El miércoles pasado mi peque cumplió tres añitos como ya sabéis. Hace un par de fines lo celebramos con una comida con los amigos como ya os conté aquí. Pero el mismo día del aniversario en la guarde le montaron su fiesta especial. Me encanta como lo organizan en este centro. Los padres del cumpleañero traemos desayuno para el resto de los niños de la clase, siempre cosas lo más sanas posibles, nada de chuches, prohibido. Ellos mismos se confeccionan su propia corona de cumpleañeros y por un día son los protagonistas de la jornada. Reciben felicitaciones, les hacen fotos con la cámara que les dejamos y todos los niños lo celebran juntos a modo de fiesta. Mi hijo se lo pasó genial como intuiréis.
Como aquel día mamá estaba de seminario en Barcelona lo recogió la yaya y juntos se fueron a pasar la tarde al parque y luego a tomar un zumito de piña en su bar favorito. Luego como yo llegaba tarde sobre las diez de la noche, se fueron papá y él juntos al McDonalds a cenar, vamos que hicieron la fiesta redonda. Y me esperaron despiertos para que yo pudiera darle un besito antes de acostarle al llegar. Eso fue lo peor del día, no poder compartir más tiempo con él.
Esta fue la primera parte pero aún quedaba la tercera parte de los fastos de este cumpleaños, que más que un cumple parecía una boda gitana por lo que se estiran las celebraciones: la fiesta en casa con la familia.
Y ayer fue el día elegido para el evento. La familia más cercana vinieron a comer a casa y yo monté una decoración temática sobre su personaje de dibus favorito a día de hoy (esto cambia más que la bolsa claro): Dora la Exploradora.
Los regalos (todos de acuerdo a la lista confeccionada con vuestra ayuda) y el hecho de tener a todos sus seres queridos en casa por él fueron los detonantes perfectos para que la alegría de mi pequeño le desbordara y tuviera un plus de energía en su cuerpo casi paranormal. Si de por sí él es movidito ayer era un torbellino.
Menos mal que por la tarde se bajó al jardín de la urbanización con mi hermana y mi cuñado a jugar al futbol con los otros niños de la vecindad, eso sí sin bañarse en la piscina que el tiempo para fastidio de todos no acompañó mucho para ese menester, y quemó un poco de ese exceso de energía que si no me quema la casa, jeje!!
Pero lo pasamos muy bien, sopló las velas y disfrutó de los regalos que al final fueron los siguientes:
- Una cocinita de juguete, que le he instalado en la cocina de casa y donde juega muy feliz, por mucho que le pese a mi suegra.
- Una bonita y práctica maleta Trunky.
- Un par de bañadores muy chulos para la playa y un conjunto de camiones, palas, rastrillos y demás elementos para disfrutar del verano a tope.
- Un libro de cuentos tradicionales y un puzzle, de Dora la Exploradora, claro está.
- Una alfombra que representa una ciudad para jugar con un set de coches fantástico.
Y por este año esto ha sido todo amigos!!!!!
Comentarios
Y que gusto da verles disfrutar de esos momentos.
Me alegro por él!
Lo de la cocinita me ha encantado jejejeje, yo también le compré a Boliche una juego de cazuelas y comiditas, xq la cocinita no me cabía en casa :( que sino le compro hasta un horno jajajajaja
Un beso fuerte
Superamatxu, créeme que lo está!!
Teta reina, bueno siempre puedes optar por una cocinita chiquita, las hay hasta portátiles.
Impenitente, ahora empezaremos como en el País de las Maravillas a celebrar el no cumpleaños jeje!!