Mal!

En el trabajo días odiosos, y mira que me cuesta decir esto porque yo normalmente suelo estar muy a gusto pero desde hace unos días no puedo decir lo mismo. En casa panorama también, el peque se puso bien el jueves y anoche vuelta a las andadas. Y es que las llagas de la boca ya han ido a mejor, al final el pediatra borde, PB, tenía razón y lo que hacía rabiar a mi peque y le provocaba fiebre eran unas llagas muy feas que le proliferaron por toda la boca en cuestión de horas, se trata de un virus denominado herpangina. Su pediatra de cabecera, PC, me lo confirmó al día siguiente en la visita de rigor a la que acudí un poquito chula, para que engañar. Y él tan adorable y atento como siempre sonrió y me dijo que el diagnóstico de PB era bueno y que el tratamiento estaba haciendo ya efecto. Pero bueno la calma duró menos de 48 horas porque anoche después de cenar un plato de judías verdes con patata y el bibe de rigor, estar bañadito y acostado en su cama mi retoño empezó a vomitar cual niña del exorcista poseído por una fuerza interior horrible. Así que hemos pasado la noche en vela, cambiando sábanas y pijamas, poniendo lavadoras y secadoras, limpiando vómitos y dándole muchos mimitos a nuestro peque que el pobre no da pie con bola.

Desde luego que el otoño ya está en el Corte Inglés, en los bosques, en los parques y en mi casa, de pleno, porque vaya semanita llevamos, redonda!!!