Mi hijo por norma se duerme conmigo. Cada noche le leo su cuento, sus besos y achuchones, y tan feliz se queda dormido a mi lado en su cama. Yo no salgo de su cuarto hasta que no está dormido. Sabe que mama lo vigila mientras Morfeo viene a por él. Hace unos días hablábamos en el parque con otras madres el tema del sueño y él al parecer escuchó la conversación porque jugaba en la arena a mi lado. Al poco me pidió dormirse solo en la cama como sus amiguitos del cole que ya eran mayores y dormían solos. Así que como lo quiso él lo probamos aquella misma noche. Y no hubo ningún lloro, ni trauma alguno, nada. Se durmió feliz, solito y orgulloso de su hazaña sin que yo forzara la situación. Así llevamos casi una semana pero con todo yo igual le pregunto cada día cómo quiere dormir. Él me responde que solito porque es mayor. Con esto lo que quiero decir es que todo tiene su momento. Que llega un día que ellos hacen las cosas por sí mismos, porque quieren y entonces no hay traumas ni lloros. Por qué los padres nos empeñamos en intentar hacerlo antes de tiempo. Por qué los padres no paramos de forzar las situaciones si al final todo tiene su momento. Caso similar me sucedió con el pipi en el wc. Lo hizo cuando él quiso, no cuando yo intenté probarlo la primera vez bajo consejo de su tutora en la guardería. La caca todavía no la quiere hacer, pues paciencia ya querrá. No voy a montar un pollo, ni a agobiarle. Es peor lo tengo comprobado.
Y en un orden similar quería comentar también la escena que viví ayer tarde visitando a una madre primeriza y su bebé. La niña acababa de tomar pecho y la dejaron en la minicuna. La pequeña lloró desconsoladamente y su madre ipso facto la cogió en brazos. Como no hacerlo, como no coger a tu tesoro y calmar con un abrazo los lloros. Pues bien una vecina de la reciente mamá enseguida espetó: "Tan pequeños y se las saben todas". A lo que patidifusa e indignada respondí: "Es un bebé chiquito y hay que disfrutar de tenerlo en brazos y darle cariño que cuando tenga 18 años ya no le hará tanta gracia el achuchón de su madre". La señora se quedó callada y sin saber que responder. Por Dios que manía tiene la gente en criticar a una madre que simplemente responde a las necesidades de su retoño y de su instinto maternal.
Y en un orden similar quería comentar también la escena que viví ayer tarde visitando a una madre primeriza y su bebé. La niña acababa de tomar pecho y la dejaron en la minicuna. La pequeña lloró desconsoladamente y su madre ipso facto la cogió en brazos. Como no hacerlo, como no coger a tu tesoro y calmar con un abrazo los lloros. Pues bien una vecina de la reciente mamá enseguida espetó: "Tan pequeños y se las saben todas". A lo que patidifusa e indignada respondí: "Es un bebé chiquito y hay que disfrutar de tenerlo en brazos y darle cariño que cuando tenga 18 años ya no le hará tanta gracia el achuchón de su madre". La señora se quedó callada y sin saber que responder. Por Dios que manía tiene la gente en criticar a una madre que simplemente responde a las necesidades de su retoño y de su instinto maternal.
Comentarios
Si es que todo es mucho más fácil si lo dejamos fluir...