Ir al contenido principal

Fósiles y dinosaurios.

- ¡Qué me hagan la prueba del Carbono 14! - Grité desconsolada. En sueños, en pesadilla más bien. Eso fue anoche. Y después me desperté empapada en sudor frío. Pero todo había comenzado horas antes, mejor dicho un par de días antes.
Estaba yo el sábado tan campante tirada en el sofá en casa de mis padres viendo por enésima vez LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (qué maravilla de película, y qué guapa sale Vivien Leigh)cuando mi madre irrumpió en el salón anunciando algo que me dejaría pensativa por mucho tiempo.
Y es que hay signos visibles de que una se hace vieja, mayor, decrépita, como queráis llamarlo: las arrugas en la cara, el que te traten de usted en todas partes, el descubrir un buen día que haciendo zapping te has quedado absorta viendo MQB o en el peor de los casos, CINE DE BARRIO, el que todos los que están en el bar de copas al que has decidido ir con tus amigos el sábado noche son varios años más jóvenes que tú, etc. etc. Pero hay una cosa que es mucho peor que todo esto que he descrito: que te hagan un homenaje por tus 25 años en...
Y eso fue lo que me gritó emocionada mi madre el sábado:
- Hija, ¿sabes que el año que viene te van a homenajear a ti y a tu grupo en la cofradía de tambores por llevar 25 años tocando en Semana Santa?
- 25 años ya mamá!!!! Qué vieja soy xddd!!! - Y así de atónita, alucinada, anonada quedé, no hay palabras para describirlo. Pero si en los Oscar cuando hacen un homenaje el homenajeado suele salir con bastón, o peor, ya está muerto y sólo le sacan en foto. Los homenajes son para gente mayor, ¿tan mayor soy? Si sólo voy a cumplir 34!!!!
Me queda un año para digerirlo, y si no lo hago, por estas fechas prometo huir en 2011 a tierras lejanas donde a nadie se le ocurra hacerme un homenaje por mis 25 años en nada.... agggghhhh!!!

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Y esto sólo acaba de empezar. Se hace duro recordar perfectamente algo, creer que ocurrió hace cuatro días y darte cuenta que ya han pasado diez, quince, veinte años.

Vuelvo a lo de siempre. La edad no deja de reflejar el número de órbitas que la tierra en su movimiento rototraslatorio ha completado estando tú por aquí. La edad es sólo una cifra. El resto es cosa tuya.
Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Bueno, si treinta años no son nada, veinticinco tienen que ser menos, ¿no...? En cualquier caso, enhorabuena por el homenaje, je, je, je...
Arual ha dicho que…
Y esto sólo acaba de empezar Impenitente, tienes razón. Hemos acabado de subir la cuesta y ahora la bajada es en picado... vértigo!!!

Gracias Juan por hacerme ver la parte "positiva??" de todo esto...

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa