He llegado a la triste conclusión de que la campaña de descrédito contra la lactancia materna es totalmente exitosa. Imagino que el poder oscuro de las marcas es muy potente y su red de influencia demasiado poderosa. Pero es que está tan normalizado el uso del biberón en un recién nacido que lo contrario, o sea, lo natural, lo bueno, lo sensato, es decir la lactancia materna, es lo que se considera extraño y alocado. Una pena vamos. Yo respeto a las personas que deciden dar biberón porque es una decisión personal pero es que tener ideas tan equivocadas sobre la lactancia materna y exponerlas así sin más hace que muchas madres decidan no apostar por ella por simple desinformación o por mala información recibida. Y ahí es donde me indigno. Además yo ando sensible con el tema desde que mi bebé hace dos meses decidió unilateralmente rechazar el pecho y me tocó darle la leche sólo con biberón, aunque ahora ciertamente prefiere comerse un bistec o un yogur que no beber leche de fórmula del...
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