La crisis.

A pesar de mi formación, soy licenciada en ADE, no suelo hablar de economía por estos lares. Y no lo hago porque aunque suelo tener mi particular visión de la actualidad económica este blog es un espacio más personal y no me apetece aburrir con monsergas a mis lectores, :) Pero hoy necesito hablar sobre economía, mejor dicho hoy necesito hablar de sentido común, cuya falta es el problema más grave al que nos enfrentamos los españoles.

Desde 2007 la crisis económica es una realidad tangible en nuestro país. Primero se negaba rotundamente desde el Gobierno y después dejó de negarse porque ya no podían esconderse las evidencias. Aquí olía a podrido y el ambientador no camuflaba la peste.

Vamos camino de 2012 y esta crisis ni se ha solucionado ni hay visos de solucionarla. Es más mi pronóstico es poco alentador. Esto se va a poner mucho peor aún. La España en la que hemos vivido estos años no volverá, al menos nuestra generación no la volverá a ver. Y explicaré el por qué de mis malos augurios.

Esta noticia acerca del Consejo de Política Territorial me ha cortado la digestión por la mañana. La Ministra Salgado propone financiar con créditos ICO la deuda de las autonomías. Vamos a ver, hablando en términos domésticos que es como a mí me gusta hablar, si no lo entiendo mal esta medida implica que como yo no puedo pagar mi hipoteca porque no tengo ingresos suficientes va y me voy al banco a que me den otro crédito. El pez se come la cola. ¿Estamos locos o qué? Vamos a acabar peor que Grecia!

No encontraréis en mi texto color político alguno, me da igual la izquierda que la derecha, creo firmemente que los políticos de este país han perdido la pinza hace mucho, y el barco va a la deriva. Y éste es un ejemplo práctico donde vemos cómo se gobierna este país.

Tenemos motivos para indignarnos y reindignarnos cien veces cien.

Ya en 1998 cuando cursaba Coyuntura Económica en la facultad mi profesor explicaba qué problema esencial tenía la economía española: falta de productividad. Este handicap, que durante el boom inmobiliario se camufló cuando las AAPP convirtieron suelo rústico en urbanizable y todos se tiraron al ladrillo, en lugar de mejorar se ha seguido agravando. De ahí que acabado el chollo, cuando la burbuja inmobiliaria explotó nos quedamos en una situación desastrosa.

No somos productivos, nuestras empresas no son competitivas, no creamos empleo ni estamos preparados para crearlo. Hemos vivido de las rentas del ladrillo, nuestra banca ha pervertido el sistema, hemos engrosado el tamaño de nuestras administraciones hasta límites insospechados, hemos estirado más el brazo que la manga, nos hemos endeudado todos a lo bestia, y ahora estos excesos los pagamos caros.

¿Recortes? Sí, recortes, no hay más, son necesarios. ¿En qué? Eso es lo complicado, pero un buen gobernante ha de actuar con mesura y saber dónde ha de aplicar el tijeretazo. El sentido común debe imperar aunque está claro que nuestros políticos no saben qué es eso. Nunca recortes en educación (educar es invertir en futuro, es progreso, es el pan de nuestros hijos), en sanidad (eh! cuidado, invertir en salud, es invertir en bienestar y el bienestar es futuro, progreso), en gastos sociales (eh! que no paguen los más desfavorecidos - discapacitados, personas mayores... - los excesos), en defensa (ahí hay que recortar, podemos vivir sin aviones de última generación en el ejército), en administraciones públicas (por supuesto, no tiene ningún sentido la duplicidad de organismos oficiales que paga el ciudadano con sus impuestos), en infraestructuras (mejor no comentar el tema del aeropuerto de Castellón sin ir más lejos...), etc. Y con esto sólo he puesto pequeños ejemplos de cómo creo que debería actuarse, aunque está claro que de momento ningún gobernante se ha planteado un esquema así.

Pero no sólo las AAPP deben hacer deberes, todos debemos hacerlos también. Como he dicho el estado del bienestar en el que hemos vivido hace aguas, no suena bonito, pero es así, no se sostiene por ningún lado. Y los españoles tenemos que cambiar el chip. Se acabó el trabajo para toda la vida, o nos apuntamos al carro de la flexibilidad laboral o estamos perdidos. La formación no será sólo el adorno del curriculum, va a ser imprescindible. El copago en sanidad está a la vuelta de la esquina, nos guste o no. Vamos a tener que apretarnos más los cinturones y arrimar el hombro fuerte en este país si queremos salir medianamente airosos. Y no va a ser algo fácil ni sencillo, el camino será largo y pedregoso.

Qué post tan contundente para un jueves de finales de julio ¿verdad? Lo siento pero hay cosas que necesito vomitar. Y la falta de sentido común que impera alrededor me retuerce el estómago sobremanera.