Llevaba muchos días queriendo contar la vena cinéfila de mi nene, con hondo orgullo y satisfacción, pero los acontecimientos de los últimos días han retrasado este momento.
Mi hijo no es de los que se han entretenido con la tele, de bebé casi nunca le ponía delante de la pantalla, de hecho me regalaron un Baby Einstein y si bien lo probé alguna tarde le interesó más poco que una conferencia sobre el derrape del caracol, o sea, nada. Con el tiempo alguna vez traté de ponerle algún capítulo de Pocoyó y duraba atento a la pantalla dos nanosegundos. En fin que si bien alguna amiga me decía que a su peque lo tenía algún ratito entretenido con la "caja tonta" en mi caso nunca fue algo posible. Tampoco quería convertirle en un teleadicto antes de tiempo así que debo reconocer que me gustaba la escasa afición que le tenía mi hijo a la pequeña pantalla. Con las pocas cosas que se entretenía era con "Fama a bailar "cuando hacían coreografías, entonces sí que quedaba obnubilado por el baile, pero nada más.
Con los dos años la cosa cambió y desde principio de verano sí observé que por la mañana mientras desayunaba se quedaba atento a los dibujos del canal Clan que iban de fondo en la tele de la cocina: "Juega conmigo Sésamo", "Las tres mellizas", "El jardín de los sueños", etc.
Después empezó a tararear y bailar las canciones y su padre y yo nos lo pasábamos en grande de buena mañana viéndole tan feliz y de tan buen humor.
El resto de día nada de tele y menos en verano con la de cosas que uno puede hacer fuera de casa. Pero un día estas vacaciones en el pueblo mientras cenábamos empezó una peli en Disney Channel creo recordar sobre un perro que hacía karate, cine infantil 100%. Mi hijo se quedó alucinado y acabada la cena me pidió tomar el bibe en el sofa para continuar viendo a ese "guau" tan cañero. Como estábamos de vacaciones y con el horario distorsionado no me importó. Sorprendentemente la vió todita entera y sin parpadear.
Al día siguiente en Aragón Tv echaban un clásico del cine de aventuras, "Los tres mosqueteros", y más de lo mismo, anonadadito se quedó mirando la película y riéndose con cada giro de Gene Kelly con la espada. Así que ya podéis ver a Aru tan cinéfila ella en sus buenos tiempos y tan feliz con el hecho de que a su retoño le guste el cine. Ya veremos como se va perfilando el tema pero ya me veo dentro de poco con él en el cine a ver lo último de Pixar, aissss qué emoción!!! Pero soñar sale gratis.
Mi hijo no es de los que se han entretenido con la tele, de bebé casi nunca le ponía delante de la pantalla, de hecho me regalaron un Baby Einstein y si bien lo probé alguna tarde le interesó más poco que una conferencia sobre el derrape del caracol, o sea, nada. Con el tiempo alguna vez traté de ponerle algún capítulo de Pocoyó y duraba atento a la pantalla dos nanosegundos. En fin que si bien alguna amiga me decía que a su peque lo tenía algún ratito entretenido con la "caja tonta" en mi caso nunca fue algo posible. Tampoco quería convertirle en un teleadicto antes de tiempo así que debo reconocer que me gustaba la escasa afición que le tenía mi hijo a la pequeña pantalla. Con las pocas cosas que se entretenía era con "Fama a bailar "cuando hacían coreografías, entonces sí que quedaba obnubilado por el baile, pero nada más.
Con los dos años la cosa cambió y desde principio de verano sí observé que por la mañana mientras desayunaba se quedaba atento a los dibujos del canal Clan que iban de fondo en la tele de la cocina: "Juega conmigo Sésamo", "Las tres mellizas", "El jardín de los sueños", etc.
Después empezó a tararear y bailar las canciones y su padre y yo nos lo pasábamos en grande de buena mañana viéndole tan feliz y de tan buen humor.
El resto de día nada de tele y menos en verano con la de cosas que uno puede hacer fuera de casa. Pero un día estas vacaciones en el pueblo mientras cenábamos empezó una peli en Disney Channel creo recordar sobre un perro que hacía karate, cine infantil 100%. Mi hijo se quedó alucinado y acabada la cena me pidió tomar el bibe en el sofa para continuar viendo a ese "guau" tan cañero. Como estábamos de vacaciones y con el horario distorsionado no me importó. Sorprendentemente la vió todita entera y sin parpadear.
Al día siguiente en Aragón Tv echaban un clásico del cine de aventuras, "Los tres mosqueteros", y más de lo mismo, anonadadito se quedó mirando la película y riéndose con cada giro de Gene Kelly con la espada. Así que ya podéis ver a Aru tan cinéfila ella en sus buenos tiempos y tan feliz con el hecho de que a su retoño le guste el cine. Ya veremos como se va perfilando el tema pero ya me veo dentro de poco con él en el cine a ver lo último de Pixar, aissss qué emoción!!! Pero soñar sale gratis.
Comentarios
Al mío también le gusta el cine. Siempre explico, con orgullo y satisfacción, como bien dices que siente toda madre que se preste, jeje, que el primer cine que pisó fue a los 2 años, una sesión de IMAX. Imagínatelo con aquellas gafas 3D que ocupaban más que toda su cara, empotrado en el asiento completamente alucinado ante aquellas imágenes, y encima en 3D!!! Luego pensé que tal vez nos habíamos pasado... que luego no apreciaría el cine en 2D, al que por mucho tiempo no le iba a quedar otra que asistir (hoy por hoy, intento todavía evitar las versiones en 3D, porque francamente, la diferencia de precio no se corresponde a la prácticamente escasa diferencia de calidad... (pero ese es otro tema) Y bueno, por suerte no fue así.. Un ejemplo; En Ratatouille, había niños con prisa por que se acabase.. no resistían el ritmo y la duración de la peli, el mío desde que se apagan las luces hasta que se encienden permanece atento a la pantalla.. es un gustazo ir con él al cine.
Mamadejulio, poco a poco, no hay prisa, de todos modos tampoco es bueno que pasen muchas horas delante de una pantalla así que tiempo habrá para contagiar la cinefilia a nuestros retoños.
Juan, igual sí!