Hoy retomo un tema muy personal pero que necesito compartir.
En una conversación distendida con un grupo de amigas retomamos el tema del sexo y en concreto el tema del sexo en el embarazo. En este justo momento la única embarazada y de 24 semanas en concreto soy yo. Ellas siguen alucinando cuando les cuento que con mi primer embarazo estuve casi dos años sin prácticamente sexo, nueve meses de abstención total en el embarazo y los quince meses de lactancia materna con sexo de peras a uvas, y cuando digo de peras a uvas es que fue así.
Las razones las he contado mil veces, primero un embarazo muy duro, con vómitos, náuseas y malestares varios durante todo el embarazo y después del parto una lactancia materna de quince meses que me dejó la líbido por los suelos, razón que no impedirá que en este nuevo embarazo me empeñe en dar pecho a mi retoño porque sé que es lo mejor para él y todo lo demás no importa.
Entonces me preguntan cómo estoy viviendo este segundo embarazo, en el que he tenido muchas menos molestias, respecto al sexo. Y la verdad es que la respuesta no es mucho más positiva.
El primer trimestre se caracterizó por algunas náuseas y vómitos pero mucho más leves que en el anterior embarazo, y sobre todo por un golpe personal muy duro en mi vida, la pérdida de mi padre, y eso te quita las ganas de todo, y cuando digo de todo, es de todo.
En el segundo trimestre, el mejor según cuenta todo el mundo, me he sentido mucho mejor, claro que sí, además el no engordar en exceso ha ayudado, pero el handicap es que se ha desarrollado en uno de los veranos más calurosos que recuerdo en mi vida. Mientras no hizo mucho calor sí que recuerdo que tenía ganas pero después llegaron las olas bestiales de calor y adiós muy buenas. Como ya es tradicional en mí, si tengo calor no me apetece el sexo, eso me ha pasado toda la vida, con lo que el verano ha pasado con pocos achuchoncetes para "desgracia" de mi marido, xddd pero si había noches que me daban ganas de irme a dormir con un colchón a la terraza, no digo más.
Y el tercer trimestre aún no lo he empezado pero me imagino, sospecho que con el barrigón que tengo y el cansancio que arrastro no será una fiesta de desenfreno y lujuría sexual, vamos para nada.
Mis amigas en cambio todas presumen de unas vidas sexuales increíbles, tanto en el embarazo como fuera de él, y entonces me doy cuenta de que como todo en la vida es una cuestión de ritmos. Yo he sido siempre muy tranquila en ese aspecto, vamos que para mí el sexo nunca ha sido algo realmente esencial, de hecho soy una cáncer clásica, todo el mundo sabe que los cáncer somos más de dormir abrazados que de pasar la noche practicando sexo, jeje, así que me doy cuenta de que no es por el embarazo ni por otra cosa, soy yo, que puedo vivir sin sexo mucho tiempo y sin echarlo de menos. Pero el problema de todo esto es que no sé si mi socio al final piensa igual que yo, porque el pobre no se queja y me dice que él respecta mi forma de ser, pero a veces pienso, pobrecito, igual él no vive las cosas del mismo modo y no se atreve a reconocerlo. Y eso es lo que me preocupa realmente.
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
Lo que si considero importante es que hables a fondo con tu pareja, y que te cuente si realmente él está a gusto así. Porque una cosa es que te entienda, y otra que lo comparta.
He oído a hombres quejarse de que se sienten mal, cuando mientras se busca el embarazo hay sexo con frecuencia, pero una vez conseguido el embarazo, su pareja se olvida del sexo... No digo que sea el caso de tu pareja, pero no estaría de más que lo hablarais y te aseguraras de que efectivamente coincide lo que siente con lo que te dice.
Muchos besos!
Lo que si considero importante es que hables a fondo con tu pareja, y que te cuente si realmente él está a gusto así. Porque una cosa es que te entienda, y otra que lo comparta.
He oído a hombres quejarse de que se sienten mal, cuando mientras se busca el embarazo hay sexo con frecuencia, pero una vez conseguido el embarazo, su pareja se olvida del sexo... No digo que sea el caso de tu pareja, pero no estaría de más que lo hablarais y te aseguraras de que efectivamente coincide lo que siente con lo que te dice.
Muchos besos!