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Me desquitaré!

Mañana inicio la temporada de bodas de este año, temporada breve pero intensa, como los romances de Pipi Estrada. Tres sábados seguidos de tarta nupcial, que se besen múltiples y danzas folklóricas a modo paquito el chocolatero para no olvidar, en fin todo un planazo que se desarrollará en diferentes partes de nuestra geografía española. Empiezo en Zaragoza mismamente con el enlace de una de mis compañeras de facultad y buena amiga. Será pues un momento de reencuentro que sin duda conformará lo mejor del evento. Menos mal que para finiquitar esta tanda de "torturas" nupciales, me he organizado una traca final de lujo. Tengo entradas para el concierto de Sabina y Serrat de Tarragona del próximo 22 de septiembre. Ahí me desquito fijo!
Y es que ya he hablado largo y tendido muchas veces de lo poco que me gustan las bodas y la manía que tiene la gente de invitarme a ellas, si es que yo preferiría que me invitaran a la luna de miel, por el viaje, más que nada, que no molestaría ni na, leñes! Y ya lo digo, pero no me hacen caso.
Sólo espero que al menos la cosa dure, porque últimamente no paran las noticias de divorcios y separaciones, si hasta el matrimonio de los Duques de Lugo parece que se va al traste, y claro al final una acaba pensando que ha sido un fraude hasta hacerles regalo, con lo poquito que están juntos después. Qué barbaridad!
Si es que al final parece que todo acaba siendo lo mismo...



Cada día - MIGUEL BOSÉ (WITH HOTEL PERSONA)

Comentarios

Raquel ha dicho que…
Dí que sí, que debería instaurarse la costumbre, ante un divorcio, de devolver los regalos de boda recibidos, coñe
Fernando J. López ha dicho que…
Lo de las bodas es, francamente, una tortura... Yo ya he inventado excusas verosímiles para no asistir a dos de ellas este año. Y, francamente, lo bueno de ser gay hasta hace poco era que nos evitábamos ese ritual, pero gracias a la ley, ahora también estoy sometido al mismo peligro social y ya he visto más listas de bodas de las que me gustaría... Y eso sin mencionar las hórridas despedidas de soltero/a, en las que uno debe hacer el ridículo quiera o no, además de que el concepto en sí mismo es patético: me despido de ser feliz y libre para ser amargado y esclavo. ¿Es que no hay vida de persona normal más allá del ritual del matrimonio? ;-)
Solo puedo decir -y poner al sastre del duque de Lugo por testigo- que si algún día me caso lo haré en absoluto secreto. A fin de cuentas, ¿no estamos hablando de la esfera de lo íntimo y lo personal? Total, ya puestos, sería más divertido que nos invitasen al viaje de novios. Así, por lo menos, veríamos mundo...
Besos (muchos y solteros), guapa
Mae ha dicho que…
Pues ya sabes, a pasarlo muy muy bien. y lo de los Duques de Lugo.. ¿extraña? pero si el pierde mas aceite que el Paco Clavel...
En fin.. ya veremos. Besos guapa.
Anónimo ha dicho que…
yo no devuelvo ningún regalo de boda. Pero los de novios, esos sí. Exisjo todosssssssssssssss mis regalos!!!!!
Arual ha dicho que…
Raquel: Jejeje! Pues sí o al menos establecer plazos mínimos de duración matrimonial para que no prescriba esa norma, que los hay que no llegan al año, xddd!!

Cinephilus: A mí me habría gustado casarme en una ceremonia secreta y romántica en medio del bosque llena de velitas alumbrando el momento y con la luz de la luna llena bañando la escena, como Susan en MUJERES DESESPERADAS, algo inolvidable y nada bullicioso, ese es mi concepto de boda, romántica que es una que se le va a hacer. Pero la parafernalia y el gasto desenfrenado e irracional que ahora suponen las bodas es algo que no cuadra conmigo, y eso que elegí casarme de este modo para hacer feliz a mi chico, ya que él quería una boda tradicional. Y bueno lo de las despedidas es ya alucinante, coincido contigo en el concepto, ¿nos despedimos de qué? ¿de ser felices? ¿de ser libres? Pues no nos casemos, leñes, es lo lógico. Si el matrimonio significa despedirse de eso apaga y vamonos. En mi caso dejé claro que no quería ninguna despedida, y me la hicieron sorpresa, casi mato a mi mejor amiga que fue quien la organizó, menos mal que el tiempo todo lo cura, y ahora casi ya la he perdonado del todo después de cuatro años. De todos modos te diré que la boda de este fin de semana aún estuvo bien, me reencontré con todo mi grupo de amigos de la universidad, algunos a los hacía mucho tiempo que no veía, y eso es definitiva fue lo mejor, charlar, recordar viejos tiempos, reir muchísimo e ir de fiesta con ellos por Zaragoza, ¿no?

Mae: No si hace tiempo que corren rumores pero no pensaba que la estricta y perfecta monarquía española admitiera un fleco así... tiempo al tiempo!

Mari: No tienes que hacerlo que tu al menos duraste un tiempo razonable.... jeje!! Besotes!!
Zar Polosco ha dicho que…
Lo peor de los que se divorcian es que terminan volviéndose a casar. Y te vuelven a invitar. Y, a lo mejor, los dos. La leche.
Zar Polosco ha dicho que…
Se me ha pasado. Con respecto a la monarquía española, Isabel II se acostó con todo quisque salvo con su marido, Francisco de Asís, que nunca tenía aceite pues siempre lo iba perdiendo. Nihil novum sub sole.
Arual ha dicho que…
Ni que lo digas Zar, casi todos vuelven a caer otra vez en las redes del matrimonio, y ale de boda de nuevo!

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