Hoy se acaba una semanita de lo más intensa. Las meteduras de pata constantes de mi Barça en la liga y la mediocre actuación en la Champions (el Manchester nos dará una lección de fútbol inolvidable en semifinales, tiempo al tiempo) sólo fueron el detonante de lo que iban a ser unos siete días la mar de moviditos.
El lunes empecé mis clases de preparto, perfectamente ataviada con ropa deportiva para la gimnasia preparto, la sorpresa fue máxima cuando vi que entre las embarazadas presentes en la aula ninguna había optado por ese look ya que la clase iba a ser teórica aquel día, jeje, estuve a punto de justificarme diciendo que mi profesión era dar lecciones de gimnasia, pero no quise rizar el rizo más y me callé mi linda boquita.
El martes la psicóloga de mi departamento me anunció su inminente marcha de la empresa, así de sopetón, de golpe, sin más, a sangre fría, sin preludios, nada, directa en vena, casi me da algo, siendo que había pensado delegar en ella parte de mis funciones de responsable de departamento en la baja maternal, lo mío es tener vista y lo demás tonterías. Compuesta y sin psicóloga afronté ya el miércoles con más pena que gloria en lo que a temas laborales se refiere. Menos mal que al llegar a casa la sonrisa de mi chico me recordó que aquel día cumplíamos años juntos, ohhhhhhh, eso sí que era algo bueno, sí, nos conocimos un 9 de abril, y un beso suyo y un abrazo fue la cura perfecta para poner la guinda a aquella jornada.
Y llegó el jueves, yo aguantaba estoicamente las sorpresas semanales, incluída el pase a semifinales de mi Barça ante el FC Schalke 04 y el repetitivo inicio de la edición de OT (es como ser Bill Murray en el día de la Marmota, siempre es más de lo mismo), cuando al llegar a la empresa por la mañana me notificaron que habíamos sido víctimas de un robo, mi despacho era lo más parecido a un campo de batalla iraquí y mis ganas de llorar eran casi las mismas que los concursantes de FAMA el día de la partida de Miguel. Después me tocó ir a un funeral de compromiso laboral. De vuelta y ya en el coche yo con tres compañeros más de trabajo, fui testigo del inicio y posterior empeoramiento en nanosegundos de una de mis compañeras de trabajo. Acabamos en urgéncias, esta vez no por mí curiosamente, después de una carrera loca de camino al hospital en la que creía que del susto me ponía hasta yo misma de parto, qué locura!
Pero llegó el viernes y empecé el fin de semana. Fui al cine, hacía semanas y semanas que no lo hacíamos mi chico y yo, y sí cenamos primero en una pizzeria que nos gusta y nos fuimos a distraer la mente al multicines. Elegimos deprisa 21 BLACK JACK, y entramos en la sala que estaba abarrotada de público. La peli regular, ni bien ni mal, un comienzo lento y soso, un desarrollo entretenido y un final que no está mal, aunque bastante previsible. Lo mejor el ver al siempre estupendo Kevin Spacey y su banda sonora. La estética más que de drama personal, de video clip, pero eso es una sencilla estratagema para atraer al público joven a las salas de cine, nada más.
Entre las canciones que acompañan algunas de las vertiginosas escenas de la peli anda por medio este "Young folks" tan de moda durante el pasado año.
Y tras el receso musical continuamos. Anoche mientras mi Barça seguía regalándole la liga en mano al Real Madrid en el campo del Recreativo de Huelva, yo volvía al hospital, otra vez a urgencias, pero esta vez por mí. Otro sustillo de esta aventura intensa e incomparable de ser madre, afortunadamente nada grave.
Y hoy afortunadamente llevo un día tranquilo, domingo casero y relajado, donde la máxima emoción de mi vida ha sido ver el carrerón de Lorenzo en TVE1. Qué siga así! Lorenzo y mi buena racha esta jornada, claro está.
El lunes empecé mis clases de preparto, perfectamente ataviada con ropa deportiva para la gimnasia preparto, la sorpresa fue máxima cuando vi que entre las embarazadas presentes en la aula ninguna había optado por ese look ya que la clase iba a ser teórica aquel día, jeje, estuve a punto de justificarme diciendo que mi profesión era dar lecciones de gimnasia, pero no quise rizar el rizo más y me callé mi linda boquita.
El martes la psicóloga de mi departamento me anunció su inminente marcha de la empresa, así de sopetón, de golpe, sin más, a sangre fría, sin preludios, nada, directa en vena, casi me da algo, siendo que había pensado delegar en ella parte de mis funciones de responsable de departamento en la baja maternal, lo mío es tener vista y lo demás tonterías. Compuesta y sin psicóloga afronté ya el miércoles con más pena que gloria en lo que a temas laborales se refiere. Menos mal que al llegar a casa la sonrisa de mi chico me recordó que aquel día cumplíamos años juntos, ohhhhhhh, eso sí que era algo bueno, sí, nos conocimos un 9 de abril, y un beso suyo y un abrazo fue la cura perfecta para poner la guinda a aquella jornada.
Y llegó el jueves, yo aguantaba estoicamente las sorpresas semanales, incluída el pase a semifinales de mi Barça ante el FC Schalke 04 y el repetitivo inicio de la edición de OT (es como ser Bill Murray en el día de la Marmota, siempre es más de lo mismo), cuando al llegar a la empresa por la mañana me notificaron que habíamos sido víctimas de un robo, mi despacho era lo más parecido a un campo de batalla iraquí y mis ganas de llorar eran casi las mismas que los concursantes de FAMA el día de la partida de Miguel. Después me tocó ir a un funeral de compromiso laboral. De vuelta y ya en el coche yo con tres compañeros más de trabajo, fui testigo del inicio y posterior empeoramiento en nanosegundos de una de mis compañeras de trabajo. Acabamos en urgéncias, esta vez no por mí curiosamente, después de una carrera loca de camino al hospital en la que creía que del susto me ponía hasta yo misma de parto, qué locura!
Pero llegó el viernes y empecé el fin de semana. Fui al cine, hacía semanas y semanas que no lo hacíamos mi chico y yo, y sí cenamos primero en una pizzeria que nos gusta y nos fuimos a distraer la mente al multicines. Elegimos deprisa 21 BLACK JACK, y entramos en la sala que estaba abarrotada de público. La peli regular, ni bien ni mal, un comienzo lento y soso, un desarrollo entretenido y un final que no está mal, aunque bastante previsible. Lo mejor el ver al siempre estupendo Kevin Spacey y su banda sonora. La estética más que de drama personal, de video clip, pero eso es una sencilla estratagema para atraer al público joven a las salas de cine, nada más.
Entre las canciones que acompañan algunas de las vertiginosas escenas de la peli anda por medio este "Young folks" tan de moda durante el pasado año.
Y tras el receso musical continuamos. Anoche mientras mi Barça seguía regalándole la liga en mano al Real Madrid en el campo del Recreativo de Huelva, yo volvía al hospital, otra vez a urgencias, pero esta vez por mí. Otro sustillo de esta aventura intensa e incomparable de ser madre, afortunadamente nada grave.
Y hoy afortunadamente llevo un día tranquilo, domingo casero y relajado, donde la máxima emoción de mi vida ha sido ver el carrerón de Lorenzo en TVE1. Qué siga así! Lorenzo y mi buena racha esta jornada, claro está.
Comentarios
Salud!!
Ya estoy por aquí de nuevo. No podía perderme el nacimiento de tu primogénito.
Tampoco tengo nada especial que decirte,pero no sé el porqué hoy,después de tanto tiempo, me apeteció decirte,que tienes una lectora más y romper el silencio.
UNA FORTA ABRAÇADA!...PARA TI Y PARA TU PEQUEÑO.
Un millón de besos
En fin... Ahí voy de nuevo, aunque no sea con las mismas palabras, je, je...
Te decía que menuda semana... Cuántas cosas te han pasado en tan pcoo tiempo. Pero nos quedamos sólo con lo bueno, ¿no...?
OT es un día de la marmota que nunca me ha cautivado, así que creo que no empezaré a estas alturas. Aunque me da que algo voy a acabar viendo, porque en mi casa sí cuela...
Y coincido contigo. El Manchester le va a pasar por encima al Barça. Lo siento por ti, pero el United es mi equipo inglés desde que vi jugar a ese genio que era Cantona...
besotes guapa
No obstante, mi consejo profesional es que no veas más partidos del Barça en tu estado.
Tampoco te aconsejo que veas a Miguel en FAMA al menos hasta haber dado a luz, no vaya a salirte un niño de esos que se pasan llorando día y noche hasta que cumplen los 7 años.
Y respecto a la Champions, la esperanza es lo último que se pierde y la fanfarronería lo penúltimo: vamos a hacer picadillo al Manchester!!
Impenitente: Como me alegra tu vuelta, y sí lo vuestro fue una soberana putada, ánimos colchonero!
Amelia: Bienvenida a mi blog, me alegro de que me hayas ido siguiendo y que al final te hayas decidido a comentar, mi casa es tu casa, yo también he visto comentarios tuyos en otros blogs, muy interesantes por cierto, un beso guapa!
Cinephilus: De esta edición me encanta Chipper, creo que se escribe así, es muy guapo y canta genial, pena que con el español no anda muy sueltecillo. Aún con todo no me he centrado a ver ninguna gala entera y no sé me da pereza, estoy tan enganchada a Fama que dos realitys de vez me sobrepasan, jeje!
Juan R: A mí me haría ilusión que se clasificara el Liverpool, ya ves, y ver al equipo de Torres y Benitez en la final jugando contra el Manchester, porque ya te digo yo que el Barça no se clasificará ni de casualidad...
Dext: Mi memoria cinéfila no es tan basta pero yo creo que al que tu te refieres era a Cantinflas, jeje!
Hoichi: Sigue, sigue!!
Vargt: ¿No serás mi ginecóloga? Justo me ha dado los mismos consejos, nada de partidos del Barça y cambiar de canal cuando Miguel sale en pantalla, lo segundo para evitar los efectos secuendarios que tan bien has descrito y lo segundo para no avanzar el parto con algún susto innecesario y también evitar que mi niño tenga ya un trauma culé en el seno materno, porque no lo dudes mi niño será culé.
Bueno, espero que ya todo haya quedado en el pasado y que tú estés mejor de esos sustos... Que ilusión... uff.
Para cuando es Aru?
Por cierto, a mi no me gusta Lorenzo, me quedo con Pedrosa, y lo del Barça...umm, otra vez será. xDD
Besos guapa!!