Ir al contenido principal

Otoño, invierno, primavera y verano.

No sé si JUNO merecía estar entre las cinco elegidas del año, no tengo claro que sea acertado estar en ese glorioso olimpo de los Oscar yankees, pero jamás he tenido claro el criterio determinante que logra que una pelí adquiera esa posición. Lo que sí sé es cuando una película me parece divertida y fresca, cuando me hace pasar un buen rato y cuando me hace esbozar una amplia sonrisa al tiempo que la palma de mi mano derecha pasea por mi voluminoso vientre esperando otra patadita más de mi pequeño tesoro, mientras mi izquierda acaracia el pelo de mi chico que yace roncando a pierna suelta justo a mi lado en el sofá. Hoy JUNO ha logrado todo eso. De ella han dicho mucho, se ha hablado de una película tradicional que defiende una posición antiabortista clara, visión que no considero nada acertada pues no veo nada conservador ni en su planteamiento ni en su estética. Se ha criticado que una comedia independiente y sencilla haya llegado tan lejos, ¿acaso necesitamos megarollazos de más de 180 minutos para empezar a hablar de cine del bueno? Pero realmente a quién le importa esto, a mí desde luego no, yo siempre recordaré a JUNO con especial cariño, y lo haré pensando en el momento mágico que ha creado el film esta noche de mi vida, y en el simpático personaje que compone su protagonista y que ha salido de la imaginación de una ex-streapper que desde luego sí ha merecido ese reconocimiento en forma de Oscar que el lunes le concedieron. Eso recordaré, eso pensaré, nada más.

Comentarios

Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Comparto sensaciones contigo a la hora de ver Juno (que no motivos, je, je...; me haría falta un pequeñín en ciernes para tener las mismas y no, no se ve por ningún lado porque, entre otras cosas, no tengo voluntaria...). Quien vea un alegato antiabortista me da a mí que no ha entendido del todo la película, que es una historia humana sin más.

La verdad es que me lo pasé muy bien viéndola... Pero, al mismo tiempo, no me convence que estuviera entre las cinco nominadas al Oscar. Y no me alegró especialmente el premio al mejor guión. Creo que la película la hacen los actores mucho más que el libreto.
Anónimo ha dicho que…
A mi me encanta esta peli, y su banda sonora es delciosa, disfruté mucho. Los criteriso académicos son muy discutibles, no por juno(sabían que no iban a ganar nada importante, su campo son los spirit awards, donde arrasó). Lo digo, por que no nominaron en el campo de mejor film de habla no inglesa a peliculas muy importantes, como cuatro meses, tres semas, dos días, y para mi, eso les quita toda credibilidad
Arual ha dicho que…
Jejeje! Veo que los tres lo pasamos bien viéndola y eso en definitiva es lo esencial.

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa