como has hecho tú, capaz de hacer un homenaje al pasado, convirtiéndolo en presente, en regalo para nuestros ojos.
Esa canción también me trae recuerdos de amistades que quedaron alejadas en el tiempo y el espacio, tal vez más en el espacio interior. Este tipo de nostalgias son las bellezas tristes que se esconden tras la pantalla del mundo.
Te mereces un pedacito de futuro sonriente, el mundo se lo merece.
David Daniel ha dicho que…
Caray,que triste,ya te digo....la verdad eres tu mucho mejor persona que ella en ese aspecto,ya que sabes valorar lo que es la amistad.

Si ella lee esto tendria que venir y comerte a besos.

De momento,yo te mando uno:muak

;)
elbé ha dicho que…
El tiempo de esta canción ya pasó, mi vida también ha cambiado mucho desde entonces. Como me decías, veo que te puede la nostalgia en estos momentos, quizá te arranque una sonrisa recordar alguna conversación o alguna juego al que jugarais sólo las tres, o algún novio que os disputásteis o algún chiste que ella contaba tan bien... siempre te quedará eso.

Por cierto, mis iniciales son P.L.M. ;-)

Un beso.
Adolfo ha dicho que…
"Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas que nos dejo un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón. Como un ladrón se esconden detrás de la puerta. Te dejan tan a su merced como hojas muertas ..."

La nostalgia es buena si de los recuerdos sabes sacar la mitad. La buena.
Hoy estás un poco depre, pero seguro que al conocer a las personas importantes de tu vida has crecido un montón como ser humano. Yo me quedaría con ello, en el fondo seguro que eres como eres un poco por ellas.
A mi me gusta como eres. Estas segura que ellas no te echan de menos de vez en cuando.

Perdonad, ya se que siempre saco a Serrat, pero es que tiene para todos. Además forma parte de mi educación. La que no me supieron dar en ningún colegio. Suerte que mis padres pusieron sus discos a mi alcance.

Saludetes.
Arual ha dicho que…
Sett: Gracias por esas cosas tan bonitas que dices de mí, la verdad es que hoy lo que me ha superado ha sido la nostalgia, más que nada. De todos modos éramos tres, y ahora quedamos dos, sólo una se alejó, y de hecho empezó a hacerlo mucho antes de irse a vivir a USA, pero también sé que ella aún me considera una de sus mejores amigas, aunque yo no la sienta tan cercana como ella a mí... Fui su testigo de boda, imagínate!!

Juan: Siempre intento aprender de lo que me sucede, de lo que gano y de lo que pierdo, en cierto modo soy como una esponja, me gusta absorber. Y bueno respecto a la canción, buff, a mí me trae muuchos recuerdos de esa época, no he podido evitar insertarla...

David: No te creas, que yo soy muy mala, de verdad, jeje... No ahora en serio, lo que pasa es que ella empezó a salir con alguien que era muy distinto a nosotras, se casaron, fueron felices y comieron perdices, y él fue quien la fue alejando de mí y de mi otra amiga, ella ni siquiera sabe que ese distanciamiento se produjo tal y como yo puedo sentirlo, porque de hecho cuando viene a España yo soy la primera persona a la que llama, ye el día que tuvo a su bebé, me llamó por teléfono al cabo de pocas horas desde el hospital en Chicago, ya ves!

Elbé: Bueno, bueno, P y yo recordamos muchas veces los tiempos en que estábamos tan unidas a M, y nos reímos mucho, por eso en días como hoy echo de menos todo aquello. Además es curioso también el tema de los novios, P salió con un ex mío, y yo con uno de M, y a pesar de eso, después, seguíamos siendo tan amigas, jejeje!!!

Adolfo: Pues claro que soy como soy gracias a ellas, y P sigue siendo mi muy mejor amiga, ojalá que por muchos años, y a M, le he dedicado este post, creo que le debía algo a sí, o mejor dicho, me lo debía a mi misma...
Adolfo ha dicho que…
Pues claro que si, XXDD.
Mae ha dicho que…
Precioso post y tan real como la vida misma.
La gente llega, se arraiga en nuestros corazones, y después, muchos de ellos parten a sitios donde es casi imposible seguirles el rastro. Siempre permanecerán en nuestro recuerdo, y siempre llegará gente nueva que de un modo u otro remplace la baja que se ha quedado un nuestras vidas.
Todo forma parte de un ciclo invisible...
Un beso y gracias por ser y sentir así.
Arual ha dicho que…
Mae supongo que lo mejor de todo es el recuerdo y los momentos vividos con esas personas que ahora ya siguen sus caminos lejos de nosotros. Es como tú dices un ciclo invisible, pero sin fin, no???
Otro beso para ti!!!

Entradas populares de este blog

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA