El título de mi post os sugerirá alegría. Es viernes empieza el fin de semana, para algunos empiezan vacaciones también, no es mi caso, aún me queda una semanita en el tajo. Hay motivos para sonreír a pesar de la dichosita prima de riesgo. Pero mi emoción no es otra que la causada por el hecho de que hoy por fin veré a mi tesoro. Cinco días con sus cinco noches sin darle besos y abrazos, sin oír sus risas y sus llantos, sin charlar con él, sin comer con él, sin jugar con él, sin bañarle, ni acostarle, aissss, qué añoro xddd!!! Pero esta noche le veré por fin. Sé que ha estado bien, me consta que ha estado genial, de hecho sé que quiere quedarse más con mis padres en el pueblo pero a mí esta separación me mata. Necesito a mi niño conmigo. Más que al aire que respiro o al agua que bebo. No puedo vivir sin él!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios