Ir al contenido principal

Se recomienda acompañar de un bol de palomitas.

Llevo varios días queriendo escribir sobre CASINO ROYALE, desde que tuve la oportunidad de verla hará por lo menos un par de semanas, y por una cosa u otra no encontraba el momento adecuado para hacerlo. Como embutida en uno de esos múltiples cañones de revolver oscuros de estética pop que se manchaban con sangre en algunos títulos de crédito de las pelis de la serie Bond, la información se abarrotaba en mi mente, explotaba dentro de ella, y no lograba ordenarla, ni tan solo sintetizarla, ni tampoco conseguía hallar las palabras exactas. Pero al fin las encontré y creo que ahora soy capaz de contaros la impresión que me causó esta última entrega de la famosa saga basada en las novelas de Ian Fleming.
La verdad es que partimos de la base de que el agente 007 es un tipo duro, valiente, no teme a la muerte, es elegante en su pose y en su manera de actuar, no se mancha, no suda, siempre aparece impoluto, insensible a cualquier vínculo afectivo, es un tipo muy duro. Y así lo conocemos, siempre lo hemos visto de esta guisa, y estas son sus cartas de presentación. Pierce Brosnan ha sido el máximo exponente de este concepto. Pero es un hombre, no una máquina, y como tal, posee un pasado, un pasado que explica el porque es como es, que nos lleva al inicio de su historia como agente secreto al servicio de Su Majestad y ese comienzo nos lo explica esta extraordinaria película, una película que cuenta con Daniel Craig, un actor no demasiado conocido que ya en MUNICH me dejó impactada (y ligeramente enamorada para que engañarnos, esa mirada es realmente interesante y el físico espectacular), y que ahora hace un Bond tremendamente especial, para mí tan auténtico como en su día lo fue el gran Sean Connery.
La narración nos remonta a un agente en sus primeros pasos en la categoría 00, recién ascendido, un espía que no duda en transigir, en llevar de cabeza a su propia jefe, esa estupenda M (una Judi Dench a la que el papel le va como un guante) que no acaba de lograr poner en vereda a su pupilo. Él siempre será un rebelde. La escena inicial es trepidante y digna del mejor film de acción. Con ella nos ofrecen el primer aperitivo de lo que vamos a ver, una película de puro entretenimiento. Pero hay algo más. Vemos por fin a un Bond sudoroso al final de aquel periplo con ascensión hasta una altísima grua de construcción que pone el corazón a cien al más pintado. Y de aquí a disfrutar. La historia de amor, tierna y conmovedora, la inolvidable partida de poker en el Casino Royale, la tortura de LeChifre, la revolución interior que experimenta el protagonista, todo absolutamente todo, no contaré detalles porque os recomiendo verla y no quiero estropearos nada, es una auténtica delicia. Yo lo pasé en grande. Me divertí mucho y como no conocí el auténtico fondo de James Bond, ahora no voy a odiarle tanto cuando rompa el corazón de otra mujer. Probablemente le comprenderé.

Comentarios

Harry Reddish ha dicho que…
Aún no me he atrevido a verla, pero no dudo que pronto lo haga. La verdad que el nuevo Bond, me recuerda más a un agente de la KGB que al fino y flemático agente del MI6. Supongo que esta afirmación te resultará bastante familiar pq la llevamos escuchando bastante tiempo desde que se eligiera a Craig como el actor que encarnara a 007. No obstante y siguiendo tu recomendación, iré a verla, como así continuaré visitando este bonito blog que tienes. Un saludo
Anónimo ha dicho que…
No la he visto, tampoco tengo mucho interés, cuando la echen por la TV la miraré.
Duna ha dicho que…
Pues yo tampoco la he visto, y he leido en otro blog que resultó un peñazo. Así que dado que no me gustan las pelis de 007 (bueno, no lo se, nunca he visto ninguna), tampoco correré para verla.

Gracias por la crónica, que me predispone a verla con otros ojos, cuando lo haga.
Arual ha dicho que…
Yo la verdad es que era más fan de las pelis de Bond antiguas, sobre todo de las que salía Connery, de las útlimas no salvava ninguna, eran tan imposibles las piruetas y las escenas de acción, que me sobrecargaban, pero esta última es tan diferente que por eso me gustó. A mi chico que le va más la marcha y la acción le decepcionó. Así que más o menos os doy una pista de cómo es.
Saludos y bienvenido Harry por estas páginas!!!
Anónimo ha dicho que…
Yo desde que me enteré de que no habían elegido a mi Clive como Bond y en su lugar habían elegido al inmigrante rumano ese, ya como que paso
Anónimo ha dicho que…
Ya te daré inmigrante rumano yo a ti Dext... pero si está de muy buen ver el mozo, y tiene unos ojazos que no veas.... mmmmm, mejor dejo de pensarlo que estoy en horario infantil...
Harry Reddish ha dicho que…
Arual, estuve mirando tu blog y me gustó mucho, así que para tenerlo más cerca, te enlazaré al mío, si no te importa.
Saludos
Anónimo ha dicho que…
Harry para nada me importa, me alegro que te guste. Saludos!!
elbé ha dicho que…
Pues me han entrado ganas de verla. Ya te diré.

Entradas populares de este blog

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA