Ir al contenido principal

Yo misma.

Tengo una buena noticia. Vuelvo a recuperarme. Vuelvo a ser yo. Empiezo a recuperar a la Aru que conocistéis y que creó este blog. Y hay pistas que hacen que me atreva allegar a esta conclusión. Lo intuyo, lo siento. Os cuento. El otro día me emocioné escuchando una canción en la radio, "Bohemian Raphsody" de QUEEN, así de repente, otra vez, esto no es nada particular, no, lo sé, pero es que últimamente andaba pensando en miles de quehaceres diarios y ni siquiera me percataba de esos pequeños detalles. Otro ejemplo. Hoy he leído la crítica de una de mis películas de cabecera, escrita por uno de esos fabulosos amigos que tengo y que no puedo olvidar aunque ande lejos de mí y que él mismo me recomendó,DIARIOS DE MOTOCICLETA, y me ha saltado la lagrimita revoltosa al recordar todas las emociones que me provocó su visionado, hace ya un largo tiempo. Noto también que vuelvo a tener ganas de escribir aquí, pero no contandoos las pesaditas batallas de mami primeriza con las que os tengo refritos en los últimos meses, no, siento la necesidad de volver a escribir eso y algo más, mucho más, hoy lo he intentado antes de insertar este post que ahora léeis. Tengo ganas de planificar nuevos viajes, ahora de tres, ya no de dos, claro está. El primero uno que se materializará en breve, si nada lo impide. En fin que bueno algo está reconstruyéndose dentro de mí, Aru vuelve. Y es que la convulsión que me ha provocado ser mamá ha dejado una huella increíblemente profunda claro está, pero creedme que también necesitaba recuperar parte de lo que era, aunque en formato transformado. No sé si me explico. No sé si tampoco hace falta explicarlo...

Comentarios

ethan ha dicho que…
Para mí te explicas con toda claridad. Un besazo a la Aru recuperada, transformada, es decir mejorada.
M.I. ha dicho que…
Te entiendo perfectamente, y te doy mi más sincera felicitación por tu mejoría. Yo todavía no estoy recuperada. No dejo de repetirme a mí misma que son muchas las mujeres que sacan adelante una casa, un trabajo y a sus hijos pequeños; pero yo debo de ser la persona más desorganizada del mundo, porque no puedo más.
Hace una semana supe que había tocado fondo cuando algo falló en el disco duro que no para de emitir episodios de La casa de Mickey Mouse y Pocoyó (no es fácil entretener una tarde entera a un niño de casi 2 años y a una niña de casi 3). El caso es que el disco duro falla, se va la TV a un canal autonómico y veo el inicio de Rancho Notorius de Lang... y me pongo a llorar, dándome cuenta de lo mucho que he perdido, de estos 6 meses sin poder ir al cine, ni ver una peli, ni escribir. Seguidamente, te sientes culpable porque sabes que haces lo más honroso del mundo: criar a tus hijos, y que tú no importas.
En fin, que me alegro de tu mejoría, y que no sé cuándo llegará la mía. Sinceramente, no lo sé. Supongo que cuando mis hijos tengan más años, sepan jugar solos y no me persigan como patitos, jajajjaa.
ánimo!!!.
Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Pues me alegro mucho por ti... Tiene que ser genial vivir todo lo que estás viviendo ahora mismo, y sabiendo que cada día vas a descubrir cosas nuevas...

Y ya que estamos, mando también un abrazo para M.I. Asumo que es dificilísimo criar a dos pequeñajos al mismo tiempo. En mi vida sólo tengo una sobrina postiza (hija de una gran amiga) y cuando a verla me agota en un par de horas. Pero si a mí me vale la pena vivir esos pequeños instantes, imagínate a ti que los tienes siempre... Suerte y ánimo.
Anónimo ha dicho que…
Nena, si algo tienes tú es que eres tú misma todo el tiempo. Eres auténtica y eso te hace muy especial.
JRB ha dicho que…
Una gran alegría que Aru haya reencontrado a Aru. Aunque a veces te desborden todas las grandes cosas que estás viviendo, es necesario encontrar algo de tiempo para uno mismo.

Entradas populares de este blog

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA