Vamos que ya he vuelto, que ya estoy aquí otra vez. Volví a casa, al trabajo, a las comidas equilibradas, a los horarios estables de sueño, a la normalidad en definitiva. Sé que medio país está en depre post-vacacional pero yo sinceramente o septiembre llegaba pronto o me daba algo. Y no me malentedáis, me lo he pasado genial estas vacaciones, he aprovechado el tiempo muchísimo y he disfrutado de 15 días magníficos en compañía de mis dos chicos, de mi familia y de mis amigos. Primero con las fiestas del pueblo y toda la diversión que conllevan, sobre todo por ver a mi hijo como las ha disfrutado este año, y después por los días de buen tiempo que ha hecho y que hemos aprovechado para estar en la piscina, salir a cenar por ahí con amigos en las terracitas de verano, hacer alguna que otra excursión, incluso en yate por el mar, echar largas siestas, jugar con mi hijo en el parque, en la calle (sí en mi pueblo los niños aún pueden jugar por la calle, un lujo hoy en día), etc. etc. Pero entre tanto jolgorio y buena vida hay algo que se perdió y que ahora costará recuperar. Y con eso hablo de la rutina. Siempre he predicado que cuando hay niños pequeños debemos tratar de no romper rutinas y horarios, ya que facilita la convivencia y mejora el humor de los retoños y de sus progenitores por extensión, hasta hace un mes eso me parecía de lo más básico y fundamental, y a día de hoy lo confirmo con más claridad si cabe, porque yo me salté a la torera ese principio en estas vacaciones y ahora no sé como voy a poner en vereda a mi hijo que ha dado un cambio para mal de 360º. Está irritable a tope, muy agresivo y encima no hay manera de que duerma ni coma a su hora. En fin que la he líado parda y este septiembre me tocará pagar las consecuencias. Sólo me queda por recordar lo bien que nos lo hemos pasado todos y mirar las fotos de nuestras felices pero perniciosas vacaciones de verano.
PD. En breve postearé sobre los temas que se me han quedado en el tintero en esta ausencia bloggera: la nueva afición cinéfila de mi retoño que me causa honda satisfacción, el descubrimiento reciente de Murakami, el regreso anual de Woody Allen, y otras divagaciones varias.
PD. En breve postearé sobre los temas que se me han quedado en el tintero en esta ausencia bloggera: la nueva afición cinéfila de mi retoño que me causa honda satisfacción, el descubrimiento reciente de Murakami, el regreso anual de Woody Allen, y otras divagaciones varias.
Comentarios
La rutina tu peque volvera a recuperarla en breve, ya lo veras¡¡
Pues bueno el pañal sigue en el culito de mi hijo, la verdad es que con el descontrol de las vacaciones no me he visto con ánimos de volver a intentarlo aunque supongo que ahora en la guarderia me lo volverán a comentar. De todos modos no quiero forzar nada como ya comenté en un post anterior. El primer intento salió demasiado mal como para forzar el asunto.
Con Julito ya lo has intentado?
Has hecho bien en volverle a poner el pañal, demasiado ajetreo en vacaciones para que tu hijo se concentrara en ello.
Mamadejulio tú no tengas prisa con el pañal, que ya ves cómo me ha ido de bien con las premuras. Y bueno espero que tu nene se adapte pronto a la guardería!