Si hay una cosa buena de los bebés es la rutina. Sagrada rutina. Una puede predecir con exactitud casi milimétrica lo que van a hacer. El mío es más rutinario que un lord inglés. Hasta cuando hace "popo" lo hace a su hora. Esto se cumple siempre y cuando no tengas algo que hacer en medio de sus rutinas y tú hayas previsto que éstas funcionen para que todo salga bien. Un ejemplo: tienes cita con el pediatra como ayer por la tarde. Piensas sobre las tres y media se duerme la siesta, a las cinco más o menos se despierta, le doy merienda, y después el paseito en lugar de encauzarlo al parque o al centro lo dirigimos al CAP, y así a las seis llegamos de sobra a la consulta médica. Esa es su rutina. Nunca falla. Mentira cochina!!! Claro que falla, falla cuando tienes una hora a la que llegar. El nene no se duerme, cuando lo hace lo hace tarde. Luego no se despierta. Mamá tiene que hacerlo. El peque se pone de mala leche. Mamá también. Merendamos un potito de frutas porque no nos da tiempo de ponernos a preparar un rica papilla casera. A regañadientes nos cambiamos a la velocidad de la luz. Salimos disparados de casa como si lleváramos al Challenger en esa parte de la anatomía humana donde la espalda pierde su nombre. Llegamos al CAP. El médico no pasa consulta. Una señorita "amabilísima" de recepción me dice que me han llamado pero que me encontraba ausente... ausente dicen qué graciosa. Como el nene tiene mucho resfriado pido que me pongan en la lista de incidencias, ahora no se llama urgencias, modernidades!! Nos sentamos, tomo aliento, y entonces le veo esa carita tan peculiar que pone cuando se va patas abajo. Bufff pero si tú nunca haces "popó" a estas horas "darling". Pues bueno hoy sí. Corre, corre a casa de la abuela que vive a un tiro de piedra del CAP. A la velocidad de la luz le cambio y salgo volando de nuevo. En el camino me encuentro tres conocidos o más que me paran para ver lo guapo que crece mi niño. Quedo fatal al salir de estámpida aludiendo que tengo mucha prisa. Llego a la consulta justo en el minuto en el que el médico pronuncia el nombre de mi hijo. Entramos. No me dice nada nuevo. Sácale los moquitos varias veces al día y si tiene fiebre dale Apiretal. Para esto mil años de medicina. En fin cabreada me voy. Qué tarde! Miro a mi hijo que me sonrie desde el carro y le digo a él y a mí misma, por tí esto y muchísimo más amor!!!!
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
La ley de Murphy nunca falla.
Estoy con el amigo Impenitente, Murphy no falla nunca...
Me ha parecido un post genial, y al final, hasta me has puesto los "pelos de punta".
Si es que los críos nunca se sabe por donde van a salir.
Supongo que será un simple resfriado.
Si le da mucha fiebre, apireal y Dalsy, cada 4 horas (intercalados), y así, baja antes.
HIja es que después de tantos años en farmacia lo de una es deformación porfesional, jiji.
Me alegra saber que todo va bien.
DEsde Ahora estaré mas presente, porque parece que ya me he hecho un poco a mi nueva vida "de vuelta al trabajo".
Muchos besos guapa!
¿Quién dijo que el stress es un un invento post-moderno?
Greetings