De humos, responsabilidades y penas varias...

El día 1 de enero del año que empezará pronto los fumadores de este país van a tener que suicidarse en masa me temo porque al hecho de que no podrán fumar en casi ningún sitio hay que sumar que tampoco van a poder disfrutar de MAD MEN, y mira que yo no soy fumadora pero viendo ese pedazo de obra maestra de al televisión actual me entran ganas hasta mí de sacar un pitillo y encenderlo xddd!!! ¿Cómo se puede llegar a fumar tanto en un metraje de 45 minutos? Van a tener que pagarles un plus de peligrosidad a los actores por fumar tanto en todas la escenas.
Y diréis qué exagerada que se ha puesto hoy Aru, pues no, porque no poder ver MAD MEN no puede ser bueno para ningún ser humano. Esa serie hay que verla sí o sí. Ya me queda menos para ver la finale de la cuarta temporada y estoy en un sinvivir conmigo misma.
De todos modos yo estoy contenta con la medida pro salud pública del Gobierno (curiosamente algo aún hacen bien) porque soy bastante intolerante con el humo y desde que nació mi hijo todavía más.
Con él no voy a sitios donde se fume, y si hay gente fumando cerca lo aparto, mejor dicho, nos apartamos los dos disimuladamente para no enfadar a nadie. Y eso sucede a menudo porque en mi grupo de amigos el humo es bastante habitual. Y mira que a sus treinta y tantos tacos ya han fumado, dejado de fumar y vuelta a recaer unas cuantas veces. Pero el tabaco les pierde y ni el hecho de tener niños les ha cambiado esa perdición a la mayoría de ellos.
Ni eso ni muchas otras cosas, yo en ese sentido soy de las raritas, porque sí que os digo que un hijo tan deseado como el mío me trajo una dosis de implicación y responsabilidad enormes para con él. Y ni delego su cuidado alegremente como hacen otros (tengo una compañera de trabajo que se va al gimnasio cada día después de su jornada laboral sin reducción, porque ella no se redujo la jornada, y no ve a su hija hasta las ocho de la tarde tan alegremente mientras lo cuida la abuela... yo personalmente si algún día me ha tocado no ver a mi hijo hasta la noche por culpa de alguna reunión de trabajo intempestiva a la par que obligatoria me he sentido fatal), ni interpongo mi bienestar personal a su salud, porque si mis amigos quedan en un bar donde se fuma antes no voy que me meto ahí con el niño.
Vivir como antes, como si no existiera esa personita nueva y adorable, no me parece algo loable, la verdad, y si uno tiene hijos debe ser coherente con el hecho de tenerlos y actuar en consecuencia, digo yo. Por eso valoro mucho haber disfrutado mucho tiempo de la vida en pareja antes de tener a mi bebé. Porque yo ya fui a bares con humo, y visité museos y los disfruté con calma, y salí de fiesta, y viajé (bueno más me hubiera gustado viajar claro), y fui al cine con frecuencia semanal, y de compras, y bla, bla, bla, pero ahora sólo quiero hacer cosas que me permitan disfrutar de mi niño y estar con él. Porque ya crecerá y se irá de botellón y tendré tiempo de estar sin él y entonces echaré de menos estos momentos maravillosos, y a veces estresantes, para que engañar, que pasamos juntos, y ya paro porque me pongo tristona...