El ipañal megagigante.

Allá en el mes de marzo comenzamos la segunda fase de la andadura OP, después del fracaso estrepitoso del verano anterior. El pipí lo controló medianamente rápido, y ahora no tenemos ningún escape ya, pero lo de la caca es harina de otro costal. Hoy más de cuatro meses después seguimos en las mismas. El "popó" sólo lo quiere hacer en el pañal, y dado que mi hijo tiene el tamaño de un crío de cinco años aunque sólo tiene tres, estoy por escribir una carta a los de Dodot y a los de Huggies para que hagan menos ipañales y se centren en fabricar pañales más grandes porque los de la talla 6 a mi retoño le aprietan un montón. El tamaño en este caso sí importa...

Yo trato de tomarlo con calma. Sé que debo respetar los ritmos de mi hijo y si él no está preparado para defecar en el wc pues le pongo pañal y mañana lloverá en otra dirección, pero eso no quita que mi cabecita no pare de idear planes estratégicos para que mi niño estrene el wc con uno de sus "popós" de campeonato. Pensad que él traga como un adulto así que todo es proporcional en estos casos. Permitid que sea un poquito escatológica.

Mi última idea es proponerle hacer un regalo a su bebé favorito, el hijo de una amiga de cinco meses. Le dije que le íbamos a envolver sus pañales en bonito papel de regalo y se lo daríamos a R. que le haría mucha ilusión porque él es un bebé y los bebés necesitan mucho los pañales, no como los niños mayores como él. Él se emocionó y el sábado mismo empezamos con el envoltorio de pañales. Elegí papel de regalo de Mickey Mouse que sé que le encanta y así preparamos el paquete. Cuando antes de cenar tuvo ganas de hacer caca como cada día le dije que ya no teníamos pañales, que estaban envueltos para R., y que debía sentarse en el wc. Feliz pensaba yo que la táctica funcionaría pero él se giró resuelto y salió de la cocina en dirección al cajón del mueble del salón donde habíamos guardado el regalo de R., lo abrió y me dijo: "R. tendrá que esperar mamá!"