Ir al contenido principal

Mi último gran error, teletrabajo en la baja maternal.

En mi trabajo y concretamente en mi departamento ha habido en los últimos dos años cuatro embarazos, el último el mío. Con la crisis y los recortes, que os voy a contar, se decidió no sustituir esas bajas maternales y siempre nos hemos ido apañando entre el resto para sacar adelante el trabajo de la que no estaba. La baja anterior a la mía fue de una mama primeriza muy responsable en su trabajo, dicho sea de paso, que se ofreció voluntaria a teletrabajar desde casa para que no nos colapsáramos tanto las que nos quedábamos en la oficina y al gerente de la empresa le encantó la idea. Ella estaba de baja pero se apuntaba las horas que hacía en casa y luego esas horas se las descontaría a la vuelta al tajo.
Cuando me quedé embarazada y al cabo de tres casi cuatro meses lo conté en la empresa mi jefe no tardó ni cinco minutos en proponerme que hiciera lo mismo que mi predecesora en estado. Y yo la verdad es que inconsciente, le dije que sí.
Con el paso de los meses seguí manteniéndome en esa idea porque el embarazo me fue muy bien y me vi capaz de todo y más. Me sentía con subidón de energía. De hecho trabajé hasta tres semanas antes de la fecha probable de parto dejándome la piel.
En el trabajo de mi marido las cosas van de mal en peor así que en vistas de ser el único sostén económico próximamente de mi hogar quería quedar bien en la empresa y no jugármela así que antes de parir y ya de baja de IT empecé a teletrabajar en casa.
Al principio lo llevaba bien porque aunque coincidió con las vacaciones de mi mayor de Navidad él juega mucho y se entretiene con sus cosas por lo que no era complicado tener huecos para avanzar trabajo de la oficina.
Cuando volvíó él a clase pasaron dos semanas hasta que nació mi hijo pequeño y esas dos semanas me cundieron también muchísimo. Estaba sola en casa todo el tiempo que el mayor estaba en clase así que me organicé bien. Luego nació el bebé y estuve unos días sin hacer nada pero al poco tiempo empecé otra vez porque el nene ha salido muy bueno y era bastante llevadera la situación.
Pero claro como yo iba respondiendo a la carga de trabajo mis compañeros que al principio se cortaban un poco al pedirme cosas, poco a poco se fueron relajando y me iban dando más leña para el fuego, así que el trabajo iba in crescendo y mi tiempo justo al revés. El bebé cada vez permanecía más ratos despierto de día y yo quería estar con él, no trabajando. Además tenía mucho tiempo ocupado con visitas médicas e historias de las que he ido hablando por aquí y la verdad es que se me hacía duro cumplir con todo.
La semana anterior a las vacaciones escolares de Pascua me agobié bastante pero pensé que la semana posterior estando en el pueblo con mi madre podría sacar huecos para avanzar trabajo. Pero no fue así, más bien todo lo contrario, llegué y empecé a tener muchas visitas y planes para salir a pasear o a jugar a la calle con el mayor y el peque cuando hacía bueno, fue una semana muy entretenida, muy de desconectar de todo y de disfrutar de mi pueblo, mi ambiente y mi gente, y la verdad es que no trabajé nada.
Así que esta semana de vuelta ha sido muy dura porque realmente he estado todo el tiempo tratando de avanzar lo perdido pero sin mucho éxito porque el bebé ha notado mucho el cambio y ha estado más demandante de lo habitual con lo que como lo primero es mi pequeño el trabajo se ha ido quedando y el retraso aumentando.
Ahora mismo el peque está durmiendo en la mochila pegadito a mí, bendito porteo, y yo debería estar avanzando trabajo de la oficina, que es lo que haré en cuanto acabe este post, pero quería escribirlo para desahogarme primero y segundo para dejar constancia de este error, el de trabajar en la baja maternal, del que me arrepentiré toda la vida. La noche anterior tuve hasta un ataque de ansiedad y la verdad no me gusta estar así de agobiada siendo que este es un momento único e irrepetible de mi vida. Solo me consuela que las horas acumuladas me servirán para que a la vuelta al trabajo pueda trabajar menos horas al día y estar más con mi pequeño pero sinceramente no sé en que debía pensar cuando accedí a esta locura. Ahora ya está el mal hecho.


Comentarios

Madi ha dicho que…
Pero qué morro se gasta tu jefe! Tía, disfruta de tu baja y que les den por culo! Acabáramos que el "tal y como están las cosas" está haciendo que el mundo laboral sea un infierno. No renunciéis a vuestros derechos. Como mamás no tenemos descanso, pero como trabajadoras...os lo merecéis
Bailarete ha dicho que…
La verdad es que las cosas estan para ir aguantando lo que llega, pero es una pena...mucho ánimo, besos
Arual ha dicho que…
A ver justamente mi jefe es el que menos abusa, es el que más cuidado tiene a la hora de llamar o pedirme cosas, pero es que el error fue mío al acceder, me creía capaz de todo y quería quedar bien, ahora me arrepiento mucho.
Marieta ha dicho que…
Yo creo que cuando lo aceptaste no pensabas que iba a ser tan complicado...No es lo mismo ser mama de uno que de dos y hasta que no estamos en la situación no nos damos cuenta. A mi me ha pasado igual, hasta que no me he encontrado con los dos pensaba que iba a ser más fácil... por eso no me quiero ni imaginar si en los meses de baja hubiera tenido que teletrabajar en casa, ufffff.
Animo y si no te ves capaz habla con tu jefe y espero que lo entienda.
Arual ha dicho que…
Esta mañana mismo he hablado con mi jefe y ya le he dicho que este último mes que me queda bajaré el ritmo porque no me da la vida para tanto, y él ha aceptado encantado. Me ha dicho que está agradecido por el esfuerzo que he hecho y la verdad palabras así se agradecen!
Marieta ha dicho que…
Pues me alegro por ti!!! Es que son muchas cosas y a veces no llegamos... que se le va a hacer no somos perfectas!
La baja maternal es para disfrutar a tu bebé, aprovecha que se pasa rápido!!!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa