Ir al contenido principal

Aplicando ecuaciones...

Después de un jueves, no Murphy como los anteriores, pero sí un poco extraño en el que la mezcla de lo positivo y lo negativo, de lo blanco y lo negro, de mis ilusiones y mis obsesiones, pero sobre todo, de mis miedos, me desbordó, ahí queda escrito en este blog ese post-mezcladepensamientoseidiotecesdulcesamargasdearu, llegó el viernes, y la verdad es que amanecí mucho mejor. Algo tuvo que ver subir la persiana y ver desde la terraza de mi habitación, con una sonrisa azul, siempre azul, grabada en mi mente, unas magníficas vistas de "Els Ports" completamente nevados e iluminados por el sol que a esas horas barría el paisaje, ojalá mi cámara hubiera tenido la bateria a punto, os juro que habría hecho una foto y la habría colgado, a ver si mañana siguen las montañas igual de bonitas y puedo tomar una instántanea. Pues eso, que lo que oprimía mi pecho ayer se aflojó ligeramente y me dejó respirar, así que empecé el día con una cierta carga de energía e intenté reflejarla sin más regalando mi serenidad y mi mejor talante a las personas que me rodean a diario. Fue un buena jornada. Un momento feliz, tal vez efímero, pero suficiente para que yo me sintiera mejor. Aún así no puedo dejar de pensar porque a veces mis viajes a los túneles oscuros y siniestros que se esconden dentro de mí se acompañan de este tipo de momentos de felicidad, es como si mi vida, el destino, yo o quien quiera que sea quien rige cada instante de mi existencia, quisiera fragmentar mi tiempo en dosis altas de buena armonía y después lo compensará con sobredosis de temor... Siempre me pasa, siempre sucede, afortunadamente tengo abrazos, tengo canciones, tengo palabras, tengo momentos azules, siempre azules, que suavizan los efectos, tal vez eso reconstruya constantemente mi habitual benevolencia y positividad. Hoy no quería ponerme reflexiva, de hecho quería hablaros de cuanto me gusta el Dr. House con un cierto toque de humor, pero ya veo que no es el momento, lo pospongo y me despido, mañana de nuevo será otro día... Aplicaré pues con rigor una de mis ecuaciones favoritas que escribió precisamente alguien a quien ya sabéis admiro mucho, Woody Allen: COMEDIA=TRAGEDIA + TIEMPO. Gran verdad, ¿sí o sí?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
jajjajaj
pues sí gran verdad
A veces la felicidad es tan simple cómo comer un pan recién horneado untando en mantequilla....
Unknown ha dicho que…
comedia=tragedia+tiempo
tiempo=comedia-tragedia
tragedia=comedia-tiempo

Salud! y afortunada de ti, que tienes todo eso!
Arual ha dicho que…
Mari: Mmmmmm me han entrado ganas de merendar... En una tarde fría de sábado como esta tal vez una taza de chocolate caliente, sí!!!

Juan: Sí soy afortunada y debo ser consciente de ello para conservar todo lo bueno y no perderlo. Ahora verás parte de eso bueno de lo que hablo en este post en el siguiente.... Besos!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa