Ayer tuvimos la tradicional reunión de inicio de curso con las tutoras para explicar el programa y las normas que regirán el funcionamiento todo el año. En el colegio de mi hijo hay dos líneas de P4 y se suele organizar una reunión conjunta a la que asisten las dos tutoras, los padres y la directora del centro.
La reunión se estructuró en una primera parte en la que las tutoras fueron explicando la organización, horarios, normas básicas y recomendaciones para el buen funcionamiento del curso que acaba de empezar. También se trató el tema de las cuotas. La segunda parte se iba a dedicar a ruegos y preguntas.
Todo fue de maravilla hasta que llegamos al tema de las cuotas. El colegio de mi hijo es público. Si me leéis ya lo debéis saber. Es un colegio nuevo con gente joven y en él se trabaja por proyectos y los alumnos no tienen libros. No es que eligiera ese colegio por la razón de que no se lleven libros sino porque me gustó mucho la manera de enfocar la educación de los alumnos que allí asisten. Me gusta que se fomente otro tipo de disciplina escolar, me gusta que mi hijo exprese sus intereses eligiendo con sus compañeros un proyecto en el que trabajar, que investigue sobre ese tema, que sepa buscar la información relevante, que se eduque de una manera creativa, y que no tenga que acabar aprendiendo de pe a pa lo que pone en un libro. Yo aborrecí siempre las asignaturas en las que me exigían empollar sin más y no analizar o investigar, comprender y asimilar. De hecho soy de ciencias y acabé haciendo Económicas.
Aún con todo con la que con la que está cayendo no tener que pagar 300 euros en libros va genial, tampoco diré lo contrario. En cualquier caso el material lo compra el colegio y los padres pagamos 110 euros a principio de curso y el primer día está todo ese material en la clase colocado para que nuestros hijos se pongan en marcha, lo que es supercómodo también.
Este año además han impuesto otra cuota de 70 euros para salidas y materiales de festividades. Si el alumno no acude a las salidas por cualquier motivo se abonaran los euros sobrantes. Esto quedó claramente explicado en el folleto informativo que se nos libró a principio de curso.
Y justo en ese punto de la orden del día se desató la polémica con la aportación de una madre, la típica que hace corrillos en el patio y que siempre tiene que criticarlo todo, de hecho se quejó en la reunión de final de curso porque no dejaban llevar chucherías en los cumpleaños, cuando en ese colegio siempre se ha potenciado la alimentación saludable como es lo más lógico. La sujeta en cuestión protestó porque las dos cuotas, ambas suman 180 euros, eran elevadisimas a su modo de ver, mucho más que otros años, cosa que no es verdad porque si sumamos la cuota del año pasado con los pagos por salidas y las aportaciones que fuimos dando poco a poco no hay tanta diferencia. Por su boca salíeron rayos y truenos y no precisamente expresados con la educación que cabría esperar en un reunión de esta guisa. Subió tanto el tono que no quedó más remedio que la directora saliera al paso. Y ahí ésta estuvo brillante. Lo primero que le dijo fue que la puerta del colegio estaba abierta para salir, que si aquel centro no era de su agrado, que ya sabía que en la ciudad había otras opciones. También convino a decirle educadamente que la manera de resolver sus problemas educativos o económicos respecto a la escuela era acudiendo a su despacho a hablar civilizadamente y no haciendo corrillos en el patio con otros padres para cuchichear porque así la había visto en muchas ocasiones. Y finalmente argumentó el sistema educativo elegido, el sistema por proyectos, comentó las facilidades de pago que daba el centro a las familias que lo necesitaran, comparó las cuotas y gastos que suponía este colegio respecto a los otros que hay en la zona, remarcó que el sistema de cuotas elegido este curso había sido aprobado plenamente en el Consejo Escolar, máximo órgano de dirección del centro, y finalmente habló de la labor magnífica que el equipo del centro hace cada día muy a pesar de los recortes salvajes que sufren. En fin que su alegato fue magnífico. Y entonces una de las madres a las que considero amiga porque compartimos muchas cosas, pidió la palabra y ratificó con más sentimiento si cabe las palabras de la directora. Y cuando digo con sentimiento lo digo porque me emocioné, ya que ella remarcó la importancia de la educación de nuestros hijos, y la relevancia de poner ese tema por encima del resto porque lo vale y lo merece, y porque nuestros hijos son nuestro mayor tesoro.
Aún ahora le doy vueltas al caso de la madre "follonera" que vive en la misma calle del colegio y siempre va con coche a buscar a su hijo, gastando innecesariamente gasolina, con lo saludable y económico que es andar, que se pasa muchas tardes de charreta en el chiringuito del parque con una cerveza en la mano, perdiéndose la magia de los juegos de su hijo, y tantas y tantas otras cosas. Que hay gente que tiene hijos por tenerlos porque toca y después parece que les suponen moscas cojoneras que hasta les molestan. No lo entiendo no es justo.
Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA...
Comentarios
Yo tuve mi particular reunión el pasado jueves y sentí vergüenza ajena por la falta de respeto que los típicos padres de siempre (mi hijo hace cuarto ya, luego hace unos cuantos años que ya nos conocemos todos...) dirigen hacía los maestros de nuestos hijos, padres que supuestamente están volcados en la educación de sus hijos, se preocupan por ellos y tienen un nivel cultural, en teoría, por encima de la media. Pero creo que son los primeros que olvidan que sus hijos forman parte de un grupo, que no son los únicos a los que imparten clase, que tratándolos de forma especial y pretendiendo que sus derechos estén por encima de los demás les hacen un flaco favor. Además de no acabar de entender que, si a ellos se les rpesentaran en su trabajo otro profesionales corrigiéndoles constantemente y cuestionando su labor se les hincharían las gónadas... Siempre rebatiendo, poniendo en duda su profesionalidad y sus resultados educativos. Para luego a final de curso ser los más pelotas a la hora de hacer entrega del regalito correspondiente. Pues menos regalos y más valorar desde el minuto cero la dedicación que ponen cada día en el aula y fuera de esta para que, con los recursos, cada vez más limitados que tienen tratan de hacer maravillas, y a veces incluso, lo consiguen! todo un reto para el profesorado de hoy con los tiempos que corren para la enseñanza en este país.
En la escuela de mi hijo también han aplicado la misma política: 120€ para fotocopias y material (no hay libros) y 60€ para salidas. Total la misma cantidad. Y me parece asombroso y loable lo que hacen con ello. Quejarse precisamente por este tema es de una necedad supina.
Este año además, están inmersos en el plan lectura. Cada mes han de leer un libro y rellenar una ficha. El libro puede ser de casa, pero también de la propia biblioteca del colegio, con lo que el gasto se reduce a 0. ¡¡Un libro al mes!! ¡¡En cuarto!!! Además de disponer de un libro cada uno, elegido también de la biblio, en el "calaixet" de la clase, para leer mientras esperan al profe o durante las medias horas lectivas (un total de cuatro, o sea, dos horas a la semana) dedicadas exclusivamente a la lectura. Además de trabajar en la lectura de un cuento breve, que previamente trabajado tendrán que leer en voz alta ante la clase, y esta será quien evalue su grado de entonación, pausas y comprensión lectora.
Que me enrollo!!!! ;)
Ah! en mi muro de facebook, por si no lo has visto, hay colgado un vídeo con una entrevista. Puede interesarte, échale un vistazo si tienes un rato.
Yo hablo mucho de este tema con mi marido y los dos coincidimos, que desde nuestro punto de visto, eso ni es ser padres ni nada, eso es que tocaba y punto, a nosotros que no tenemos hijos nos critican porque segun nos dicen, vivimos muy, jajajajaja!!
felicidades por tu blog, y te comentare mas a menudo, soy ana!!