Ir al contenido principal

Hay otras formas de hacer las cosas.

Dejadme que, tras un fin de semana nefasto política y económicamente hablando como el que hemos acabado de vivir, sea positiva y me empeñe en pensar, creer y mostraros otro modo de hacer las cosas. De hecho no seré yo, fue Jordi Évole, que en su programa de cierre de temporada Salvados de anoche, que tituló acertadamente #ReiniciandoEspaña, mostró esa otra manera de actuar. Un modo de hacer las cosas que yo creo que es el único camino que nos llevará a salir del embrollo en que nos hemos estado metiendo a lo largo de estos años y lo contó en un programa que ciertamente me dejó buen sabor de boca en un momento en el que creed me era complicado que me lo dejara.
El programa lo estructuró en cuatro partes:
- Habló de una corriente interesante y alentadora de economía llamada economía del bien común, de la que podéis obtener más información pinchando aquí.
- Nos enseñó un modelo de empresa social, rentable y sostenible, como es el caso de La Fageda, caso que admiro y sigo desde hace años dado que me encantan los yogures que produce (son maravillosos), y porque siguen el modelo de empresa social que tratamos de implementar en la empresa en la que yo trabajo.
- Viajó hasta Torrelodones y nos mostró el interesante Ayuntamiento que allí han conformado un grupo de vecinos hartos del mal funcionamiento de la política al uso.
- Finalmente conocimos un ejemplo de banca ética, Triodos Bank, un modelo de banca cuyo objetivo es muy distinto al de la banca tradicional que ha contribuido feroz y descaradamente en la crisis económica y financiera en la que nos hemos visto envueltos. Estoy más que segura que esta entidad no va a necesitar ningún porcentaje del rescate que nos acaba de "regalar" Europa.
Pero mejor que os lo cuente es que lo veáis si no lo hicisteis ya anoche. El enlace es éste.Ya veréis como os infunde cierto optimismo y os anima a poner vuestro granito de arena en el cambio. Es nuestra única salida. Porque más que una crisis política o económica, como dice en el programa el sensato Manuel Milián, periodista al que sigo desde hace tiempo en Catalunya Radio, lo que tenemos delante es una crisis moral. Y o cambiamos el chip a la de ya, o lo seguiremos pasando muy mal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa