Hombre rico, hombre pobre.

No quiero crear polémica desde aquí pero ya hace unos días que quiero hablar de un tema que está de plena actualidad y que a mí me toca la vena sensible de un modo especial.
El gobierno se encargará de realizar el "mini" trasvase del agua del Ebro, que la Ministra de Medioambiente se niega a reconocer que es un trasvase, ni que vaya a tener efectos en la zona del sur de Cataluña, hacia la área metropolitana de Barcelona a través de un canal que seguirá la ruta de la autopista A7. Y desde aquí, desde el sur, los hermanos pobres tendremos que callar y tragar, o protestar y que nadie nos escuche, porque ¿qué son 5 millones de habitantes antes la reducida población del área del Delta del Ebro? Pues poco si de cifras hablamos y si obviamos la realidad de esta zona.
No quiero resultar egoísta, sé que la situación de sequía en el norte es grave, soy consciente, el pantano de Sau sale en televisión día sí y día también, pero yo vivo delante del río, lo veo desde mis ventanas, y os puedo asegurar que el caudal del mismo es irrisorio, ni siquiera esta primavera ha sufrido una crecida bonita como la que os enseñé el año pasado. En fin que el nivel está bajísimo, pero no veo a penas cámaras de televisión mostrando cómo está realmente ahora. Tampoco nadie explica que una lengua de agua salada va penetrando río arriba poco a poco, y quedándose al fondo del mismo permanentemente, por la mayor densidad de ésta respecto al agua dulce. Nadie cuenta que el Delta va desapareciendo poco a poco y salinizándose, a nadie le importa. Porque conservar la agricultura que se ha generado en esa zona o conservar el medioambiente que hay en ella no resulta rentable, como tampoco lo resulta buscar otras soluciones al problema de falta de agua de Barcelona, que las hay, seguro, pero más caras. Al final es la economía la que manda, lo demás no importa y como los hermanos ricos siempre ganan a los pobres, aquí en el sur de Cataluña perderemos esta partida. Y no desearemos seguir creyendo en aquellos políticos que desde el PSOE y en campaña electoral se llenaron la boca de palabras que nos decían que jamás permitirían un trasvase del Ebro, dejaremos de creerles, aunque yo me temo que nunca me fié bien de ellos.
Actualización a las 17.47:
Hoy a mediodía he podido enterarme que el Gobierno de Aragón y también todas las organizaciones ecologistas españolas han tomado la certera decisión de protestar, aunque sea por separado, y pedir explicaciones acerca de lo que está sucediendo. Me alegra saber que al menos el gobierno de mi tierra está teniendo un poquito de sentido de común más que el gobierno de la tierra donde vivo, que proponía un trasvase desde el Segre cuando todos sabemos que el Segre es un afluente del Ebro. También he oído a la Ministra insistiendo que no es un trasvase, sino una medida de urgencia, esto es como lo de la crisis económica, que tampoco quieren llamarla por su nombre y se empeñan en decir que es una desaceleración económica, juegos de palabras absurdos, la verdad. En fin que sé que esto va a tener un mal final, pero no me podía callar la boca.