Podía intuirlo por sus blogs, o por sus comentarios twitteros pero la verdad es que ha sido gracias a un par de posts, justo éste y éste, cuando esta semana he conocido mucho mejor la maravillosa relación de una tribu 2.0 muy particular y su particular manera de demostrarse su sincera amistad a través de una manta de patchwork.
Y eso me ha hecho plantear como realmente la vida 2.0 a veces depara sorpresas maravillosas y permite conocer a gente increíble con la que se conecta mucho mejor que con la que nos toca lidiar en nuestra vida 1.0 muchas veces.
En realidad como digo llevo largo tiempo siendo bloggera y todo empezó por los ánimos de mi mejor amiga 2.0, Pi, que con su blog, me animó a ponerme con este mío en diciembre de 2006, no ha llovido ni nada desde entonces. Ella vive en Girona y yo en la provincia de Tarragona, y nos conocimos un tiempo antes en un chat divertidisimo de cine en el que jugábamos a adivinar películas, un vicio total pre-Apalabrados y Whatsapp. En el verano de 2007 nos desvirtualizamos y aunque no nos hemos podido ver más sí que hemos mantenido el contacto y ella me ha demostrado preocuparse mucho por mí y a mí me encanta saber de ella a menudo.
En aquel momento conocí también a otro buen amigo 2.0, Nando, autor de varios blogs, entre ellos éste de educación muy interesante, escritor y profesor de secundaria al que admiro y estimo mucho y del que recomiendo encarecidamente sus libros.
Por supuesto congenié con más chateros cinéfilos pero ellos dos fueron los que más tiempo han perdurado y perduran en mi vida.
En 2010 descubrí tardíamente el mundo de la blogsfera materna, fui leyéndo y manteniéndome relativamente al margen durante un tiempo pero aquellos blogs de mamas y papas a los que les pasaba cosas muy parecidas a las que me pasaban a mí desde que había nacido mi pequeño me reconfortaban sobremanera y me hice adicta a ellos.
Entre algunas de las autoras de esos blogs que empecé a leer en aquella época ha surgido la bonita amistad de la que hablaba en este post al principio. Yo no pude "entrar" en ese grupo, ya digo que me incorporé a este mundillo más tarde, pero con algunas mantengo relación vía whatsapp, correo, twitter, o por el blog, y me gusta tenerlas a mano para consultarles mis desvaríos maternales, como el de esta mañana en la que me he levantado con un resfriado del quince y no sabía si podía tomar ibuprofeno mientras estoy con la lactancia materna. Con ellas y con muchas otras mamis twitteras y bloggeras aprendo un montón cada día en esta vida 2.0 en la que me siento muy a gusto.
Por fortuna también tengo mamis maravillosas en la vida 1.0 con las que charlar y con las que congenio, pero son las menos porque a veces la visión de la educación y crianza de los hijos es un tema que en lugar de unir, enfrenta, y por eso intento no tratar estas inquietudes con quien sé bien que no comparten mi modo de ver la maternidad.
Y eso me ha hecho plantear como realmente la vida 2.0 a veces depara sorpresas maravillosas y permite conocer a gente increíble con la que se conecta mucho mejor que con la que nos toca lidiar en nuestra vida 1.0 muchas veces.
En realidad como digo llevo largo tiempo siendo bloggera y todo empezó por los ánimos de mi mejor amiga 2.0, Pi, que con su blog, me animó a ponerme con este mío en diciembre de 2006, no ha llovido ni nada desde entonces. Ella vive en Girona y yo en la provincia de Tarragona, y nos conocimos un tiempo antes en un chat divertidisimo de cine en el que jugábamos a adivinar películas, un vicio total pre-Apalabrados y Whatsapp. En el verano de 2007 nos desvirtualizamos y aunque no nos hemos podido ver más sí que hemos mantenido el contacto y ella me ha demostrado preocuparse mucho por mí y a mí me encanta saber de ella a menudo.
En aquel momento conocí también a otro buen amigo 2.0, Nando, autor de varios blogs, entre ellos éste de educación muy interesante, escritor y profesor de secundaria al que admiro y estimo mucho y del que recomiendo encarecidamente sus libros.
Por supuesto congenié con más chateros cinéfilos pero ellos dos fueron los que más tiempo han perdurado y perduran en mi vida.
En 2010 descubrí tardíamente el mundo de la blogsfera materna, fui leyéndo y manteniéndome relativamente al margen durante un tiempo pero aquellos blogs de mamas y papas a los que les pasaba cosas muy parecidas a las que me pasaban a mí desde que había nacido mi pequeño me reconfortaban sobremanera y me hice adicta a ellos.
Entre algunas de las autoras de esos blogs que empecé a leer en aquella época ha surgido la bonita amistad de la que hablaba en este post al principio. Yo no pude "entrar" en ese grupo, ya digo que me incorporé a este mundillo más tarde, pero con algunas mantengo relación vía whatsapp, correo, twitter, o por el blog, y me gusta tenerlas a mano para consultarles mis desvaríos maternales, como el de esta mañana en la que me he levantado con un resfriado del quince y no sabía si podía tomar ibuprofeno mientras estoy con la lactancia materna. Con ellas y con muchas otras mamis twitteras y bloggeras aprendo un montón cada día en esta vida 2.0 en la que me siento muy a gusto.
Por fortuna también tengo mamis maravillosas en la vida 1.0 con las que charlar y con las que congenio, pero son las menos porque a veces la visión de la educación y crianza de los hijos es un tema que en lugar de unir, enfrenta, y por eso intento no tratar estas inquietudes con quien sé bien que no comparten mi modo de ver la maternidad.
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Besitos