Ir al contenido principal

Las vicisitudes de este verano en particular.

Este verano me estoy dejando un riñón en facturas de taller de coche, vamos que si miras mi cuenta corriente es como si me hubiera ido a las islas Mauricio por lo menos pero sin ir, y no veáis como fastidia. Nuestros coches, tenemos dos porque los necesitamos para trabajar, han decidido que como en el taller no están en ningún sitio, y se van turnando en averías semana sí semana también, para irse a lo que llamo yo "taller-spa", vamos que nosotros nos nos relajamos pero ellos se relajan a gusto allí. Yo que quería ahorrar un poco y amortizar hipoteca, ya que nos quedábamos sin viajecito, y ya me he gastado todo lo ahorrado en facturas de taller xddd. Desde que estamos juntos, mejor dicho desde que estamos juntos y nuestra economía lo podía soportar, mi socio y yo siempre viajábamos en verano. A veces también hacíamos alguna escapada en invierno pero la de verano era fija. Cuando nació nuestro tesoro cambiamos la forma de viajar, y ya no íbamos tan lejos y hacíamos las escapadas más adaptadas a su ritmo. Pero este año con la crisis y el miedo a lo que pueda pasar hemos optado por no ir a ningún lado y quitarnos ese gasto "superfluo" para invertirlo en algo más práctico, amortizar hipoteca un poco con parte de los ahorros y el resto guardarlo por si las cosas se siguen poniendo así de feas que pinta que sí. Lo pongo entrecomillado porque unos días de asueto los tres juntos lejos de todo y de todos era pura terapia. Ahora leo a muchas mamis bloggeras como han disfrutado de sus vacaciones y me muero de envidia, pero es que ese descanso es esencial y las entiendo. Ya os digo para mí era lo mejor del año y nos iba de maravilla. Sí que desconectamos cuando nos vamos al pueblo pero allí rodeados de la familia no acabamos de despejar nuestra mente de todo y menos cuando estas enzarzada medio día en discusiones con la suegra y el resto con mi madre... xdddd!!! En fin pero es lo que tiene, aún gracias que tenemos pueblo y bien bonito, y también que vivimos a un tiro de piedra de la playa y que las tardes como ayer las pasamos allí la mar de bien. No voy a quejarme mucho porque motivos gordos tampoco tenemos, de momento. Aún con todo no pude resistirme a buscar algún chollo u oferta de poquitos días para escapar aunque fuera solo un suspiro, de todo, y encontré una casa rural bien de precio en la provincia de Girona así que allí nos iremos unos cuatro días a respirar aire fresco a finales de agosto y conocer la zona de La Garrotxa que hace mucho que me apetece visitar. Fresquitos estaremos por allí y nos recuperaremos de la ola de calor que amenaza con venir estos días y que miedo me causa de verdad. Anoche mismo, no sé si por las hormonas del embarazo o que, me dio un sofoco de calor en la cama tremendo, mi socio me decía que no hacía tanto calor pero yo ebullia por dentro, qué mal rato pasé, tuve que salir a la terraza y sentarme un rato incluso porque me ahogaba. En fin espero que no me pille mucho estos días de calor que anuncian porque os prometo que me pongo fatal. Cruzaremos los dedos!

Comentarios

Maria MiPequeñoKoala ha dicho que…
Animo preciosa, si te sirve de consuelo, nosotros tampoco nos hemos ido de viaje este año, hemos estado una semanita en casa de mis suegros en la playa y ya está. Pero si te digo la verdad, ver que hemos conseguido ahorrar un poquitin compensa el esfuerzo, necesitamos ahorrar lo máximo y más sabiendo q es casi seguro que el verano que viene estemos poniendo rumbo a Inglaterra a vivir... Un besazo fuerte
Arual ha dicho que…
Lo peor es que con las averias no hemos ahorrado nada, qué horror!! Así que os váis a Inglaterra? Y eso? Ya contarás!!
Arual ha dicho que…
Por cierto voy tan despistada que ni había visto que cerraste el blog. Ya ves que el mío lo tengo con menos actividad pero es que cuando el blog agobia y es una obligación mala cosa, mejor dejarlo. Un besazo!!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa