Desde luego que con niños se atraviesan tantas fases que es complicado hasta recordarlas y tenerlas en cuenta todas a no ser que lleves un diario exhaustivo de "a bordo" . Sin ir más lejos hace poco comentaba el alejamiento de los temores nocturnos en mi niño, que tan de cabeza nos habían traído a mi marido y a mí últimamente, y esta noche pasada sin más han hecho su reaparición estelar. Otra vez más de cinco despertares con lloros desconsolados y actitud agresiva. Ni siquiera quería que yo le abrazara para calmarle, ni quería venir a mi cama. Sólo lloraba y pataleaba de un modo brusco. Al final, ya casi a las seis de la madrugada, ha accedido a que lo cogiera en brazos y lo calmara y un suave interrogatorio ha sacado a la luz el hecho de que Swiper (el zorrito ladrón de Dora la Exploradora) había entrado en su cuarto y quería llevárselo. Yo le he dicho que Swiper no podría entrar nunca porque no tenía llaves. Mi hijo está muy obsesionado con las llaves y su funcionalidad de abrir puertas y lo esencial que resulta no perderlas. Es gracioso y todo con esto. Así que parece que el razonamiento ha hecho efecto y entonces en mis brazos ha logrado volver a conciliar el sueño. Ahora me entra la duda de si va a ser conveniente que vea ningún capítulo de esa serie. Le encanta es su favorita junto a La Casa de Mickey Mouse y Lazy Town, pero claro y si verla lo altera tanto que le provoca estas pesadillas. Aisss no sé que hacer...
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
Puedes intentar ver los dibujos de Doracon él e intentar quitarle hierro a las escenas en que salga el zorro, riendote y diciendole lo divertido y bobo que es Swiper.
Es lo único que se m ocurre pero si ves que siguen los problemas, yo la quitaba de en medio y punto.
A mi me pasa igual pero con los payasos... :-S
Lo que cuentas de que no quiere que le consuelen y se pone muy bruto, patadas y demás, parece que son terrores nocturnos. Mi hijo también los ha padecido. Lo mejor, estar ahí para controlar que no se dañe y dejar que pase. Y después pues intentar abrazarle y consolarle como muy bien has hecho.
Si el objeto de la pesadilla es el zorro ladrón, dos opciones, no dejar que vea Dora, o bien hacer que enfrente sus miedos. Tu explicación de las llaves ha sido maravillosa porque has incorporado un elemento comprensible y aceptable para él. En cualquier caso si no es Swiper será otro, está en la edad de las pesadillas, así que mi consejo es enfrentar el miedo. Hacerle ver que Dora no le teme, que solo es travieso, que nunca podrá hacerle daño los dibujos porque ellos "solo" viven en la tele y lo de las lla ves claro.
Ánimo y no dejes de contar cómo va.