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Pesadillas II.

La imagen se presenta clara y nítida, él conduce y ella le mira desde el asiento del copiloto, sus ojos denotan odio, rencor, desamor fraguado a base de años. Él siente un leve sopor, tal vez necesitaría descansar, pero mejor va a ser callar, no decir nada, él puede aguantar, si se queja o plantea la posibilidad de hacer un alto en el camino ella enfurecerá, tiene demasiada prisa y volverán a discutir. No vale la pena. Sus gritos nunca llevan a nada. Sus confrontaciones son tan absurdas como el seguir viviendo juntos después de tantos años. Pero la maldita inercia les impide hacer algo al respecto, acomodados en su indigna existencia, en su patética y malsana rutina, se han convertido en expertos en hacerse daño y ni siquiera les importa lo más mínimo. En cualquier caso hoy todo va a finalizar. Yo les observo desde el asiento trasero. Sé qué me encuentro ante el momento exacto. Lo veo todo desde mi privilegiada butaca. Vuelvo a tener miedo, un escalofrío recorre mi cuerpo. Entonces él da un volantazo brusco, el sueño se apoderaba de él, ella le grita desaforada, él la ignora, ella rebufa, él se gira y la mira con asco. Entonces el camión hace acto de presencia. Sale desde su endiablado escondite sin avisar, sigilosamente. El choque es brutal. La muerte instantánea. Ahora veo la escena desde otro ángulo, desde la cuneta, grito ahogada, es el final, lo intuyo, me sobresalto y me despierto anegada en sudor. Otra noche más he sido testigo de esta pesadilla, de lo que tal vez pudo ser el final fatal de mis progenitores. Jamás lo sabré. Jamás ninguno de los dos podrá hablar y contarlo. Ahora ellos ya no están. Con la mano sólo alcanzo a palpar la de Jorge a mi lado, la aprieto fuerte, su contacto me reconforta, es noche cerrada, el día aún tardará en llegar, pero él sigue a mi lado. Como siempre.

Comentarios

Duna ha dicho que…
Dos veces bueno, arual. Mis felicitaciones. Breve, conciso, claro, contundente.

Tendré que encontrar tiempo para visitar tu antiguo domicilo del espace.
Arual ha dicho que…
Gracias Monologuista me alegro de que te haya gustado.
Como ves la pesadilla de Candela se las traía, y nada tenía que ver con Jorge.
Buenas noches!
Unknown ha dicho que…
¿y en esa pesadilla no haces nada por gritar, por hablar, por siquiera escapar? no estás tú en la pesadilla?
¿se puede soñar sin soñarse a uno mismo?
hummmm qué inquietante
Fernando J. López ha dicho que…
me quedo con esa mano que alivia el despertar... con la espalda en la que cobijar el miedo... temer en soledad es temer dos veces

besos de sueño plácido ;-)
Arual ha dicho que…
Juan: Candela no grita ni hace nada por escapar porque lleva soñando eso mucho tiempo y sabe que se trata del momento previo al accidente mortal de sus padres. No creo que pudiera gritar aunque quisiera, en ese momento, atrapada en el asiento trasero de su coche se siente ahogada. Esa es la sensación... no sé!

Cinephilus: Mmmm tomo esos besos de sueño plácido y los dejo guardados en el cajón de mi mesilla de noche, por si los necesito.... gracias!
naidleim ha dicho que…
Me ha emocionado muchísimo este post.
No he tenido ninguna experiencia tan traumática, pero hace un par de años el hijo de unos amigos de mis padres se mató en un accidente de moto. En casa aún lo echamos de menos.

Recibe mi cariño y espero que mis abrazos puedan reconfortarte un poco
Arual ha dicho que…
Naidleim, se trata de un relato ficticio, afortunadamente mis padres siguen vivos y espero que por muchos años más. En cualquier caso si la historia te ha emocionado, ya me vale, lo importante es lograr transmitir algo con las palabaras.
Saludos!
Anónimo ha dicho que…
Lo bueno que tienen las pesadillas es que acabamos despertando de ellas.

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