Este año de momento aunque no sé si durará mucho mi marido y yo continuamos trabajando, y digo yo que no sé si durará mucho porque con la que está cayendo no estar en el paro es casi un milagro. Así que por suerte diremos tocará organizar la largas vacaciones escolares de nuestro retoño. Yo ya llevo una semana dándole vueltas al asunto y lo único que tengo resuelto por el momento es el final de curso. En junio aquí el cole se acaba a mediodía y menos mal que en el de mi hijo han tenido a bien dar servicio de comedor por lo que podremos recogerlo a las 3, algo es algo. La tarde la pasará conmigo que por algo tengo reducción de jornada en el trabajo. Lo peor será a partir del 21 de junio día en que se acaban las clases. El verano es largo y aún no sé cómo me lo voy a montar. En el colegio de mi hijo organizan unas "estades d'estiu" que se dice por aquí en el mes de julio y que tienen el maravilloso horario de 9 a 1 y de 3 a 7, sin posibilidad de comedor seguramente, porque con la crisis hay tanta gente en el paro que el servicio no tiene suficiente demanda para ser rentable. Así que no me cuadra nada el invento porque a la 1 ni yo ni mi socio podemos estar ahí para buscarle de momento. La idea sería matricularlo solo por la mañana, ya que la tarde la pasará conmigo, pero claro la historia es que a la 1 es muy pronto para recogerle como he dicho. He barajado la idea de que mi suegra se traslade cada día a esa hora a mi casa y le de la comida al peque hasta que llegue mi socio. Pero aún ni se lo he mentado a la susodicha que igual me dice que no le va bien. Las suegras a veces tienen esos puntos feos. Así que ahí estoy yo dándole vueltas al asunto. Al menos mientras tanto no me como la cabeza con primas de riesgo y desastres económicos varios. No hay mal que por bien no venga.
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
Si al final en vez de tener ganas de que llegue el verano vamos a estar temiéndolo.
Ánimo y haber si encontráis una solución!