Semanita laboral agitada la que culmina con este viernes 13, fecha en el que por ejemplo el mismísimo M. Night Shyamalan, sí ese que ve muertos, le chifla el cuento de la caperucita roja, o era amarilla, y tiene sirenas en la piscina de su urbanización, estrena su último "flim", EL INCIDENTE, o día en el que Zaragoza tras muchos incidentes de todo tipo, valga la renundancia, sobre todo los propiciados por la propia agua, abre las puertas al mundo de su Expo 2008. Un amigo mañico ha comentado en su sección semanal de cine el escepticismo que le provoca pensar en lo que pasará después de estos meses de lucimiento y orgullo patrio, y yo que siempre trato de ver el lado positivo de las cosas, me veo obligada a consolarle a él y a todos los que estén pensando lo mismo, que no pasará nada, la ribera del río habrá quedado bonita, la ciudad, la mar de "apañá", y las instalaciones siempre podrán servir para celebrar la feria de abril o el Sonar versión jotera, a modo y manera del Forum barcelonés, digo yo.
Y es que sí, ésta ha sido una semanita agitada, porque hay que ver la que se ha liado con los transportistas en pie de guerra, el país se ha parado en seco. Si no teníamos bastante con la crisis, perdón, la desaceleración económica, perdón, el periodo de dificultades objetivas (ahora sí que he utilizado el término correcto que nos inculca nuestro presidente) pues durante estos días hemos aliñado la ensalada con las pérdidas que ha supuesto la huelga. Y claro como ya viene siendo moda, la negación fue la primera reacción gubernamental, el lunes no pasaba nada, ah, pero el miércoles media España era una batalla campal, con resultados tan fatídicos como el del piquete muerto en Granada y ya hoy viernes no hay quien se aclare, ni los propios convocantes. Y mientras los precios, ante la escasez de subministro, para arriba, como los ánimos de la selección tras la victoria ante Rusia, y ale embrolla que embrolla, en fin, un desacato de tomo y lomo al que la verdad poca solución le veo. Con este panorama no me extraña que mi niño no se decida a venir al mundo aún, y eso que ya salí de cuentas el pasado lunes día 9, y yo que le digo que pase del tema y que no haga desesperar más a su mamá, que con tanta mala noticia en la tele y la tensión y los nervios del final del embarazo, está que ya no puede más con su alma, pero él no parece convencerse.
Pero no desesperemos, no, todo llegará, había sequía y el cielo nos mandó 40 días de lluvias incesantes, que casi nos inundan medio país, pero que aliviaron nuestro problema, ahora con un poquito de suerte igual tenemos 40 días más de descubrimientos de pozos petrolíferos a gogo por toda la geografía española, sería un puntazo vaya.
No sé de momento habrá que esperar un milagro o llamar a todos los ángeles... ¿qué os parece? Yo lo hago por lo menos para ver si animan a mi peque a nacer...
Y es que sí, ésta ha sido una semanita agitada, porque hay que ver la que se ha liado con los transportistas en pie de guerra, el país se ha parado en seco. Si no teníamos bastante con la crisis, perdón, la desaceleración económica, perdón, el periodo de dificultades objetivas (ahora sí que he utilizado el término correcto que nos inculca nuestro presidente) pues durante estos días hemos aliñado la ensalada con las pérdidas que ha supuesto la huelga. Y claro como ya viene siendo moda, la negación fue la primera reacción gubernamental, el lunes no pasaba nada, ah, pero el miércoles media España era una batalla campal, con resultados tan fatídicos como el del piquete muerto en Granada y ya hoy viernes no hay quien se aclare, ni los propios convocantes. Y mientras los precios, ante la escasez de subministro, para arriba, como los ánimos de la selección tras la victoria ante Rusia, y ale embrolla que embrolla, en fin, un desacato de tomo y lomo al que la verdad poca solución le veo. Con este panorama no me extraña que mi niño no se decida a venir al mundo aún, y eso que ya salí de cuentas el pasado lunes día 9, y yo que le digo que pase del tema y que no haga desesperar más a su mamá, que con tanta mala noticia en la tele y la tensión y los nervios del final del embarazo, está que ya no puede más con su alma, pero él no parece convencerse.
Pero no desesperemos, no, todo llegará, había sequía y el cielo nos mandó 40 días de lluvias incesantes, que casi nos inundan medio país, pero que aliviaron nuestro problema, ahora con un poquito de suerte igual tenemos 40 días más de descubrimientos de pozos petrolíferos a gogo por toda la geografía española, sería un puntazo vaya.
No sé de momento habrá que esperar un milagro o llamar a todos los ángeles... ¿qué os parece? Yo lo hago por lo menos para ver si animan a mi peque a nacer...
Comentarios
No creo que la huelga, los piquetes, la economía, ni siquiera la selección retengan al chiquitín... Porque cuando llegue, madre mía cuando llegue... Ahí sí que se va a parar el mundo...
Ya te lo he dicho otras veces, pero estoy deseando leerte la feliz noticia, de verdad...
Un besito enoooooorme
P.S. Que sepas que tus fan blogosféricos estamos deseando ser "bloguetíos" del bebé que ya está a puntiiiiito de llegar. Mua, guapísima!
La Expo no creo que la vea, pero El Incidente caerá en breve.
Muchos ánimos estos últimos días :)
besotes
Si Italia pasa con ese equipo el futbol seria una vez mas una gran injusticia.
Cuanta emocion contenida y que alegria nos han dado a todos esta generacion de ganadores.