Con mi hijo pequeño he descubierto dos piezas imprescindibles de puericultura con las que no contaba al nacer mi hijo mayor pero que ahora me están facilitando mucho la crianza.
La primera es el móvil de la cuna grande, cuna que no uso para nada, evidentemente mi bebé o duerme en la minicuna o en nuestra cama de matrimonio, o en la hamaquita, pero no en la cuna que está montada en su habitación y luce muy bonita pero nada más. La cuna es la que el peque ha heredado del mayor evidentemente y está montada por si las moscas, pero con el mayor la usé más bien poco, así que cuando unas amigas me regalaron un bonito móvil de cuna musical lo monté allí un poco incrédula. Ellas aseguraron que era una maravilla así que un día decidí poner allí al bebé con la musiquita y oye mano de santo al nene le encanta pasar un ratito embobado con las luces y la música, una bendición! Lo relaja que no veas. Y a mí por ejemplo me permite ducharme sin estar a punto de partirme la crisma en el intento porque sé que mi bebé está seguro dentro de la cuna y contento por el entretenimiento del móvil.
El segundo objeto es mi mochila Emeibaby de la que ya he hablado anteriormente en el blog y que me ha descubierto las bondades y maravillas del porteo. Es cara, la verdad sea dicha, pero es que es ergonomica como un foulard pero tiene la practicidad de una mochila, es fácil de colocar y en ella el bebé va encantado, cómodo y feliz pegadito a mí que disfruto del contacto de mi adorable bebé y de tener dos manos libres. buahhh!!! No veáis como la amortizo.
Con dos hijos hay momentos en que tienes que preparar el bocata al mayor al tiempo que el pequeño llora, sin la mochila uno de los dos estaba descontento, ahora no, coloco al peque en la mochila y mientras tengo manos para hacer un delicioso bocata de jamón, por ejemplo.
La primera es el móvil de la cuna grande, cuna que no uso para nada, evidentemente mi bebé o duerme en la minicuna o en nuestra cama de matrimonio, o en la hamaquita, pero no en la cuna que está montada en su habitación y luce muy bonita pero nada más. La cuna es la que el peque ha heredado del mayor evidentemente y está montada por si las moscas, pero con el mayor la usé más bien poco, así que cuando unas amigas me regalaron un bonito móvil de cuna musical lo monté allí un poco incrédula. Ellas aseguraron que era una maravilla así que un día decidí poner allí al bebé con la musiquita y oye mano de santo al nene le encanta pasar un ratito embobado con las luces y la música, una bendición! Lo relaja que no veas. Y a mí por ejemplo me permite ducharme sin estar a punto de partirme la crisma en el intento porque sé que mi bebé está seguro dentro de la cuna y contento por el entretenimiento del móvil.
El segundo objeto es mi mochila Emeibaby de la que ya he hablado anteriormente en el blog y que me ha descubierto las bondades y maravillas del porteo. Es cara, la verdad sea dicha, pero es que es ergonomica como un foulard pero tiene la practicidad de una mochila, es fácil de colocar y en ella el bebé va encantado, cómodo y feliz pegadito a mí que disfruto del contacto de mi adorable bebé y de tener dos manos libres. buahhh!!! No veáis como la amortizo.
Con dos hijos hay momentos en que tienes que preparar el bocata al mayor al tiempo que el pequeño llora, sin la mochila uno de los dos estaba descontento, ahora no, coloco al peque en la mochila y mientras tengo manos para hacer un delicioso bocata de jamón, por ejemplo.
Comentarios
Que dinero más bien invertido!