Empezó 2012 y de momento no se ha acabado el mundo como advirtieron los mayas, no les creí nunca he de confesarlo, aunque claro viendo las noticias parece que los siguientes doce meses no van a ser para tirar cohetes ni mucho menos. De todos modos tengo motivos para animarme y mucho. Tras una semana con los yayos en el pueblo de asueto y separado de mí, mi peque vuelve a estar conmigo. Desde el viernes estoy de vacaciones y oficialmente soy mamá a tiempo completo, qué maravilla!!! Le he echado mucho de menos estos días y sabéis ha sido mutuo... así que ahora nos pasamos el día embobados el uno con el otro. No hay manera mejor de empezar un año no es cierto?
Ya el viernes cuando nos vimos al llegar a casa de mis padres por la noche nos fundimos en un abrazo interminable. Aquella noche dormimos juntitos. Sí mandé a su papi a la otra cama y nos dormimos abrazados, qué maravilla!! Desde entonces estamos embobaditos el uno con el otro, bueno como siempre, no como siempre no, más todavía.
Tal fue así que hasta me daba pena dejarle en Nochevieja con mi suegra. Ya quedamos hacía semanas que ella se quedaba este año de canguro esa noche. Era la primera vez que pasábamos la Nochevieja separados. A ella no le apetecía salir y me propuso estar con su nieto así que dado que mis padres también salían a cenar, y mi hermana y mi cuñado también, mi marido y yo nos apuntamos a la cena que organizaban nuestros amigos en un restaurante del pueblo. La verdad es que llegado el momento mi niño se quedó encantado con mi suegra. Entendía perfectamente que nosotros salíamos a cenar fuera con los papis de sus amiguitos y que él cenaría con la yaya y se quedaría durmiendo con ella. Pero yo estaba triste tras estar toda la semana sin él. Mi socio me animó diciéndome que lo pasaríamos bien y que él ya se quedaba bien con la yaya.
Y la verdad es que al final lo pasé muy bien pero bueno en cuanto llegué a casa me acosté a su ladito para despertar junto a mi niño la primera mañana del nuevo año.
Y así empezó 2012... el resto de la historia aún se tiene que escribir...
Ya el viernes cuando nos vimos al llegar a casa de mis padres por la noche nos fundimos en un abrazo interminable. Aquella noche dormimos juntitos. Sí mandé a su papi a la otra cama y nos dormimos abrazados, qué maravilla!! Desde entonces estamos embobaditos el uno con el otro, bueno como siempre, no como siempre no, más todavía.
Tal fue así que hasta me daba pena dejarle en Nochevieja con mi suegra. Ya quedamos hacía semanas que ella se quedaba este año de canguro esa noche. Era la primera vez que pasábamos la Nochevieja separados. A ella no le apetecía salir y me propuso estar con su nieto así que dado que mis padres también salían a cenar, y mi hermana y mi cuñado también, mi marido y yo nos apuntamos a la cena que organizaban nuestros amigos en un restaurante del pueblo. La verdad es que llegado el momento mi niño se quedó encantado con mi suegra. Entendía perfectamente que nosotros salíamos a cenar fuera con los papis de sus amiguitos y que él cenaría con la yaya y se quedaría durmiendo con ella. Pero yo estaba triste tras estar toda la semana sin él. Mi socio me animó diciéndome que lo pasaríamos bien y que él ya se quedaba bien con la yaya.
Y la verdad es que al final lo pasé muy bien pero bueno en cuanto llegué a casa me acosté a su ladito para despertar junto a mi niño la primera mañana del nuevo año.
Y así empezó 2012... el resto de la historia aún se tiene que escribir...
Comentarios
Besos y eso, feliz 2012, que ya verás como no es tan malo como nos lo pintan.
Por cierto, no cantes victoria todavía! que los mayas no pronosticaron el final para el 2012, sino que su calendario acaba el 21 de diciembre de 2012... a ver qué pasa después.