Ir al contenido principal

Primera excursión, primer sufrimiento.

Mi hijo el lunes se va por primera vez en su vida de excursión en autobús, con mochila, gorra y toda la parafernalia. Hasta ahora las excursiones eran al parque de enfrente de la guardería, en la epoca de P2, o al pabellón ferial o al teatro de la ciudad este curso, nada más. Me consta que tiene ganas pero la que anda nerviosa perdida soy yo que veo como mi bebé, ya no es un bebé y se va por estos mundos, bueno a una granja escuela, con sus compañeros de clase y su profesora, aisss!!! El plan es clásico: visitar un huerto, ver los animales de la granja, pasear en carro, hacer pan y comer allí. Seguro que se lo pasará genial. Si hasta me dijo que él quería irse muchos días de excursión con sus amigos, aiiisss, que quiere volar libre ya, pero claro para mí sigue siendo aquel bebé indefenso al que debía proteger en todo momento y ahora cómo le voy a proteger tan lejos... Ya ves qué tontería si se va a 50 km de aquí. Pero cómo somos las madres, si es que desde que los sentimos en el vientre ya sufrimos. Es un sinvivir. Nada sólo quería reflexionar un poco sobre mi angustia vital pre-excursión. Desahogo para variar.

Comentarios

3'14 ha dicho que…
jejeje... precisamente ayer hablaba con una amiga que está en tu misma situación XD
Su peque se va de excursión en autocar por primera vez con el cole el próximo miércoles y anda atacada de los nervios!!! Es tal su psicosis que incluso se le ha pasado por la cabeza seguir al autocar desde su propio vehículo. jajajaja pobretas...

La aungustia va a permanecer de por vida, que lo sepas, por más excursiones que haga y por años que cumpla. Es el síndrome de madre sufridora, y me temo que lo padecemos todas ;)

Ánimo!!! Piensa en lo bien que lo va a pasar él y no dejes que nada más enturbie esa alegría.
Arual ha dicho que…
Y tanto que va a disfrutar, eso es lo que importa!!!
Carmen ha dicho que…
Yo debo ser una madre muy rara, porque no he vivido nunca esa angustia...pero debe ser que al ser maestra y haber vivido ya tantas excursiones (durmiendo fuera con ellos también) y ver lo bien que se lo pasan, lo que disfrutan y lo bien cuidados que están estoy totalmente tranquila.
Besotes.

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa