Ver "Margin Call" tras una semana de turbulencias financieras y económicas como la pasada fue realmente estremecedor.
Tenía muchas ganas de pillar esta cinta por banda. Las buenas referencias y la temática tratada dan para tenerle ganas. Y sinceramente verla me dejó más patidifusa de lo que ya estaba. No por imaginar que realmente las cosas sucedieron de ese modo en los momentos previos al estallido de la crisis financiera de las hipotecas subprime en 2008, que ya lo imaginaba, sino por ver la frialdad con la que toman las decisiones algunos de los "tiburones financieros" que pueblan las grandes plazas financieras. Viendo los cuantiosos sueldos que manejan y la desidia con la que toman ciertas decisiones más inmorales que otra cosa.
Y lo que más triste me pareció fue ver como verdaderos cerebritos salidos del prestigioso MIT se dedican a ese "trabajo", porque la renmuneración es más interesante, en lugar de emplear su talento en otros campos más provechosos como la ciencia. Así se ve cuando el joven que desentraña los cálculos del USB que revela el problema describe su curriculum ante el consejero delegado de la corporación en la reunión definitiva a altas horas de la madrugada. O la escena en la que el despedido le cuenta a su excompañero que una vez construyó un puente, como ejemplo de lo bueno que pudo hacer en algún momento de su vida y en lo que se había convertido tiempo después.
Creo que el visionado de este film es imprescindible, aunque advierto también desolador.
Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.
Comentarios