Cosita preciosa.

Mi hijo pasea al lado del mar desde que nació. Vivir a tan sólo 20 minutos de él es lo que tiene. Les Terres de l'Ebre en este sentido son maravillosas, a un paso del mar y de la montaña. Pero el domingo fue igualmente un día especial, lo llevé por primera vez en su vida a la playa. Jugó con la arena, se mojó sus pieceitos en agua de mar, paseó agarradito de mis manos y de las de su padre entre nuestras toallas, disfrutó muchísimo y verle tan feliz me hizo a mí también sumamente feliz. Es tan maravilloso observar a su lado sus descubrimientos nuevos. Me encanta cuando mira algo completamente extasiado con su ojitos verdes abiertos al máximo y dice por su boquita de piñón: Ohhhhhhh!!! Le adoro, le adoro.
En menos de un mes, a principios de julio, nos vamos mis dos chicos y yo de vacaciones a Menorca si nada lo impide. Serán nuestras primeras vacaciones fuera de casa juntos (sin contar las escapadas al pueblo y nuestra miniescapada de hotel rural en invierno). Estoy emocionada con la idea y con muchas ganas, me siento como una niña con zapatos nuevos. Y como no lo voy a estar con esta cosita tan preciosa en mi vida...