Ir al contenido principal

Cambio de mirada.

Al hilo del post de hoy de Mama Vaca, que me ha encantado he de decir, escribiré el que yo quería escribir esta semana en cuanto me fuese posible sobre la importancia de criar niños felices, que no malcriados, no confundamos.

El sábado 26 de abril acudí a un taller formativo en el colegio de mi mayor acerca de la pedagogía sistémica y la educación emocional. Eramos casi 70 familias asistiendo al evento. Un éxito notable según las formadoras dado que llevan mucho tiempo impartiendo este taller y jamás habían tenido tanto aforo.

El colegio de mi hijo es muy innovador, en él trabajan por proyectos y los profesores están muy implicados en esta metodología que me parece la más adecuada en el mundo en que vivimos. Ya he comentado muchas veces lo contenta que estoy de haber elegido el centro por eso pero también por otros detalles. Por ejemplo en la última reunión de aula las tutoras dedicaron una gran parte a hablar de la importancia de la educación emocional en nuestros hijos. Ni que decir que salí encantada.

En relación a la importancia que se le da a este aspecto en el aula y al interés suscitado desde el profesorado y las familias se montó este taller.

La pedagogía sistémica, motivo principal del encuentro, desarrollada a partir de los trabajos de Bert Hellinger aplicados en educación, se nos fue presentada como una herramienta útil para afrontar la difícil tarea de criar a nuestros hijos. Una herramienta que utilizada desde el colegio pero no desde la vertiente familiar no tiene ningún sentido. Así que requiere la colaboración de todas las partes implicadas.

No entraré en detalles sobre la teoría porque realmente sólo recibí una pincelada, y habría que dedicar mucho tiempo y alguien experto en la materia para hablar de ello. Sólo diré que este taller me abrió un poquito más los ojos hacia una realidad de la que mi sentido común me dice hay que tener muy presente cada día.

Lo primero que la principal responsabilidad de la educación de nuestros retoños es de nosotros, los padres. También que los profesores nos deben ayudar, pero bajo nuestra tutela y por nuestro encargo, nada más. Que los padres somos los más importantes y que debemos ejercer nuestra autoridad con todo el amor del mundo. Sólo así lograremos niños felices.

Lo segundo que los niños están para disfrutar de la infancia y deben llegar al colegio frescos, no "secuestrados" emocionalmente. Los problemas existen, nuestro entorno es complejo y cambiante, nuestros niños son esponjas y absorben todo lo que ven y sienten a nuestro alrededor. Si nosotros estamos mal ellos son los primeros que lo notan. Es indispensable que nos ocupemos seriamente de ellos, que no actuemos como si ellos no se enteraran de nada, porque no es así. Debemos ayudarles a expresar sus emociones y deben acudir al aprendizaje diario que la vida les ofrece felices y frescos para poder captarlo todo. Y para hacerles felices no hace falta malcriarlos porque nuestros hijos sólo nos necesitan a nosotros para estar bien.

Y al hilo de lo que contaba Mama Vaca hacer unas galletas una tarde cualquiera ya es un regalo fantástico para nuestros pequeños, no hace falta llevarlos una vez al año a Disneylandia, o colmarlos con los juguetes más caros. Nosotros somos su mejor regalo.

Cambiar el chip, mirar la maternidad/paternidad desde esta perspectiva es vital para disfrutar de la experiencia. Hay que imprimir lo belleza de la vida en nuestros hijos. Y esa belleza desde luego se encuentra en las pequeñas cosas, nada más. Nuestros hijos reciben y nuestra misión es darlo todo sin esperar ningún retorno. Y sí el mundo es complejo y cambiante pero la infancia de nuestros hijos es ahora y no volverá. No lo olvidemos.


Comentarios

Alejandra Click ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA...

Latitud: 43.31432 | Longitud: -1.877187 Altitud: 16 metros

Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz?  La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...

Premio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Justo ayer me quejaba de que nadie nunca da premios a mi blog, y esta mañana Elena de Educando a cuatro me ha concedido el primero... aisss qué contenta estoy!!!!!! Gracias millones!!!! Y para cumplir con el protocolo correctamente debo contaros siete cositas de mí: 1. Vivo en Cataluña, en las maravillosas Terres de l'Ebre, pero soy mañica 100%. 2. Soy culé, muy culé, me encanta el fútbol, lo vivo con pasión, soy de las que se muerde las uñas y se pone nerviosa con los partidos importantes. 3. Adoro viajar, ahora no puedo hacerlo tanto como me gustaría, pero espero poder seguir haciéndolo en cuanto mi hijo o futuros hijos crezcan y si la economía me lo permite claro... jeje!! De los sitios que ya he visitado sólo a tres quiero volver, Donosti, Menorca y Londres, cada uno por distintas razones. 4. Me encanta hacer TOP 5 como al prota de Alta Fidelidad de Nick Hornby, aunque a veces me cuesta decidirme qué o quienes merecen estar en ese "podio" especial. 5. Soy muy vaguet...