Ir al contenido principal

Mamá babeante.

Ayer tuve la tutoría anual con la profesora de mi hijo mayor y he de confesar que iba recelosa y con miedo porque este curso, en casa en concreto, mi hijo ha estado más alterado de lo habitual, considerando que él en general ha sido siempre muy buenazo, hecho que yo misma he relacionado con mi embarazo y la llegada del hermanito, así que imaginaba que en clase la actitud habría sido similar.
Y nada más lejos. Su tutora me explicó pormenorizadamente los ítems y objetivos que habían estado trabajando en clase y cómo él los iba alcanzando adecuadamente para su edad, hasta ahí bien, pero no fue eso lo que más me hizo sentir orgullosa de mi pequeño. Lo que realmente me hizo babear fue escuchar de boca de su profesora lo buena persona que es, un trozo de pan lo definió, que es un referente en su clase precisamente por ser comprensivo y paciente. Que es tranquilo y peca de tímido, tal vez inseguro, pero que por lo demás su actitud es de 10. Y babeé porque creo que en esto su padre y yo tenemos algo de mérito, porque le inculcamos los valores adecuadamente y tratamos de educar a nuestro hijo siendo una buena persona y de momento parece que no nos sale del todo mal. También me indicó algún aspecto de lectoescriptura que debía potenciar en casa trabajando con él si deseaba. Y finalmente me emplazó para la reunión de aula del próximo mes donde ya vamos a ver, como pasó el curso pasado, un detalle más pormenorizado del día a día en el aula. Así que regresé a casa feliz como una perdiz para qué nos vamos a engañar.

Comentarios

Madi ha dicho que…
Qué bien
Arual ha dicho que…
Sí la verdad es que tengo un tesorito!!!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa