Mañana es mi último día de trabajo antes de las vacaciones, vacaciones que este año como casi todos he partido en varias fases entre julio, agosto, Semana Santa y Navidad. Cuando tienes niños tienes que priorizar las fechas más festivas. Ahora me quedan por delante 15 días en los que mi propósito es sobre todo desconectar. Y para ello me serviré primero de unos días de fiestas patronales de pueblo, mi pueblo, el mejor pueblo del mundo. Donde compartiré cenas con amigos, tardes de vaquillas (sí, sí, en mi pueblo somos tan "malos" que tenemos vaquillas en nuestro programa de fiestas), chupinazos, juegos infantiles, vermuts a la salida de misa, tournés de peñas, y baile, que no falte el baile. Y después probablemente seguirá algunos días en la playa con amigos, y tal vez alguna que otra excursión adaptada a nuestra categoría de padres de niños pequeños. Y relax, mucho relax, en la piscina del pueblo por las tardes, en las terracitas de la plaza mayor por la noches, y suma y sigue. Habitualmente planeo las vacaciones de julio a fondo ya que solemos ir de viaje a algún lado, este año fue Mallorca la elegida, otros años otros lugares, ya os los he ido contando. Pero las vacaciones de agosto las dejo al aire, a lo que venga, sin planes, ni horarios, me apetece que sea así.
Pero este verano he hecho un descubrimiento que me tiene muerta, tiesa, patidifusa, alucinada, y es que este verano no hay momento libre que se precie que no aproveche para devorar las imágenes de esa maravilla de la televisión llamada MAD MEN.
Acabada la primera temporada, tengo que emprender la segunda, y luego la tercera y más tarde ponerme al día con la cuarta que ahora está ya en el aire en la AMC americana, y claro hay dos opciones, o me llevo los capítulos al pueblo y los veo compulsivamente a ratos muertos cuando pueda, cosa complicada porque el rato que paso en casa lo paso mayormente en la de mis padres y allí las televisiones suelen estar más solicitadas que las hamacas de Benidorm en agosto. O por contra puedo hacer parón "madmenero" y guardar castidad a Don Draper y su tropa hasta la vuelta de vacaciones, cosa que también veo difícil porque una vez descubierta la serie que alguien me diga como narices se hace para dejar de verla tantos días.
En fin ahí estoy yo con mi disquisición televisiva, mucho menos abrumadora que mis últimas comidas de coco con el asunto de mi hijo y sus pañales, pero igual de insistente.
El hombre más guapo del mundo, bueno después de mi hijo claro...
Pero este verano he hecho un descubrimiento que me tiene muerta, tiesa, patidifusa, alucinada, y es que este verano no hay momento libre que se precie que no aproveche para devorar las imágenes de esa maravilla de la televisión llamada MAD MEN.
Acabada la primera temporada, tengo que emprender la segunda, y luego la tercera y más tarde ponerme al día con la cuarta que ahora está ya en el aire en la AMC americana, y claro hay dos opciones, o me llevo los capítulos al pueblo y los veo compulsivamente a ratos muertos cuando pueda, cosa complicada porque el rato que paso en casa lo paso mayormente en la de mis padres y allí las televisiones suelen estar más solicitadas que las hamacas de Benidorm en agosto. O por contra puedo hacer parón "madmenero" y guardar castidad a Don Draper y su tropa hasta la vuelta de vacaciones, cosa que también veo difícil porque una vez descubierta la serie que alguien me diga como narices se hace para dejar de verla tantos días.
En fin ahí estoy yo con mi disquisición televisiva, mucho menos abrumadora que mis últimas comidas de coco con el asunto de mi hijo y sus pañales, pero igual de insistente.
El hombre más guapo del mundo, bueno después de mi hijo claro...
Comentarios
Aysss como me recuerdan tus planes a mi juventud cuando pasaba el mes de agosto en mi pueblo con sus fiestas.
Pense que cuando acabara de ver Dexter no tendria nada para ver, pero ya tengo en mi mente la descarga de GLe y Madmen, me pica la curiosidad.
Lo dicho, q disfruteis mucho¡¡¡
Mamadejulio ya te digo, GLEE es estupenda pero MAD MEN es imprescindible!!! A por ellas!!!