In crescendo como la sucesiónde Fibonacci van los problemas y las complicaciones de mi vida estos últimos días. Todo empezó hoy justo hace una semana, en jueves, ya os he contado muchas veces lo poco que me gustan los jueves. Pues bien todo comenzó con un estúpido día en el trabajo, y a partir de ahí nada parece que acabe de salir bien. No ennumeraré la lista negra, no hace falta, líos en el trabajo, problemas familiares, y mi estado de ánimo a dos metros bajo tierra (guíño teléfilo) me han mantenido ausente y completamente agotada. La verdad es que los momentos malos te sirven para valorar los buenos, siempre he querido pensarlo, pero llevaba ya unos cuantos meses de buena racha, con mi embarazo, y tantas cosas buenas alrededor de mí, que francamente ya me había mal acostumbrado a este remanso de paz y felicidad. Pero bueno ya pasará, siempre acaba pasando, y algún día me daré cuenta de que las cosas vuelven a tranquilizarse y normalizarse, sé que será así. De momento a aguantar la tormenta, o tormentas, y a esperar que no empeoren. Menos mal que mi pequeñín desde dentro de mí no para de darme pataditas y cada una de ellas es una señal de ánimo tan grande y tan fuerte que no es comparable con nada del mundo, os lo prometo, y luego está mi grandullón, siempre al lado, siempre con esas justas palabras que necesito y que me hacen creer que realmente el cielo me ha sido regalado en vida. Por ellos dos, hoy puedo escribir estas líneas, aunque sea con los ojos emborranados de lágrimas. Un beso a todos!
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
Salud!
Detrás del tiempo borrascoso siempre aparece el anticiclón de las Azores que tanto nos quiere.
Creo que tu habitante está practicando para cuando salga, ve preparando el balón.
Un abrazo para los tres.
El cielo en el que vives también puede tener visitas indeseables. No les hagas caso y no te preocupes. Que todo lo malo pasa. Ánimo y besos.
Salud!
Besitos.
un besazo
Lena: Muchas gracias preciosa!
Doctor Spawlding: Bienvenido a mi blog, celebro que te guste.