Pasea, se evade, se pierde. Está allí. Justo donde quería estar, pero no como ella desearía. Anhela pertenecer a su mundo pero no puede. Lo roza, superficialmente, con las yemas de los dedos, por unos instantes, y luego se le escapa. Lo admira, es precioso, quiere quedarse, pero no puede. Hay tantas barreras construídas entre los dos. Muros fuertes e insalvables que jamás podrán ser derrocados. Las sentimientos son inmensos, como ese mar azul que ella ahora observa detenidamente, son muy grandes, demasiado, tal vez ni siquiera ella sea capaz de soportarlos, la presión es tanta que rompe a llorar. Llegó tarde, demasiado tarde. Querría tener el poder de manipular el espacio y el tiempo, como Hiro Nakamura en "Héroes", y cambiarlo todo para cumplir su sueño. Pero no tiene superpoderes. No los tendrá nunca. Esto no es un juego, esto no es un cómic, es su vida, su vida real. Así que se conforma pisando las calles que él pisa, buscando su rostro entre la multitud, notando la brisa marina que baña su cara tantas veces en aquella playa, su playa, sintiéndole más cerca que nunca y aferrándose a aquellas sensaciones. El mundo se para y nada importa. Volver a la realidad será peor, pero eso sucederá mañana, hoy no. Después de todo siempre quedará su isla.
Mientras tanto él nota su presencia, algo le dice que anda cerca, cambia sus planes, rompe su rutina, hoy no es un día cualquiera, hoy es especial. Corre, corre, corre, no deja de correr, mira, mira, mira, no deja de mirar, quiere verla, quiere estar con ella, quiere hablar con ella, quiere esconderse con ella, quiere abrazarla para siempre, lo desea tanto, pero no puede. Ya es demasiado tarde. Su juventud, su encanto, su sonrisa, lo tiene cautivado, hechizado, no tiene escapatoria, con ella no, su imagen está grabada a fuego en su mente y en su corazón. Pero él también choca de frente con sus propios diques, altos y bien construídos, mira atrás y sabe que no va a romperlos, nunca los romperá. Cierra los ojos y piensa de nuevo en su isla, siempre la tendrá allí y lo sabe. Sonríe. Cuando llegue mañana y ella se aleje, volverá a la isla a buscar su refugio. Quien sabe si algún día su isla se hará realidad. Ninguno de los dos dejará de soñarlo.
Mientras tanto él nota su presencia, algo le dice que anda cerca, cambia sus planes, rompe su rutina, hoy no es un día cualquiera, hoy es especial. Corre, corre, corre, no deja de correr, mira, mira, mira, no deja de mirar, quiere verla, quiere estar con ella, quiere hablar con ella, quiere esconderse con ella, quiere abrazarla para siempre, lo desea tanto, pero no puede. Ya es demasiado tarde. Su juventud, su encanto, su sonrisa, lo tiene cautivado, hechizado, no tiene escapatoria, con ella no, su imagen está grabada a fuego en su mente y en su corazón. Pero él también choca de frente con sus propios diques, altos y bien construídos, mira atrás y sabe que no va a romperlos, nunca los romperá. Cierra los ojos y piensa de nuevo en su isla, siempre la tendrá allí y lo sabe. Sonríe. Cuando llegue mañana y ella se aleje, volverá a la isla a buscar su refugio. Quien sabe si algún día su isla se hará realidad. Ninguno de los dos dejará de soñarlo.
Comentarios
Y siempre podemos confiar en el amor y la amistad, cuando son verdaderos.
Tu historia me trae vientos de esperanza, Arual; es buena la combinación de océano y mar, aunque en este tiempo no la hayas disfrutado; pero volverá.
Y cuando vuelva ya puedes avisar!!
Salud!
un saludo
Es así, tal cual ¿Por qué toman menos de lo que se ofrece? ¿Cuál es la distancia que nos separa de nuestros propios diques?
¿me ayudas?
Porque yo no lo entiendo.
Sett: No hay que poner diques, pero a veces los que hay son difíciles de romper, ¿no crees?
Mari: Difíciles cuestiones me planteas a las que no tengo respuesta, mi relato trata de hablar de un amor imposible, increíblemente hermoso, grande y fuerte, pero imposible...
Pi: Saltar el muro sí es una buena opción, la mejor, la más heróica, pero hay que ser valiente para hacerlo y no temer las alturas, ¿verdad?
Por ciero, me has recordado a la película de greese (creo que se escribe asi) La de Travolta y Olivia. No me preguntes por que, pero me he acordado de ella al leerte. un beso.