Alguna vez he contado que mi experiencia con la conciliación laboral-familiar ha sido excelente en la empresa que trabajo. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro donde se priman los objetivos a conseguir y la calidad del trabajo, no la cantidad de horas echadas en el tajo. Tuve una baja maternal alargada con las vacaciones que son cuantiosas y me planté en la oficina cuando mi niño tenía seis meses. No está mal aunque me hubiera encantado alargarlo más aún, obvio. Luego reducí la jornada laboral unas horas a las que añadí la hora de lactancia. Desde entonces siempre he tenido una jornada intensiva reducida que me ha permitido disfrutar al completo de la tarde con mi hijo. Además me he dejado días de vacaciones en la retaguardia todos los años para cuando el peque se pone malo y me tengo que quedar en casa con él. Lo más duro fueron los primeros meses de guardería porque mi niño no paraba de pillar un virus tras otro como es habitual en estos casos y entonces si que me faltaron horas y días para conciliar de verdad, un horror, pero como todo pasó y ahora ya es otra historia para contar. En definitiva creo que mi empresa ha sido muy flexible conmigo y no puedo quejarme para nada.
Ahora bien parece que en el mundo al revés que vivimos algunas de mis compañeras, embarazadas todas ellas, no quieren disfrutar de estas ventajas y justo proponen todo lo contrario para sus bajas maternales.
Caso 1: Recién parida en agosto que aún disfruta de su baja maternal. Sumando las vacaciones debería volver al trabajo pasadas las Navidades. En una conversación reciente nos pide volver antes porque ya está agobiada de estar en casa con su recién nacida, flipa, flipa, flipa!!
Caso 2: Embarazada con fecha prevista de parto en enero. Ha pedido tener una baja maternal de tan solo 6 semanas e incorporarse en ese momento al trabajo para disfrutar del resto de la baja maternal con reducción de jornada. Con menos de dos meses de vida la dejará con la abuela cuatro interminables horas... no comment.
Caso 3: Embarazada con fecha prevista de parto en junio. Vista la propuesta del caso 2 se le han abierto los ojos y pide exactamente lo mismo. Más no comment....
Claro como podréis imaginaros a los de RRHH se les quedaron los ojos como platos porque jamás de los jamases habían existido en la entidad propuestas semejantes, en incluso han tenido que hacer alguna consulta a la Seguridad Social al respecto, y es que si queremos abogar por la igualdad, la conciliación, la flexibilidad y todas esas palabras bonitas que nos gustan tanto pero que nos suenan utópicas en la mayoría de los casos nos queda largo trecho si siguen habiendo mujeres que piden a grito separarse tan prematuramente de los hijos que han concebido. Como madre a favor de lactancia materna, el apego y la crianza natural, y también como profesional encantada con su trabajo, sólo puedo decir una cosa: NO HAY DERECHO.
Ahora bien parece que en el mundo al revés que vivimos algunas de mis compañeras, embarazadas todas ellas, no quieren disfrutar de estas ventajas y justo proponen todo lo contrario para sus bajas maternales.
Caso 1: Recién parida en agosto que aún disfruta de su baja maternal. Sumando las vacaciones debería volver al trabajo pasadas las Navidades. En una conversación reciente nos pide volver antes porque ya está agobiada de estar en casa con su recién nacida, flipa, flipa, flipa!!
Caso 2: Embarazada con fecha prevista de parto en enero. Ha pedido tener una baja maternal de tan solo 6 semanas e incorporarse en ese momento al trabajo para disfrutar del resto de la baja maternal con reducción de jornada. Con menos de dos meses de vida la dejará con la abuela cuatro interminables horas... no comment.
Caso 3: Embarazada con fecha prevista de parto en junio. Vista la propuesta del caso 2 se le han abierto los ojos y pide exactamente lo mismo. Más no comment....
Claro como podréis imaginaros a los de RRHH se les quedaron los ojos como platos porque jamás de los jamases habían existido en la entidad propuestas semejantes, en incluso han tenido que hacer alguna consulta a la Seguridad Social al respecto, y es que si queremos abogar por la igualdad, la conciliación, la flexibilidad y todas esas palabras bonitas que nos gustan tanto pero que nos suenan utópicas en la mayoría de los casos nos queda largo trecho si siguen habiendo mujeres que piden a grito separarse tan prematuramente de los hijos que han concebido. Como madre a favor de lactancia materna, el apego y la crianza natural, y también como profesional encantada con su trabajo, sólo puedo decir una cosa: NO HAY DERECHO.
Comentarios
Con la segunda ya tuve la baja que dió Zapatero y que ahora quitaron.
No obstante hay personas que no entiendo por qué se quedan embarazadas si en realidad noe están dispuestas a asumir lo que significa traer una persona al mundo.
Una compañera me dijo un día que si hubiera sabido lo gorda que se iba a poner no se hubiera quedado embarazada, ojiplático me quedé yo...
Solo diré algo, esto no son decisiones personales, hay un trasfondo tremendo. Pero, vuelvo a insistir, hablaba de ello en mi blog, y lo menciono siempre que puedo, ser padre o madre NO ES OBLIGATORIO, es opcional, no es de obligado cumplimiento. Quizá muchas parejas deberían plantearse esto alguna vez antes de traer al mundo a una criatura a la que piensan dejar en cualquier lado porque total.... se agobian. Ves tu, al final una dice más de lo que en principio pensaba :)
Yo también conozco un caso 1: una mamá que se "aburría" en casa y que la maternidad le sobrepasaba. Regresó a su trabajo a las 4 semanas de dar a luz porque necesitaba sentirse "útil". Se me heló la sangre y si bien cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida pienso que hay mujeres que no se merecen tener hijos, así de claro!