Ir al contenido principal

El diario de Patricia.

Hace unos cuantos días Impenitente hablaba en su blog de lo mucho que quería a su família... bien lejos. Leyendo aquellas líneas me sentí tan identificada que por un momento pensé en mudarme a Cincinatti, por poner algo, echando tierra por medio entre los míos y yo. Y es que tener hijos, mejor dicho, tener el único hijo y el único nieto de ambas familias, a parte de ser una bendición y una cosa muy bonita y dichosa, es una putada con mayúsculas.
Os pongo en antecedentes, mi suegra y mi madre se han chiflado, sí se han vuelto tarumbas las dos, y no tarumbas de cualquier manera no, a modo de comedia ridícula americana chunga, no sé si me explico. Nunca me ha costado mucho aceptar cómo es mi suegra, al fin y al cabo es eso, mi suegra, uno siempre critica a las suegras, es lo que toca, lo estudíabamos así en Ciencias Sociales de 7º de EGB y en los artículos del COSMOPOLITAN, pero con mi madre es distinto, una jamás imagina que va a ver a su progenitora en estos fregados. Y es que esto de tener un nieto la ha trastocado. Se muere de celos porque mi suegra cuida del peque todos los días por las mañanas mientras estoy trabajando y ella sólo lo ve cuando subimos al pueblo que tiene que ser puntualmente cada dos o máximo tres semanas porque sino el nene no la va a conocer suficiente. Lo más divertido de todo es que cuando estamos allí lo acapara totalmente, que se ha hecho popó, va ella a cambiar el pañal, que toca la merienda, ella le da el yogur, que el niño quiere caminar un rato, ella se desloma acompañándolo, y a ver, no vamos a engañarnos, a mí me va de perlas porque descanso un montón y a mi marido también, a mi padre le va bien también porque él tampoco ha sido jamás muy niñero y además como es el único abuelo no tiene que competir con nadie, pero mi suegra, aissss, hay que verla como se pone ante la situación, como una loca, y ale ya tenemos guerra servida, el frente confederado y el frente del norte, los nacionales y los republicanos, Israel y Palestina, cosa fea chicos, cosa fea de verdad. Y yo en medio, con la banderita blanca en son de paz para tratar de mediar en el conflicto bélico sin demasiado éxito diplomático que digamos. Y ahí es donde quería llegar yo. Que los quiero mucho, muchísimo, pero hoy por hoy a ratos desearía tenerlos a todos a unos cuántos miles de kilómetros para vivir un poquito más en paz. Y ya corto que esto es mi blog, no EL DIARIO DE PATRICIA.

Comentarios

Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Y lo que es peor, resulta que es un mal muy extendido que no parece tener cura... Siempre he asumido que tener un hijo debe irremediablemente venir acompañado de unas dotes de diplomacia absolutamente asombrosas. Y tu post lo confirma... Ánimo y que la Fuerza te acompañe...
El Impenitente ha dicho que…
Mis padres tienen nueve nietos y cuatro consuegras. Si tu te quieres ir a Cincinatti, yo me iría a Nueva Zelanda.

En los parques infantiles, lugar que ya comenzarás pisar, los padres no dirán nada porque tu hijo coja otros juguetes que no son suyos. Pero los abuelos...Dios te libre de coincidir con muchos abuelos en el parque.
Carlos Esteve Rozas ha dicho que…
Viene bien hacer un poco de diario de Patricia de vez en cuando, sobre todo cuando no te conocen, que eso eso le quita lo poco que tiene de diario de Patricia.

A las abuelas les ciega el amor a sus nietos, pero en mi caso me doy cada vez más cuenta que un hijo es un hijo y eso si que le pertenece a ella solita.

Saludos
Arual ha dicho que…
Juan R.: Y tanto después de esto estoy por opositar a la carrera diplomática... xdddd!!!

Impenitente: Ya he pisado algún que otro parque sí y he observado algún que otro comportamiento "extraño" por parte de algún abuelete totalmente poseído por su "amor infinito e incondicional" hacia su nieto. Me aterroriza pensar que en unos años yo probablemente seré igual o peor.

Carlos: Aquí sólo falta que venga la tal Patricia, :)

En fin menos mal que si nada me lo impide este fin de semana me las piro a Menorca con mis chicos para perderme una semanita por esa maravilla de isla y olvidarme un poquito de todo.
3'14 ha dicho que…
Lo mejor para evitar este tipo de batallas es que no coincidan JAMÁs las consuegras y el churumbel al mismo tiempo, si puedes conseguir eso, luego ya sólo necesitas altas dosis de pasotismo y aceptar que, van a malcriar a tu hijo, ese es el papel fundamental de las abuelas, y no te preocupes porque dañen seriosamente tu labor como educadora principal, el niño, que no tiene un pelo de tonto ya sabe que tipo de comportamiento y que actitud puede esperar en cada situación, dependiendo de si está con la abuela( o abuelo) o con alguno de sus padres. Así que, déjalo con la yaya y vete a dar un paseo con tu marido, o mejor todavía, a echar la siesta ;)

Disfruta por Menorca, a mí me espera Mallorca en agosto. Porque para ir a Formentera se nos ha pasado la edad,¿eh? y de hecho, tampoco nos dejarían entrar, pues no asumimos los requisitos necesarios según el modelo del último spot de una conocida marca de cerveza, jeje... En breve, verás publicados mis espumarajos de rabia en mi blog, que ya tengo el post calentito en bandeja.
Arual ha dicho que…
Aisss Pi no creas que estamos muy mayores para ir a Formentera, justo unos amigos míos han ido este fin de semana, y te digo yo que soy más talluditos que nosotras, lo importante es el espíritu, lo demás tonterias. Ah y no te cebes mucho con el anuncio mujer que está la mar de chulo, :)

"I kissed you good bye at the airport.
I held you so close to me.
I said 'So here we are now and I can't stop from crying Lilly'.
And you said 'Hey hey hoo, you know this is the way to go
You will forget about me when I'm on that plane.
Forget about me when I'm on that plane.'

Tonight tonight tonight tonight
I wanna be with you Tonight tonight tonight tonight
I wanna be with you tonight...."

Entradas populares de este blog

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA